Publicado: abril 12, 2025, 2:45 am
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/salvo-aranceles-trump-golpear-islas-habitadas-solo-20250414194736-nt.html
‘El Día de la liberación’, así calificó Trump a su anuncio de los nuevos aranceles, en cambio la prestigiosa revista británica ‘The Economist’ lo llamó ‘El Día de la ruina’. Mientras el mandatario dejaba ver su tabla de porcentajes con los países del mundo a los que iba a afectar su guerra arancelaria, en sus cálculos algunos detalles pasaban inadvertidos. Y tienen que ver con la geografía y el conocimiento de los intereses estadounidenses en juego. Golpeando con los gravámenes a zonas deshabitadas, sin una economía poderosa o directamente con una economía inexistente.
De pingüinos a un enclave ballenero
Es el caso de las Islas Heard y McDonald, un territorio rocoso australiano situado al sur del Océano Índico, al que Trump ha aplicado un arancel del 10%. Sin embargo, mirado más de cerca y repasando The World Factbook de la CIA, en realidad se trata de islas despobladas que han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Están cubiertas por un 80% de hielo e indican claramente que están «desiertas». La isla Heard tiene el volcán más grande de Australia, el Big Ben, y está cubierta en su mayor parte por glaciares. Y sus únicos habitantes son los pingüinos y los leones marinos.
Su actividad económica terminó en 1877 después de la interrupción del comercio de aceite de elefante marino y los cazadores de focas abandonaron las islas. El ministro de Comercio australiano, Don Farrell, señaló a la cadena ABC que los aranceles fueron «claramente un error. Pobres pingüinos, no sé qué le hicieron a Trump, pero, para ser honestos, creo que es un indicio de que este fue un proceso apresurado«.
Algo parecido ocurre con la isla noruega de Jan Mayen en el pasado fue un enclave ballenero. Actualmente encara un 10% de los aranceles, pero la describen como una isla desolada y montañosa. Solo la visitan intermitentemente algunos militares, pero su economía es prácticamente inexistente.
Otro ejemplo llamativo es el de las Islas Cocos sujeta a un arancel del 10% tiene una población de 600 personas. El 32% de sus exportaciones terminan en Estados Unidos, según The World Factbook. O el ejemplo de Tokelau, administrado por Nueva Zelanda, consta de tres atolones en el Océano Pacífico Sur. Su población es de 1.600 habitantes y tiene una economía de 8 millones de dólares.
Un punto particularmente golpeado por los impuestos de Trump es Saint Pierre y Miquelon. Un territorio francés de ocho islas próximas al territorio canadiense de Terranova. Sus exportaciones basadas sobre todo en crustáceos procesados o mariscos tienen que encarar un arancel del 50%, mientras que el de Francia es del 20%.
¿Un proceso de autodestrucción o una estrategia?
«En cierto modo, la administración Trump está afectando a áreas de gran importancia para Washington y la seguridad nacional de EE.UU.«, afirma la CNN. Y con ello se refiere especialmente a la base aérea de Diego García, una remota isla del archipiélago de Chagos. Es un importante exportador de pescado. En esta base conviven militares británicos y estadounidenses junto con contratistas. Un total de 4.000 residentes se ubican en este punto de enorme importancia.
Un ensayo de estrategia marina de la Escuela Superior de guerra ‘General Rafael Reyes Prieto’ señala que la isla Diego García es territorio fundamental en los intereses geoestratégicos de los Estados Unidos, dado que la base tiene disponibilidad inmediata de tropas, aviones y barcos militares. «Las aguas del Índico son una ruta de circulación esencial para que los hidrocarburos procedentes del Golfo Pérsico arriben a los mercados de Asia y Europa. El papel trascendental que tiene el Océano Índico motiva a los Estados Unidos a vigilar sus aguas en beneficio de sus intereses globales e impulsa el dominio marítimo«, describe.
Cabe destacar que Diego García fue además uno de los sitios usados por Washington en los vuelos secretos de la CIA para el transporte clandestino de terroristas, según reveló el exfuncionario del Departamento de Estado estadounidense , Lawrence Wilkerson en 2015. Asimismo, de esta base han salido aviones estadounidenses para bombardear Afganistán e Irak.
A esta lista la CNN añade también a las Islas Marshall, 34 atolones e islas en el Pacífico Norte que albergan a 82.000 personas y la Guarnición Kwajalein del Ejército de EE.UU. Es clave porque colabora en las pruebas y el rastreo de misiles balísticos. «Washington es responsable de la defensa de las Islas Marshall en virtud de un Pacto de Libre Asociación. La CIA afirma que de las exportaciones valoradas en 130 millones de dólares al año, Estados Unidos no figura como uno de sus principales destinos. Y sin embargo, se enfrenta a un 10% de aranceles.
Unas matemáticas a modo de plantilla aplicada sobre los países sin distinciones claras y unos aranceles en plena disputa transmiten un mensaje en un mundo global. «Ningún lugar en la Tierra es seguro», sintetizó el premier australiano, Antony Norman Albanese.