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Orbán anuncia una «limpieza» de opositores que califica como «bichos» en el aniversario de la independencia de Hungría

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha incendiado la celebración del aniversario de la Revolución y Guerra de Independencia de 1848-1849 contra el dominio de los Habsburgo, fiesta nacional de Hungría, con el anuncio de una purga entre los opositores a su gobierno. … Tras referirse en su discurso a los opositores políticos y a los críticos de su Ejecutivo como «bichos», ha adelantado que, «después de la solemne reunión de hoy, comienza la gran limpieza de Pascua».
«Los bichos han pasado el invierno», ha dicho, durante una intervención en la plaza frente al Museo Nacional de Budapest, pero ahora «estamos liquidando la maquinaria financiera que ha comprado a políticos, jueces, periodistas, pseudoorganizaciones civiles y activistas políticos con dólares corruptos». Orbán se describió a sí mismo como un «luchador por la libertad» contra el que «Bruselas» habría conspirado. En su opinión, los críticos y opositores en su propio país no son más que «secuaces» de la burocracia de la UE y de sus supuestos patrocinadores del mundo financiero mundial.
Orbán eleva el tono de sus andanadas bajo una gran presión del líder de la oposición, Péter Magyar, que con motivo de la fiesta nacional ha presidido por su parte un mitin, en la Plaza Bem József de Budapest, convertida después en una manifestación hacia la Plaza Széna. Ante decenas de miles de personas, Magyar destacó la necesidad de unidad y resistencia contra la opresión, acusó a Orbán de corrupción y de dividir a los húngaros.

«Han hecho de Hungría el país más pobre de la UE, mientras que Orbán se ha convertido en uno de los hombres más ricos del continente», denunció, y aseguró que los húngaros están hartos de la corrupción del Gobierno actual, en el poder con mayoría de dos tercios desde 2010.
«Hungría merece algo mejor, Hungría quiere vivir de nuevo. Llegó la primavera y terminaremos juntos el invierno de Orbán», ha respondido el líder del partido Tisza a la amenaza del primer ministro. Según las últimas encuestas, el partido Tisza cuenta con un 46% de intención de voto de cara a los comicios generales previstos para 2026. Esto posiciona a Magyar por encima del partido Fidesz de Viktor Orbán, que tiene un 37%.
Ante este panorama electoral, Orbán ha impulsado cambios legales que dificultan la financiación de organizaciones no gubernamentales y fundaciones, que considera agentes políticos extranjeros con intención de interferir en la política de Hungría. Esta misma semana ha anunciado la retirada de la nacionalidad húngara a las personas con doble pasaporte, que no afecta a ciudadanos de a UE pero que dejará en cuadro a alguna de las organizaciones a las que identifica con los «intrusos».
Parte de esta cruzada es también su firme oposición a Bruselas. En su discurso ha acusado a la UE de ser un «imperio que abusa de sus poderes» y que le quita derechos a Hungría. Las autoridades europeas forman parte de las «chinches», como los políticos, periodistas o activistas de la sociedad civil financiados desde el extranjero, por lo que amenaza con «barrer, durante la gran limpieza de la primavera, a los siervos del imperio». «Liquidaremos a este ejército de la sombra, los protegidos de Bruselas que trabajan contra su patria», ha añadido en un evento en el que se había prohibido el acceso a la mayoría de los medios de comunicación.

Manifestación antigubernamental del partido opositor TISZA durante las celebraciones del Día Nacional de Hungría, en Budapest (primera y segunda foto). Tercera foto: el líder opositor, Peter Magyar, emite un discurso ante los manifestantes.
EFE y Reuters

El mes pasado, Viktor Orbán ya avanzó su intención de tomar medidas para garantizar que se revelen todos los fondos de ayuda que llegan de Estados Unidos a las ONG y a los medios críticos con su gobierno, porque «ha llegado el momento de eliminar estas redes extranjeras». Se refería en parte a la financiación de los programas de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), que ha distribuido miles de millones de dólares en ayuda humanitaria en todo el mundo, pero también a programas que promueven la agenda ‘woke’ de la izquierda estadounidense y europea.
Orbán confía en su relación de confianza con Donald Trump, que ha ordenado congelar la mayor parte de la ayuda exterior de Estados Unidos y ha encargado al multimillonario Elon Musk que reduzca la agencia, para identificar a los donantes. Las organizaciones receptoras de esos fondos, en su opinión, deben sufrir «consecuencias legales» y ser excluidas, como amenaza a la soberanía húngara.
«En Estados Unidos los llamarían agentes, ya que no sirven a su propio país, sino que aceptan dinero de otra potencia… se trata de personas y organizaciones pagadas desde el extranjero cuyo trabajo es derrocar al gobierno húngaro». Orbán distrae del escrutinio de la opinión pública, con este supuesto combate, la realidad de una economía que entró en recesión técnica en noviembre del año pasado y en la que la inflación se mantiene en el 5,6%.

Publicado: marzo 16, 2025, 6:45 am

La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/orban-anuncia-limpieza-opositores-20250316120615-nt.html

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha incendiado la celebración del aniversario de la Revolución y Guerra de Independencia de 1848-1849 contra el dominio de los Habsburgo, fiesta nacional de Hungría, con el anuncio de una purga entre los opositores a su gobierno. Tras referirse en su discurso a los opositores políticos y a los críticos de su Ejecutivo como «bichos», ha adelantado que, «después de la solemne reunión de hoy, comienza la gran limpieza de Pascua».

«Los bichos han pasado el invierno», ha dicho, durante una intervención en la plaza frente al Museo Nacional de Budapest, pero ahora «estamos liquidando la maquinaria financiera que ha comprado a políticos, jueces, periodistas, pseudoorganizaciones civiles y activistas políticos con dólares corruptos». Orbán se describió a sí mismo como un «luchador por la libertad» contra el que «Bruselas» habría conspirado. En su opinión, los críticos y opositores en su propio país no son más que «secuaces» de la burocracia de la UE y de sus supuestos patrocinadores del mundo financiero mundial.

Orbán eleva el tono de sus andanadas bajo una gran presión del líder de la oposición, Péter Magyar, que con motivo de la fiesta nacional ha presidido por su parte un mitin, en la Plaza Bem József de Budapest, convertida después en una manifestación hacia la Plaza Széna. Ante decenas de miles de personas, Magyar destacó la necesidad de unidad y resistencia contra la opresión, acusó a Orbán de corrupción y de dividir a los húngaros.

«Han hecho de Hungría el país más pobre de la UE, mientras que Orbán se ha convertido en uno de los hombres más ricos del continente», denunció, y aseguró que los húngaros están hartos de la corrupción del Gobierno actual, en el poder con mayoría de dos tercios desde 2010.

«Hungría merece algo mejor, Hungría quiere vivir de nuevo. Llegó la primavera y terminaremos juntos el invierno de Orbán», ha respondido el líder del partido Tisza a la amenaza del primer ministro. Según las últimas encuestas, el partido Tisza cuenta con un 46% de intención de voto de cara a los comicios generales previstos para 2026. Esto posiciona a Magyar por encima del partido Fidesz de Viktor Orbán, que tiene un 37%.

Ante este panorama electoral, Orbán ha impulsado cambios legales que dificultan la financiación de organizaciones no gubernamentales y fundaciones, que considera agentes políticos extranjeros con intención de interferir en la política de Hungría. Esta misma semana ha anunciado la retirada de la nacionalidad húngara a las personas con doble pasaporte, que no afecta a ciudadanos de a UE pero que dejará en cuadro a alguna de las organizaciones a las que identifica con los «intrusos».

Parte de esta cruzada es también su firme oposición a Bruselas. En su discurso ha acusado a la UE de ser un «imperio que abusa de sus poderes» y que le quita derechos a Hungría. Las autoridades europeas forman parte de las «chinches», como los políticos, periodistas o activistas de la sociedad civil financiados desde el extranjero, por lo que amenaza con «barrer, durante la gran limpieza de la primavera, a los siervos del imperio». «Liquidaremos a este ejército de la sombra, los protegidos de Bruselas que trabajan contra su patria», ha añadido en un evento en el que se había prohibido el acceso a la mayoría de los medios de comunicación.

Imagen principal - Manifestación antigubernamental del partido opositor TISZA durante las celebraciones del Día Nacional de Hungría, en Budapest (primera y segunda foto). Tercera foto: el líder opositor, Peter Magyar, emite un discurso ante los manifestantes.
Imagen secundaria 1 - Manifestación antigubernamental del partido opositor TISZA durante las celebraciones del Día Nacional de Hungría, en Budapest (primera y segunda foto). Tercera foto: el líder opositor, Peter Magyar, emite un discurso ante los manifestantes.
Imagen secundaria 2 - Manifestación antigubernamental del partido opositor TISZA durante las celebraciones del Día Nacional de Hungría, en Budapest (primera y segunda foto). Tercera foto: el líder opositor, Peter Magyar, emite un discurso ante los manifestantes.
Manifestación antigubernamental del partido opositor TISZA durante las celebraciones del Día Nacional de Hungría, en Budapest (primera y segunda foto). Tercera foto: el líder opositor, Peter Magyar, emite un discurso ante los manifestantes.
EFE y Reuters

El mes pasado, Viktor Orbán ya avanzó su intención de tomar medidas para garantizar que se revelen todos los fondos de ayuda que llegan de Estados Unidos a las ONG y a los medios críticos con su gobierno, porque «ha llegado el momento de eliminar estas redes extranjeras». Se refería en parte a la financiación de los programas de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), que ha distribuido miles de millones de dólares en ayuda humanitaria en todo el mundo, pero también a programas que promueven la agenda ‘woke’ de la izquierda estadounidense y europea.

Orbán confía en su relación de confianza con Donald Trump, que ha ordenado congelar la mayor parte de la ayuda exterior de Estados Unidos y ha encargado al multimillonario Elon Musk que reduzca la agencia, para identificar a los donantes. Las organizaciones receptoras de esos fondos, en su opinión, deben sufrir «consecuencias legales» y ser excluidas, como amenaza a la soberanía húngara.

«En Estados Unidos los llamarían agentes, ya que no sirven a su propio país, sino que aceptan dinero de otra potencia… se trata de personas y organizaciones pagadas desde el extranjero cuyo trabajo es derrocar al gobierno húngaro». Orbán distrae del escrutinio de la opinión pública, con este supuesto combate, la realidad de una economía que entró en recesión técnica en noviembre del año pasado y en la que la inflación se mantiene en el 5,6%.

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