EE.UU. militariza el Caribe y apunta a un Maduro acorralado
Con el despliegue actual en el Caribe, y con los refuerzos enviados en los últimos días, Estados Unidos tiene capacidad para atacar objetivos en cualquier punto de Venezuela. Puede lanzar misiles de largo alcance desde buques y submarinos, realizar incursiones rápidas con fuerzas … especiales transportadas en convertiplanos y golpear centros de mando desde el aire. También puede bloquear puertos y rutas marítimas para cortar cualquier vía de salida.
Además, el Pentágono mantiene vigilancia permanente desde el mar y desde el aire. Aviones de patrulla y sistemas de observación controlan la costa, los movimientos militares y las comunicaciones, con especial atención a la frontera con Colombia.
Según el recuento que ha hecho ahora la propia Administración Trump y varios aliados en el Congreso, ya hay más de 10.000 efectivos en la zona. Operan bombarderos estratégicos desde bases en Luisiana y Puerto Rico, cazas de última generación en misiones de escolta, buques armados con misiles en posición y unidades de operaciones especiales desplegadas entre Puerto Rico y Trinidad y Tobago.
A esto se suma el grupo anfibio Iwo Jima, con más de 1.600 infantes de marina y capacidad para actuar por mar o por aire de forma inmediata. Es un despliegue de capacidad de acción muy rápida y de gran tamaño, pensado para permitir un golpe directo si la Casa Blanca da la orden.
Aunque la misión se presentó al principio como una operación contra el narcotráfico, Washington ya ha dejado claro que el objetivo político es expulsar a Nicolás Maduro y a su cúpula del poder. Este diario le ha preguntado a Trump en dos ocasiones por las concesiones que podría hacer Maduro, y la respuesta es que nada. Según dijo el propio presidente norteamericano el viernes, solo debería «no haber jodido con los Estados Unidos de América». La señal: ya es tarde.
