Publicado: julio 18, 2025, 6:45 pm
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/merz-lanza-andanada-burocracia-lentitud-bruselas-debemos-20250718182604-nt.html
Antes de tomar unos días de descanso estival, los cancilleres alemanes convocan el tradicional encuentro de verano con la prensa de Berlín, noventa minutos en los que se someten a todo tipo de preguntas. Sus antecesores, Angela Merkel y Olaf Scholz, se … soltaban la melena en esta cita, con declaraciones especialmente distendidas y un tono más informal. Y, dado que Friedrich Merz es de verbo bastante más relajado que ellos habitualmente, se esperaba un festival de titulares.
Las respuestas del canciller, sin embargo, han sido rápidas, cortas y combativas. Sin dejar dudas sobre su europeísmo, ha arremetido contra Bruselas y ha hablado de una UE demasiado «intensiva en normas», demasiado «burocrática», demasiado «lenta». Ha puesto como ejemplo la negociación del 18º paquete de sanciones a Rusia, que ha debido ser largamente negociado para salvar el veto de Eslovaquia. Merz considera que la política conjunta hacia Ucrania es demasiado «laboriosa». «Es por eso que también debemos decir con bastante autocrítica: debemos ser mejores en la UE. Tenemos que concentrarnos en las tareas realmente grandes. Debemos ser capaces de resolver juntos el problema de la migración».
Se le ha preguntado si el equilibrio de poderes en Europa se ha desplazado hacia la cooperación entre los grandes Estados y ha llamado la atención sobre el hecho de que en el mundo entero ha cambiado el equilibrio de poder y que también hay que reaccionar a esto en formatos apropiados. Así mismo ha dejado claro su rechazo al proyecto de presupuestos europeos de Ursula von der Leyen: no discute que el peso del gasto se desplace de la agricultura a la innovación tecnológica y la defensa, pero descarta elevar la contribución alemana y ha recordado que «la UE no está legalmente autorizada a endeudarse».
Merz gana en las distancias cortas y ha disfrutado exponiendo toda su actividad exterior, cómo «Alemania está recuperando liderazgo». «Asumimos responsabilidad», ha dicho, y se ha dejado preguntar sobre la trastienda de las llamadas telefónicas de Donald Trump.
La prensa de Berlín, por lo demás, es todo menos benevolente y ha hecho sangre donde los 74 días de Merz en la Cancillería muestran lagunas, todas ellas en política interna. Ha sido acribillado con docenas de preguntas sobre la sustitución de tres jueces del Tribunal Constitucional. Esto ha encallado en el trámite parlamentario cuando la extrema derecha de Alternativa para Alemania (AfD), la principal fuerza de la oposición, ha vetado a la jueza de Potsdam Frauke Brosius Gersdorf, a la que considera demasiado progresista en materia de aborto.
Ha salido indemne de esta y otras cuestiones, como buen abogado, a base de no reconocer las preguntas por defecto de forma. «No acepto la terminología de rendimientos sociales. El rendimiento es un provecho fruto de un esfuerzo y a lo que usted se refiere son subsidios», ha corregido a una periodista.
Quizá ha abusado de la expresión «estamos trabajando en eso», cada vez que ha salido a escena alguno de los asuntos que amenazan con causar dificultades en el seno de su gran coalición con los socialdemócratas, aunque en alguno de esos asuntos ha sido crudamente claro.
Recortes
Cuando se le ha pedido que cifre y concrete los recortes sociales pendientes, no se ha ruborizado al decir que «los aproximadamente 50.000 millones de euros de los que se está hablando tendrían que ser recortados en gran medida». «Los números que hay en la sala me parecen demasiado bajos desde la perspectiva de hoy», ha dicho sobre declaraciones de sus socios, como el ministro Bas, que ha mencionado un ahorro de 1.500 millones de euros. Con esta rotundidad, ha mostrado autoridad y que puede defenderse en «los desafíos de la derecha y de la izquierda».
Una de sus grandes preocupaciones es la inmigración. Cuando se le ha recordado que hace ahora diez años que Merkel pronunció su celebérrima frase «lo lograremos», en referencia a la acogida de cientos de miles de sirios que escapaban de la guerra, Merz ha zanjado que «obviamente no lo logramos». Otra de ellas son los aranceles de Trump a partir del 1 de agosto. Él mismo está en conversaciones con el Gobierno estadounidense y dice que «se están haciendo esfuerzos para encontrar un compromiso». «No es realista que salgamos de cero a cero. Cuanto más bajos sean los aranceles al final, mejor será para ambas partes», ha resumido.
Arrastrado a Oriente Próximo, el canciller alemán Merz ha reiterado que «eventos en la franja de Gaza ya no son aceptables para nosotros», pero ha defendido su negativa a posibles sanciones contra Israel. «No, no me los compare por favor. Israel es una democracia. Y si no se defendiera, el Estado ya no existiría. Rusia e Israel no son lo mismo. Rusia está librando una guerra de agresión contra un país del que no emana ninguna amenaza. Por lo tanto, no es justo que haga esa ecuación», ha rechazado la pregunta. Sin embargo, ha aclarado también «nunca haber adoptado el término apoyo incondicional». El canciller ha enfatizado que Alemania está del lado de Israel, pero que hay que apoyar ampliamente a la población de Gaza.