Publicado: abril 7, 2025, 10:45 am
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/meloni-trump-bruselas-delicada-mision-casa-blanca-20250407163057-nt.html

El próximo 16 de abril podría marcar un punto de inflexión en la escalada de aranceles entre Estados Unidos y la Unión Europea. Ese día está previsto que la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, se reúna en la Casa Blanca con el presidente estadounidense … Donald Trump, en un encuentro que muchos ven como un intento importante para frenar la crisis.
Con vistas a esa cita, una triangulación Bruselas-Roma-Washington va tomando forma: «No hay mandato explícito, no puede haberlo. Pero la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tiene motivos para esperar que el 16 de abril se celebre una exitosa bilateral entre Giorgia Meloni y Donald Trump», escribe el ‘Corriere della Sera’. Citando fuentes gubernamentales, el diario afirma que el Ejecutivo confía en que «Giorgia Meloni pueda facilitar las negociaciones entre Europa y Estados Unidos para evitar una guerra comercial».
La propuesta podría ser volver a cero aranceles, presumiblemente por ahora inaceptables para Trump. Pero, tras esa primera propuesta, el objetivo concreto es arrancar una reducción a la mitad: fijar aranceles recíprocos del 10%, lo que podría suponer un alivio inmediato para las empresas europeas. Sin embargo, nadie en Roma alberga falsas esperanzas. Como reconoció un alto funcionario del Ministerio de Exteriores italiano, «sabemos que Trump no cederá fácilmente, pero al menos hay que intentarlo».
La estrategia de Meloni es delicada: por un lado, aprovechará su relación privilegiada con Trump. Es la única entre los líderes europeos para mediar en la crisis; por otro, intenta contener las críticas de su aliado, el líder de la Liga, Matteo Salvini, que exige negociar con Trump, pero ataca muy duramente a Bruselas. «No compartimos la decisión de Estados Unidos, pero responder con más aranceles no es la solución«, declaró el domingo la primera ministra en un videomensaje al congreso de la Liga en Florencia. Meloni insiste en que, antes de contraatacar con nuevos aranceles a Estados Unidos, la Unión Europea debe »revisar sus propias barreras«: desde el Pacto de Estabilidad hasta las normas ambientales del Pacto Verde Europeo que, según ella, asfixian al sector de la automoción.
Diversos medios, como el ‘Financial Times’, destacan que Francia y Alemania lideran un grupo de países que abogan por una respuesta contundente a los aranceles impuestos por Trump, incluyendo la posibilidad de sancionar a los servicios de empresas tecnológicas estadounidenses. Italia, sin embargo, se ha posicionado claramente en contra de esa opción. «Una guerra comercial no beneficia a nadie», declaró hoy el ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani.
Complicado dilema
Los analistas coinciden en que Meloni se encuentra ante un dilema muy complicado de resolver. Si logra convencer a Trump de suavizar su postura, ganaría prestigio internacional. Pero si fracasa, podría enfrentarse a duras críticas tanto en Italia como en el resto de capitales europeas. Acostumbrada a navegar por pragmatismo en aguas ambiguas, la primera ministra italiana tendrá al final que escoger bando. Y, según el ministro de Exteriores, Antonio Tajani, la única opción para Italia es estar con la Unión Europea. En este sentido, el ex primer ministro italiano y excomisario de Economía, Paolo Gentiloni, hace esta advertencia en ‘La Repubblica’: «Minimizar esta guerra comercial es peligroso. Trump está desintegrando el orden occidental, y Europa debe defender el multilateralismo sin caer en el chantaje ideológico«.