Publicado: abril 6, 2025, 10:45 am
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«Estamos gobernando en el que probablemente sea el momento más difÃcil desde la posguerra». Con esta contundente afirmación, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, se dirigió por vÃdeo al congreso de la Liga en Florencia, marcando el tono de una jornada crucial para … la reafirmación del liderazgo de su aliado Matteo Salvini. En un contexto internacional turbulento, donde la sombra de los aranceles estadounidenses se cierne sobre la economÃa, Meloni prometió afrontar la cuestión con «determinación, pragmatismo y sin alarmismo».
Si bien expresó su desacuerdo con la decisión de Washington, aseguró que el Gobierno italiano está dispuesto a «desplegar todos los instrumentos de negociación y económicos necesarios, para proteger a las empresas y sectores potencialmente penalizados».
La intervención de la mandataria no se limitó a la respuesta a los desafÃos transatlánticos. Meloni lanzó un firme llamamiento a la Unión Europea, instando a una revisión profunda de las «regulaciones ideológicas» del ‘Pacto Verde Europeo’ y de la «sobrerregulación en todos los sectores». A su juicio, estas normativas constituyen «verdaderos aranceles internos» que, de mantenerse, se sumarÃan de forma contraproducente a los externos, debilitando aún más la competitividad del tejido productivo europeo.
La petición de Meloni a Bruselas es clara: liberalizar el mercado y aligerar la carga regulatoria para fortalecer la posición negociadora de Europa frente a las polÃticas comerciales de la Administración Trump.
Tras el mensaje de la primera ministra, el congreso prosiguió con el esperado discurso de Matteo Salvini, cuya reelección como lÃder de la Liga hasta 2029 era un mero formalismo, pero que sirvió como plataforma para reafirmar las lÃneas maestras de su proyecto polÃtico. En el frente económico, el lÃder de la Liga retomó temas intrÃnsecos al partido desde los años 90, como la defensa de las empresas italianas de la competencia desleal, citando explÃcitamente a China y el riesgo de explotación del trabajo infantil.
En este contexto, expresó una posición cautelosa sobre los aranceles impuestos por Estados Unidos, definiendo una guerra comercial como enemiga de la industria italiana y europea. La solución propuesta de la Liga no es la represalia con aranceles recÃprocos, sino el diálogo y la búsqueda de una competencia leal, con una clara referencia a la necesidad de contrarrestar prácticas de explotación laboral.
Un pasaje significativo del discurso fue dedicado al tema de la inmigración. Salvini reiteró la lÃnea dura del partido, invocando un «alto a la inmigración clandestina» y proponiendo de nuevo la histórica oposición al voto de los inmigrantes. En este contexto, evocó la figura de Oriana Fallaci, citando una de sus advertencias contra la «yihad islámica» y el riesgo de destrucción del mundo occidental si no se defiende. Un llamamiento fuerte, el de Fallaci, para subrayar la necesidad de no conceder espacio a quien no reconoce la supremacÃa del derecho italiano. Salvini también expresó preocupación por algunas culturas que considera inferiores en el respeto a la mujer, reiterando su oposición a «dar pedazos de ciudad a gentuza» con tales visiones.
No faltaron las crÃticas severas a la Unión Europea. Salvini acusó a la UE de haber traicionado las raÃces de la comunidad económica, transformándose en una entidad burocrática que «trabaja para matar la identidad, la industria, la agricultura, la pesca y la historia europea». Invocó un retorno a una comunidad de estados soberanos que valoren sus propias identidades y regiones, pero que no entren en el mérito de «microdirectivas cotidianas».
En este contexto, definió el Pacto Verde Europeo como un «mega arancel» que está asfixiando a las empresas, auspiciando su eliminación para poder negociar de igual a igual con otros bloques económicos. Finalmente, Salvini tocó el tema de la paz, declarando a la Liga como una «opción de paz» sin «peros». Subrayó la necesidad de dialogar con Estados Unidos, aun reconociendo los potenciales problemas de los aranceles para las empresas italianas.