Publicado: marzo 8, 2025, 11:45 pm
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/robo-combustible-convierte-guanajuato-estado-violento-mexico-20250303125002-nt.html

El estado mexicano de Guanajuato, ubicado en el centro del país, paso de ser un lugar apacible para convertirse en una de las geografías más violentas. Ya el año pasado se convirtió en el estado más violento de México, con 3.151 homicidios (el … 10,5% de los asesinatos en todo el país), según cifras oficiales. Este año parece que sigue el mismo camino, pues lideró el número de homicidios dolosos el pasado mes, acumulando, entre el 1 y el 24 de febrero, un total de 241 homicidios dolosos; cifra a la que habría que sumar las víctimas de los primeros días de marzo.
Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), el número de asesinatos registrados en Guanajuato durante el segundo mes del año fue casi cinco veces mayor al promedio nacional, que en este periodo se posicionó en 49. Los crímenes ocurridos en esta entidad del Bajío representaron un 15,4% del total registrado en todo el país.
La ONG México Evalúa precisó que Guanajuato atraviesa un incremento desbordado de la violencia y señaló que su territorio se encuentra en disputa entre el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel Santa Rosa Lima, grupos criminales que pretenden controlar tráfico de combustible y el narcomenudeo.
La violencia además se ha vuelto más sanguinaria en Guanajuato, con escenas macabras de tiroteos en bares o cafeterías, ejecuciones de políticos o matanzas como el asesinato este lunes a balazos del periodista independiente Kristian Uriel Zavala, mientras circulaba en su automóvil; o la del pasado diciembre del 2023 en el municipio de Salvatierra, donde fueron asesinados doce estudiantes que celebraban una reunión de fin de año.
La tensión también es política ya que es una de las pocas entidades gobernadas por la oposición a Claudia Sheinbaum. Desde hace décadas Guanajuato ha sido un bastión del Partido Acción Nacional.
El «huachicoleo»
El robo de combustible para su posterior venta es uno de los negocios más lucrativos del narco en México. Se lo conoce como «huachicoleo». Guanajuato es estratégico para este ilícito porque allí opera una de las principales refinerías de la empresa estatal Pemex, en las afueras del municipio de Salamanca, una zona industrial y pujante, especialmente por el impulso del sector automotriz.
El crimen organizado localiza los conductos de Pemex, se colude con trabajadores de la empresa para conocer el momento del día en el cual se transportará combustible y organiza un sistema no demasiado complejo para extraerlo y luego revenderlo en puestos de carretera que generalmente están camuflados como talleres de neumáticos.
En este país es frecuente transitar por las carreteras y observar que se vende gasolina al costado, siempre más barata que la de las gasolineras formales. Los consumidores son tanto particulares como dueños de pequeñas y medianas empresas.
Otra postal habitual son las explosiones o incendios en las cercanías de los conductos de Pemex como consecuencia de un procedimiento fallido para robar el combustible.
A mediados de enero, diversos puntos de venta ilegal de combustible fueron desmantelados sobre la autopista México-Querétaro por militares, guardias nacionales y agentes federales.
Las Fuerzas Armadas aseguraron cinco mil litros de gasolina extraída de manera ilegal de los conductos de Pemex. El operativo fue aplicado en sólo cinco puntos de venta de ‘huachicol’ en la autopista, donde la prensa ha documentado que sólo en un tramo de cuatro kilómetros operan más de 40 puntos de venta desde hace años.
El problema es mayúsculo. Durante estos días, Sheinbaum intenta lograr un acuerdo con las gasolineras para bajar los precios de los combustibles, pero el principal temor es que una excesiva regulación dé por resultado un incremento del robo de hidrocarburos para su posterior comercialización.
El negocio del robo de combustible dio lugar a grupos criminales localizados según la geografía. En Guanajuato es el caso del cártel Santa Rosa de Lima, que inició sus actividades en el 2014 encabezado en un principio por David Rogel Figueroa alias ‘El Güero’ y luego por José Antonio Yépez Ortiz alias ‘El Marro’. Este último fue capturado en el 2020. El grupo llegó a manejar más de 1.600 tomas de combustible a lo largo del territorio nacional y mantuvo desde sus inicios una rivalidad con el Cártel de Jalisco.
El ‘huachicoleo’ produce además pérdidas millonarias a la petrolera estatal Pemex, cuyas finanzas ya de por sí se encuentran siempre alicaídas. Según datos oficiales, entre 2019 y septiembre de 2024, la empresa resintió un quebranto económico por más de 1.500 millones de pesos (alrededor de 650 millones de euros) por el robo de gasolina y diésel en tomas clandestinas hechas a sus conductos.
Es un drama para la propia economía del gobierno porque buena parte de las obligaciones de deuda de Pemex –que es la petrolera más endeudada del mundo–, están respaldadas por la Secretaría de Hacienda.