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México recurre al polígrafo para frenar la connivencia de la Policía con el crimen organizado

El estado de Tabasco, en el sur de México, se convirtió en un centro de gravedad política en los últimos años: allí creció como dirigente social el expresidente Andrés Manuel López Obrador, fundador del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el partido que en 2024 ganó … las elecciones y llevó a la presidencia a Claudia Sheinbaum, la primera mujer en ostentar el cargo en América del Norte.
Además de la política, Tabasco fue durante décadas conocido como el ‘edén de México’, por sus bellezas naturales, su gastronomía y su música. Sin embargo, en los últimos meses se ha vuelto uno de los estados más violentos y peligrosos: del 2023 al 2024, según cifras oficiales, los homicidios dolosos se incrementaron en más del 300%.
A la espiral de violencia y choques entre grupos del narco se suman acusaciones entre funcionarios del Gobierno estatal y un señalamiento creciente sobre el presunto nexo de las fuerzas de seguridad con el crimen organizado. Tan grave es la situación que ha llevado a un desenlace inédito: los policías de Tabasco comenzaron a ser sometidos a pruebas de polígrafo para detectar si tienen amistades o negocios inconfesables.

El detector de mentiras tiene en México el eufemismo de ‘pruebas de confianza’. En general, se trata de un procedimiento rutinario en el que diversos elementos de las fuerzas de seguridad se someten a pruebas toxicológicas, físicas y rinden cuentas de los movimientos patrimoniales propios y de su núcleo familiar. Se pretende conocer, de este modo, si los policías tienen alguna adicción o si manejan cantidades de dinero inexplicables.
La gravedad de la situación de Tabasco ha forzado a la incorporación de la prueba de polígrafo. El mes pasado un grupo de 30 policías de Tabasco fueron transportados a la Ciudad de México para pasar por el polígrafo.

Altos cargos policiales

Entre los policías investigados aparece el excomisionado José del Carmen Castillo, quien desde 2022 era señalado en la prensa tabasqueña de formar parte de ‘La Barredora’, un cártel policiaco que participaba en operaciones de tráfico de migrantes, drogas y trata de personas, en colaboración con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El secretario de Gobernación estatal, José Ramiro López Obrador (hermano del expresidente), negó que los policías estén detenidos y aseguró que se trataba de un procedimiento casi de rutina.
El polígrafo, por lo general, no le gusta demasiado ni a los policías ni a los políticos dedicados a temas de seguridad. A estos últimos, por ejemplo, les complica, en muchos casos, la tarea de reclutar nuevos elementos.
«Lo que nosotros hemos encontrado y que conocemos es que efectivamente una de las deficiencias del proceso de control y confianza tiene que ver en particular con la prueba del polígrafo, se aplica el polígrafo para supuestamente tratar de tener policías que sean de plena confianza, que no estén ligados a algún tipo de grupo delictivo, sin embargo, por el tipo de preguntas que se realizan en la prueba muchas personas no pasan y entonces existe una carencia para sumar nuevos policías», señala Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano.
Históricamente el polígrafo ha sido un instrumento utilizado en los servicios de inteligencia mexicanos, así como también para ascender hasta los más altos escalafones militares. Sin embargo, son contados los casos en los que una carrera ascendente se trunca por esta prueba. De hecho, diversos expedientes penales contra oficiales ligados al narco, que tramitan en la justicia, dan cuenta que esos militares, en algún momento, se sometieron al polígrafo.
Esta prueba de confianza se volvió imperiosa en Tabasco por la convicción de que el estado de violencia actual es consecuencia de una gran colusión entre policías, narcos y políticos.

‘Viernes negro’ en Tabasco

Todo comenzó en diciembre del 2023, cuando en Tabasco tuvo lugar el llamado ‘Viernes Negro’ en vísperas de Navidad, el 22 de diciembre de 2023. Ese día La Barredora detonó la violencia en las cárceles del estado y hubo al menos quince coches incendiados en distintos puntos de la entidad, así como tres reos muertos durante los motines registrados en los penales de Villahermosa, Huimanguillo y Comalcalco.
La Barredora apareció en el segundo semestre de 2010, justo después de que elementos de la Secretaría de Marina abatieron en Cuernavaca a Arturo Beltrán Leyva, uno de los principales capos en ese momento.
Un reporte de la plataforma de datos y análisis sobre seguridad, crimen organizado y conflictividad social, Lantia Intelligence, señala a La Barredora como una de las múltiples escisiones que surgieron de la fragmentación del cártel de Beltrán Leyva.
Si bien nunca tuvo la fuerza de un cártel como tal, en el transcurso de los últimos meses La Barredora convirtió a Tabasco en el segundo estado más violento del país en cuanto a homicidios dolosos, ligeramente por debajo de Guanajuato, donde las organizaciones buscan controlar el multimillonario negocio del robo de combustible.
El Gobierno de López Obrador, así como el actual de Sheinbaum, despacharon hacia Tabasco a más de 1.000 elementos de la Guardia Nacional, una fuerza federal creada por López Obrador al inicio de su sexenio en 2019 y para cuyo ingreso hacían falta pocos trámites –era preciso darle volumen– y, desde el principio, no se hacían pruebas de polígrafo.
El gobernador de Tabasco, Javier May, un aliado permanente de López Obrador, ha culpado de la violencia a Adán Augusto López Hernández, actual coordinador de los senadores de Morena. López Hernán fue gobernador de Tabasco y su secretario de Seguridad está acusado, directamente, de pertenecer a La Barredora. Detrás del problema de seguridad emerge también un drama político que se vive en el estado que es el corazón del movimiento que hoy por hoy gobierna México.

Publicado: febrero 15, 2025, 11:44 pm

La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/mexico-recurre-poligrafo-frenar-connivencia-policia-crimen-20250216183127-nt.html

El estado de Tabasco, en el sur de México, se convirtió en un centro de gravedad política en los últimos años: allí creció como dirigente social el expresidente Andrés Manuel López Obrador, fundador del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el partido que en 2024 ganó las elecciones y llevó a la presidencia a Claudia Sheinbaum, la primera mujer en ostentar el cargo en América del Norte.

Además de la política, Tabasco fue durante décadas conocido como el ‘edén de México’, por sus bellezas naturales, su gastronomía y su música. Sin embargo, en los últimos meses se ha vuelto uno de los estados más violentos y peligrosos: del 2023 al 2024, según cifras oficiales, los homicidios dolosos se incrementaron en más del 300%.

A la espiral de violencia y choques entre grupos del narco se suman acusaciones entre funcionarios del Gobierno estatal y un señalamiento creciente sobre el presunto nexo de las fuerzas de seguridad con el crimen organizado. Tan grave es la situación que ha llevado a un desenlace inédito: los policías de Tabasco comenzaron a ser sometidos a pruebas de polígrafo para detectar si tienen amistades o negocios inconfesables.

El detector de mentiras tiene en México el eufemismo de ‘pruebas de confianza’. En general, se trata de un procedimiento rutinario en el que diversos elementos de las fuerzas de seguridad se someten a pruebas toxicológicas, físicas y rinden cuentas de los movimientos patrimoniales propios y de su núcleo familiar. Se pretende conocer, de este modo, si los policías tienen alguna adicción o si manejan cantidades de dinero inexplicables.

La gravedad de la situación de Tabasco ha forzado a la incorporación de la prueba de polígrafo. El mes pasado un grupo de 30 policías de Tabasco fueron transportados a la Ciudad de México para pasar por el polígrafo.

Altos cargos policiales

Entre los policías investigados aparece el excomisionado José del Carmen Castillo, quien desde 2022 era señalado en la prensa tabasqueña de formar parte de ‘La Barredora’, un cártel policiaco que participaba en operaciones de tráfico de migrantes, drogas y trata de personas, en colaboración con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

El secretario de Gobernación estatal, José Ramiro López Obrador (hermano del expresidente), negó que los policías estén detenidos y aseguró que se trataba de un procedimiento casi de rutina.

El polígrafo, por lo general, no le gusta demasiado ni a los policías ni a los políticos dedicados a temas de seguridad. A estos últimos, por ejemplo, les complica, en muchos casos, la tarea de reclutar nuevos elementos.

«Lo que nosotros hemos encontrado y que conocemos es que efectivamente una de las deficiencias del proceso de control y confianza tiene que ver en particular con la prueba del polígrafo, se aplica el polígrafo para supuestamente tratar de tener policías que sean de plena confianza, que no estén ligados a algún tipo de grupo delictivo, sin embargo, por el tipo de preguntas que se realizan en la prueba muchas personas no pasan y entonces existe una carencia para sumar nuevos policías», señala Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano.

Históricamente el polígrafo ha sido un instrumento utilizado en los servicios de inteligencia mexicanos, así como también para ascender hasta los más altos escalafones militares. Sin embargo, son contados los casos en los que una carrera ascendente se trunca por esta prueba. De hecho, diversos expedientes penales contra oficiales ligados al narco, que tramitan en la justicia, dan cuenta que esos militares, en algún momento, se sometieron al polígrafo.

Esta prueba de confianza se volvió imperiosa en Tabasco por la convicción de que el estado de violencia actual es consecuencia de una gran colusión entre policías, narcos y políticos.

‘Viernes negro’ en Tabasco

Todo comenzó en diciembre del 2023, cuando en Tabasco tuvo lugar el llamado ‘Viernes Negro’ en vísperas de Navidad, el 22 de diciembre de 2023. Ese día La Barredora detonó la violencia en las cárceles del estado y hubo al menos quince coches incendiados en distintos puntos de la entidad, así como tres reos muertos durante los motines registrados en los penales de Villahermosa, Huimanguillo y Comalcalco.

La Barredora apareció en el segundo semestre de 2010, justo después de que elementos de la Secretaría de Marina abatieron en Cuernavaca a Arturo Beltrán Leyva, uno de los principales capos en ese momento.

Un reporte de la plataforma de datos y análisis sobre seguridad, crimen organizado y conflictividad social, Lantia Intelligence, señala a La Barredora como una de las múltiples escisiones que surgieron de la fragmentación del cártel de Beltrán Leyva.

Si bien nunca tuvo la fuerza de un cártel como tal, en el transcurso de los últimos meses La Barredora convirtió a Tabasco en el segundo estado más violento del país en cuanto a homicidios dolosos, ligeramente por debajo de Guanajuato, donde las organizaciones buscan controlar el multimillonario negocio del robo de combustible.

El Gobierno de López Obrador, así como el actual de Sheinbaum, despacharon hacia Tabasco a más de 1.000 elementos de la Guardia Nacional, una fuerza federal creada por López Obrador al inicio de su sexenio en 2019 y para cuyo ingreso hacían falta pocos trámites –era preciso darle volumen– y, desde el principio, no se hacían pruebas de polígrafo.

El gobernador de Tabasco, Javier May, un aliado permanente de López Obrador, ha culpado de la violencia a Adán Augusto López Hernández, actual coordinador de los senadores de Morena. López Hernán fue gobernador de Tabasco y su secretario de Seguridad está acusado, directamente, de pertenecer a La Barredora. Detrás del problema de seguridad emerge también un drama político que se vive en el estado que es el corazón del movimiento que hoy por hoy gobierna México.

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