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Musk y las previsiones de déficit amenazan la gran ley fiscal de Trump

La tramitación en el Congreso de EE.UU. de la gran apuesta legislativa de Donald Trump, su ley ómnibus fiscal y de gasto, está amenazada por dos flancos: las críticas furibundas de Elon Musk, su gran aliado en la campaña electoral y su … mano derecha en los primeros compases de su segundo mandato; y las previsiones de la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO, en sus siglas en inglés) sobre el impacto de la ley, que Trump bautizó como ‘One, Big, Beautiful Bill’ (‘una, grande y hermosa’).
En ambos casos, el problema tiene que ver con el aumento del déficit fiscal que podría provocar la ley apadrinada por Trump, algo que los legisladores republicanos siempre se comprometen a combatir y que ahora podría hacer tambalear las mayorías por la mínima con las que cuentan para sacar adelante la propuesta.
Ayer la CBO publicó su primera estimación sobre el impacto de la ley en el déficit: según sus cálculos, añadiría 2,7 billones de dólares a la deuda fiscal de la primera potencia mundial en un periodo de diez años. En la actualidad, esa deuda se sitúa ya en 36 billones de dólares y los republicanos han hecho de su combate una de sus prioridades.

Pero la fuerte reducción impositiva no será compensada suficientemente con recorte de gastos, según el cálculo de la CBO, cuya estimación ha provocado acusaciones por parte de la Casa Blanca de que es una entidad partidista y que busca atacar la propuesta legislativa. Steven Scalise, uno de los pesos pesados republicanos en la Cámara de Representantes, donde el texto fue aprobado la semana pasada pese a las reticencias de los miembros de su bancada más preocupados por el déficit, defendió que el cálculo está equivocado porque «ignora el crecimiento económico» que provocará la ley. Sin embargo, estimaciones similares han sido realizadas por ‘think tanks’ independientes, incluidos algunos de tendencia conservadora, como Manhattan Institute.
La pelota está ahora en el Senado, donde los republicanos cuentan con una mayoría escasa en la que solo se pueden permitir tres deserciones en sus filas. Un día antes de que se conocieran las previsiones de la CBO, Musk agitó el avispero de la tramitación legislativa con mensajes explosivos en su red social, X. Calificó a la ley ómnibus que quiere Trump como «abominación repugnante», amenazó con que el pueblo de EE.UU. «echará» a los republicanos que lo apoyen y aseguró que el Congreso está empujando a EE.UU. «a la bancarrota».
El hombre más rico extendió sus quejas ayer, cuando defendió que «el inmenso nivel de gasto» de la gran apuesta legislativa de Trump «llevará a EE.UU. a la esclavitud en deuda» y lamentó que la ley va justo contra el trabajo que ha estado haciendo en la Administración Trump con su Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).

«Catástrofe económica»

Los mensajes significan una ruptura evidente entre Musk y Trump, pero sobre todo aumentan las grietas entre los republicanos sobre la ley fiscal. Uno de sus grandes defensores ha sido Mike Johnson, el republicano que preside la Cámara de Representantes, el gran aliado legislativo de Trump. Johnson aseguró ayer que habló por teléfono con Musk y que el hombre más rico del mundo le ha dicho que seguirá ayudando a los republicanos, después de haber dedicado casi 290 millones de dólares a financiar sus campañas del año pasado, un espaldarazo electoral definitivo para Trump. Pero Johnson también lamentó el «giro de 180 grados» que dice que Musk ha dado sobre la ley ómnibus.
Mientras tanto, Trump optaba por distanciarse todavía más de los republicanos más disciplinados en política fiscal. En un mensaje en su red social, defendió la necesidad de acabar con el techo de deuda para «prevenir una catástrofe económica».

Publicado: junio 4, 2025, 10:45 pm

La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/musk-previsiones-deficit-amenazan-gran-ley-fiscal-20250604214602-nt.html

La tramitación en el Congreso de EE.UU. de la gran apuesta legislativa de Donald Trump, su ley ómnibus fiscal y de gasto, está amenazada por dos flancos: las críticas furibundas de Elon Musk, su gran aliado en la campaña electoral y su mano derecha en los primeros compases de su segundo mandato; y las previsiones de la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO, en sus siglas en inglés) sobre el impacto de la ley, que Trump bautizó como ‘One, Big, Beautiful Bill’ (‘una, grande y hermosa’).

En ambos casos, el problema tiene que ver con el aumento del déficit fiscal que podría provocar la ley apadrinada por Trump, algo que los legisladores republicanos siempre se comprometen a combatir y que ahora podría hacer tambalear las mayorías por la mínima con las que cuentan para sacar adelante la propuesta.

Ayer la CBO publicó su primera estimación sobre el impacto de la ley en el déficit: según sus cálculos, añadiría 2,7 billones de dólares a la deuda fiscal de la primera potencia mundial en un periodo de diez años. En la actualidad, esa deuda se sitúa ya en 36 billones de dólares y los republicanos han hecho de su combate una de sus prioridades.

Pero la fuerte reducción impositiva no será compensada suficientemente con recorte de gastos, según el cálculo de la CBO, cuya estimación ha provocado acusaciones por parte de la Casa Blanca de que es una entidad partidista y que busca atacar la propuesta legislativa. Steven Scalise, uno de los pesos pesados republicanos en la Cámara de Representantes, donde el texto fue aprobado la semana pasada pese a las reticencias de los miembros de su bancada más preocupados por el déficit, defendió que el cálculo está equivocado porque «ignora el crecimiento económico» que provocará la ley. Sin embargo, estimaciones similares han sido realizadas por ‘think tanks’ independientes, incluidos algunos de tendencia conservadora, como Manhattan Institute.

La pelota está ahora en el Senado, donde los republicanos cuentan con una mayoría escasa en la que solo se pueden permitir tres deserciones en sus filas. Un día antes de que se conocieran las previsiones de la CBO, Musk agitó el avispero de la tramitación legislativa con mensajes explosivos en su red social, X. Calificó a la ley ómnibus que quiere Trump como «abominación repugnante», amenazó con que el pueblo de EE.UU. «echará» a los republicanos que lo apoyen y aseguró que el Congreso está empujando a EE.UU. «a la bancarrota».

El hombre más rico extendió sus quejas ayer, cuando defendió que «el inmenso nivel de gasto» de la gran apuesta legislativa de Trump «llevará a EE.UU. a la esclavitud en deuda» y lamentó que la ley va justo contra el trabajo que ha estado haciendo en la Administración Trump con su Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).

«Catástrofe económica»

Los mensajes significan una ruptura evidente entre Musk y Trump, pero sobre todo aumentan las grietas entre los republicanos sobre la ley fiscal. Uno de sus grandes defensores ha sido Mike Johnson, el republicano que preside la Cámara de Representantes, el gran aliado legislativo de Trump. Johnson aseguró ayer que habló por teléfono con Musk y que el hombre más rico del mundo le ha dicho que seguirá ayudando a los republicanos, después de haber dedicado casi 290 millones de dólares a financiar sus campañas del año pasado, un espaldarazo electoral definitivo para Trump. Pero Johnson también lamentó el «giro de 180 grados» que dice que Musk ha dado sobre la ley ómnibus.

Mientras tanto, Trump optaba por distanciarse todavía más de los republicanos más disciplinados en política fiscal. En un mensaje en su red social, defendió la necesidad de acabar con el techo de deuda para «prevenir una catástrofe económica».

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