Jugamos a 'Leyendas Pokémon Z-A': una evolución sin precedentes, reservada a los fans más fieles
No vamos a negarlo: llegábamos a este juego con bastante escepticismo. Todo lo que se había visto en los últimos años apuntaba a un título continuista en los peores vicios que arrastra la saga desde su salto a Switch: un apartado técnico pobre, un … estilo artístico simplón y la sensación de que Game Freak no estaba dispuesta a esforzarse con la franquicia más rentable del mundo, aquella que levanta una expectación inmensa en cada nuevo lanzamiento. Sin embargo —para bien o para mal— el juego ha conseguido sorprendernos en varios aspectos, aunque conserve buena parte de los defectos que ya dábamos por seguros antes de probarlo. Lo cierto es que es un buen juego, un buen juego de Pokémon. Divertido, atrapante y con las suficientes novedades como para situarse como un paso más allá en la franquicia.
Aun así, el regreso de las megaevoluciones y el paso de los combates por turnos a enfrentamientos en tiempo real se perciben más como un regalo a quienes llevamos más de dos décadas capturando y entrenando Pokémon que como una auténtica revolución. Es de agradecer que Game Freak haya decidido arriesgar y replantear la base jugable, y lo cierto es que las nuevas formas de megaevolución resultan, en su mayoría, sobresalientes. Sin embargo, el conjunto sigue sintiéndose como un producto pensado para los veteranos, más ‘café para cafeteros’ que ese punto de encuentro que siempre había sido Pokémon entre los recién llegados y quienes han crecido con la saga.
Por el día capturamos y por la noche… combatimos
La historia de Leyendas Pokémon: Z-A transcurre íntegramente en Ciudad Luminalia, la capital de Kalos —la región que conocimos por primera vez en Pokémon X/Y—, y se sitúa cinco años después de los acontecimientos de aquellos títulos de sexta generación. No es imprescindible haberlos jugado para seguir la trama, ya que Game Freak se esfuerza en ofrecer el contexto necesario, aunque haberlos disfrutado en Nintendo 3DS permite apreciar la historia con una perspectiva más completa.
Sin entrar en detalles en la historia, con la idea de promover una convivencia más estrecha entre humanos y Pokémon la ciudad ha habilitado diversas zonas salvajes donde las criaturas pueden moverse libremente. Cuando cae la noche, el ambiente cambia por completo: comienzan los juegos Z-A, una competición en la que los entrenadores se enfrentan entre sí para escalar posiciones y alcanzar lo más alto del ranking.
