La recomendación de los anestesiólogos antes de cualquier sedación tras el caso de la niña fallecida en Alcira
Todavía no se conoce la causa exacta por la que una niña de 6 años que acudió a una clínica dental en Alcira (Valencia) a realizarse un tratamiento acabó falleciendo el pasado jueves horas después de recibir una sedación, y otra de 4 … años se encuentra en la UCI tras pasar por el mismo establecimiento el mismo día. La Conselleria de Sanidad de la Generalitat Valenciana ordenó este viernes clausurar la clínica dental privada y las primeras hipótesis apuntan a la sedación y la anestesia como posible causa. Lo que sí se sabe es que este centro no tiene autorización sanitaria para utilizar anestesia, incluida la sedación con fármacos intravenosos.
Ante estos hechos, y aunque no son públicos los datos clínicos ni las circunstancias exactas de este suceso, la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (SEDAR) considera necesario recordar una advertencia que, aseguran en un comunicado, han trasladado a las administraciones sanitarias, instituciones y población desde hace más de cinco años: «Las sedaciones que emplean fármacos anestésicos generales son procedimientos con riesgos potencialmente graves, incluso vitales, y deben ser realizadas exclusivamente por médicos especialistas en Anestesiología y Reanimación«.
«En momentos como este, en los que una familia queda rota por la pérdida de su hija, toda la comunidad sanitaria debería detenerse y reflexionar. La sedación profunda y el uso de anestésicos generales no son procedimientos menores: pueden comprometer la vida de un paciente en apenas unos segundos. Solo los médicos especialistas en Anestesiología y Reanimación cuentan con la formación integral y la preparación técnica necesarias para anticipar y manejar esas situaciones críticas«, afirma el doctor Javier García Fernández, presidente de la SEDAR.
En los últimos años, la SEDAR ha avisado en muchas ocasiones de un problema que consideran muy serio: «se están autorizando sedaciones profundas con anestésicos generales —como el propofol— para que las administren profesionales que no son médicos especialistas en Anestesiología y Reanimación». «Algunas normativas de varias consejerías de Sanidad, permiten que estos fármacos los utilicen médicos de otras especialidades (como neumología, cardiología, digestivo, urgencias, entre otras) e incluso personal de enfermería, tras cursos que no equivalen a una especialidad médica completa. Esto supone un riesgo porque estos medicamentos pueden causar complicaciones graves en cuestión de segundos y requieren la máxima formación y preparación«, advierten.
