Misiles y paz en Ucrania: claves de la tercera visita de Zelenski a Trump en la Casa Blanca - Colombia
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Misiles y paz en Ucrania: claves de la tercera visita de Zelenski a Trump en la Casa Blanca

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, llega este viernes a la Casa Blanca con una petición concreta: más armas y garantías de seguridad. En su tercera visita a Washington desde el regreso de Donald Trump al poder, el líder ucraniano busca consolidar la … cooperación militar y económica con Estados Unidos en un momento en que la guerra entra en una fase prolongada y el presidente norteamericano intenta presentarse como mediador directo ante Moscú.
El encuentro se celebra en el Salón del Gabinete, y no en el Despacho Oval, donde tuvieron lugar las dos reuniones anteriores de ambos mandatarios este año. Trump reservó este formato para conversaciones de trabajo similares, como la mantenida el martes con el presidente argentino Javier Milei.
Zelenski pasó la noche en la residencia oficial de invitados, Blair House, bajo un fuerte dispositivo de seguridad en torno a la Casa Blanca. Trump ha anunciado que se reunirá con Vladímir Putin en Hungría «en unas dos semanas», aunque sin fecha confirmada, y ha insistido en que su objetivo es «poner fin a la guerra» bajo su propia mediación.

El mandatario ucraniano llega con una agenda centrada en la obtención de armamento de largo alcance y nuevos sistemas de defensa antiaérea. En particular, Kiev solicita misiles de crucero Tomahawk y baterías Patriot, además de aviones F-16 y sus misiles compatibles. Zelenski pretende reforzar las capacidades de ataque y defensa antes del invierno, cuando se prevé un incremento de los bombardeos rusos sobre infraestructuras energéticas.
Trump, sin embargo, se muestra antes ambiguo respecto a la petición. «Necesitamos Tomahawks para Estados Unidos también. Muchos… No sé qué podemos hacer al respecto», dijo el jueves en tono entre bromista y evasivo. Pese a ello, reconoció que podría utilizar la posibilidad de enviar misiles como elemento de presión para obligar a Moscú a regresar a la mesa de negociación. Según el propio presidente, Putin «no reaccionó bien» cuando le planteó la idea en una conversación telefónica mantenida el miércoles.
La delegación ucraniana había preparado el terreno durante la semana. El lunes, la primera ministra, Yuliia Svyrydenko, y el jefe de gabinete, Andrii Yermak, se reunieron con el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y con representantes de los grandes contratistas de defensa estadounidenses, Lockheed Martin y Raytheon. Estas compañías fabrican los sistemas Patriot y los misiles Tomahawk que Ucrania reclama con urgencia.
Bessent y Svyrydenko revisaron la puesta en marcha del Fondo de Inversión y Reconstrucción EE.UU.-Ucrania, un acuerdo bilateral firmado en abril que busca canalizar inversiones estadounidenses hacia los sectores energético, minero e de infraestructuras ucranianos. El Tesoro norteamericano instó además a los socios europeos a reforzar la aplicación de sanciones contra Rusia y a penalizar a los países que financien su maquinaria bélica mediante la compra de petróleo ruso.
En paralelo, Zelenski se reunió en Washington con directivos de Raytheon y Lockheed Martin, así como con el secretario de Energía, Chris Wright, y representantes de empresas del sector. Con los fabricantes de armamento, las conversaciones se centraron en ampliar la producción conjunta y acelerar el suministro de sistemas de defensa. Con el Departamento de Energía, el diálogo se orientó a la reconstrucción de la red eléctrica ucraniana, devastada por los ataques rusos.
Antes de la reunión con Trump, Zelenski declaró que esperaba que el impulso diplomático generado tras el alto el fuego en Gaza «sirva también para poner fin a la guerra en Europa». «El lenguaje de la fuerza y la justicia funcionará contra Rusia», afirmó.

«Paz mediante la fuerza»

El presidente norteamericano, por su parte, insiste en su doctrina de «paz mediante la fuerza». La Casa Blanca presenta sus esfuerzos como una continuación de la estrategia que llevó al acuerdo de Oriente Próximo, descrito por Trump como el noveno pacto de paz mediado personalmente por él desde su retorno al poder.
En ese contexto, el mandatario ha endurecido su exigencia a los aliados de la OTAN: ha pedido elevar el gasto en defensa hasta el 5% del PIB para 2035, advirtiendo de que quienes no cumplan podrían afrontar represalias comerciales. España, que mantiene un gasto militar del 1,3%, fue uno de los países señalados directamente por Trump, que amenazó con imponer aranceles «como castigo» por su incumplimiento.
Mientras tanto, la Unión Europea anunció esta semana un nuevo sistema de defensa antidrones que estará operativo antes de 2027, destinado a proteger el espacio aéreo europeo de posibles incursiones rusas. Bruselas subraya que la amenaza no desaparecerá incluso si la guerra termina y busca coordinar sus planes con la OTAN y con Washington.
La reunión de este viernes representa un momento clave para la relación entre Trump y Zelenski, marcada por tensiones desde su primer encuentro en la Casa Blanca, en febrero. Aquel diálogo, recordado por su dureza, terminó sin acuerdo, después de que Trump condicionara la ayuda estadounidense a un alto el fuego y Zelenski advirtiera de que Putin planeaba prolongar la guerra. Desde entonces, ambos líderes han mantenido contactos esporádicos, incluyendo una cita en el Vaticano en abril y otra en la Asamblea General de la ONU en septiembre, donde Trump afirmó por primera vez que Ucrania «puede ganar y recuperar todo su territorio con apoyo europeo».

Publicado: octubre 18, 2025, 12:45 am

La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/misiles-paz-ucrania-claves-tercera-visita-zelenski-20251017173613-nt.html

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, llega este viernes a la Casa Blanca con una petición concreta: más armas y garantías de seguridad. En su tercera visita a Washington desde el regreso de Donald Trump al poder, el líder ucraniano busca consolidar la cooperación militar y económica con Estados Unidos en un momento en que la guerra entra en una fase prolongada y el presidente norteamericano intenta presentarse como mediador directo ante Moscú.

El encuentro se celebra en el Salón del Gabinete, y no en el Despacho Oval, donde tuvieron lugar las dos reuniones anteriores de ambos mandatarios este año. Trump reservó este formato para conversaciones de trabajo similares, como la mantenida el martes con el presidente argentino Javier Milei.

Zelenski pasó la noche en la residencia oficial de invitados, Blair House, bajo un fuerte dispositivo de seguridad en torno a la Casa Blanca. Trump ha anunciado que se reunirá con Vladímir Putin en Hungría «en unas dos semanas», aunque sin fecha confirmada, y ha insistido en que su objetivo es «poner fin a la guerra» bajo su propia mediación.

El mandatario ucraniano llega con una agenda centrada en la obtención de armamento de largo alcance y nuevos sistemas de defensa antiaérea. En particular, Kiev solicita misiles de crucero Tomahawk y baterías Patriot, además de aviones F-16 y sus misiles compatibles. Zelenski pretende reforzar las capacidades de ataque y defensa antes del invierno, cuando se prevé un incremento de los bombardeos rusos sobre infraestructuras energéticas.

Trump, sin embargo, se muestra antes ambiguo respecto a la petición. «Necesitamos Tomahawks para Estados Unidos también. Muchos… No sé qué podemos hacer al respecto», dijo el jueves en tono entre bromista y evasivo. Pese a ello, reconoció que podría utilizar la posibilidad de enviar misiles como elemento de presión para obligar a Moscú a regresar a la mesa de negociación. Según el propio presidente, Putin «no reaccionó bien» cuando le planteó la idea en una conversación telefónica mantenida el miércoles.

La delegación ucraniana había preparado el terreno durante la semana. El lunes, la primera ministra, Yuliia Svyrydenko, y el jefe de gabinete, Andrii Yermak, se reunieron con el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y con representantes de los grandes contratistas de defensa estadounidenses, Lockheed Martin y Raytheon. Estas compañías fabrican los sistemas Patriot y los misiles Tomahawk que Ucrania reclama con urgencia.

Bessent y Svyrydenko revisaron la puesta en marcha del Fondo de Inversión y Reconstrucción EE.UU.-Ucrania, un acuerdo bilateral firmado en abril que busca canalizar inversiones estadounidenses hacia los sectores energético, minero e de infraestructuras ucranianos. El Tesoro norteamericano instó además a los socios europeos a reforzar la aplicación de sanciones contra Rusia y a penalizar a los países que financien su maquinaria bélica mediante la compra de petróleo ruso.

En paralelo, Zelenski se reunió en Washington con directivos de Raytheon y Lockheed Martin, así como con el secretario de Energía, Chris Wright, y representantes de empresas del sector. Con los fabricantes de armamento, las conversaciones se centraron en ampliar la producción conjunta y acelerar el suministro de sistemas de defensa. Con el Departamento de Energía, el diálogo se orientó a la reconstrucción de la red eléctrica ucraniana, devastada por los ataques rusos.

Antes de la reunión con Trump, Zelenski declaró que esperaba que el impulso diplomático generado tras el alto el fuego en Gaza «sirva también para poner fin a la guerra en Europa». «El lenguaje de la fuerza y la justicia funcionará contra Rusia», afirmó.

«Paz mediante la fuerza»

El presidente norteamericano, por su parte, insiste en su doctrina de «paz mediante la fuerza». La Casa Blanca presenta sus esfuerzos como una continuación de la estrategia que llevó al acuerdo de Oriente Próximo, descrito por Trump como el noveno pacto de paz mediado personalmente por él desde su retorno al poder.

En ese contexto, el mandatario ha endurecido su exigencia a los aliados de la OTAN: ha pedido elevar el gasto en defensa hasta el 5% del PIB para 2035, advirtiendo de que quienes no cumplan podrían afrontar represalias comerciales. España, que mantiene un gasto militar del 1,3%, fue uno de los países señalados directamente por Trump, que amenazó con imponer aranceles «como castigo» por su incumplimiento.

Mientras tanto, la Unión Europea anunció esta semana un nuevo sistema de defensa antidrones que estará operativo antes de 2027, destinado a proteger el espacio aéreo europeo de posibles incursiones rusas. Bruselas subraya que la amenaza no desaparecerá incluso si la guerra termina y busca coordinar sus planes con la OTAN y con Washington.

La reunión de este viernes representa un momento clave para la relación entre Trump y Zelenski, marcada por tensiones desde su primer encuentro en la Casa Blanca, en febrero. Aquel diálogo, recordado por su dureza, terminó sin acuerdo, después de que Trump condicionara la ayuda estadounidense a un alto el fuego y Zelenski advirtiera de que Putin planeaba prolongar la guerra. Desde entonces, ambos líderes han mantenido contactos esporádicos, incluyendo una cita en el Vaticano en abril y otra en la Asamblea General de la ONU en septiembre, donde Trump afirmó por primera vez que Ucrania «puede ganar y recuperar todo su territorio con apoyo europeo».

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