Publicado: julio 13, 2025, 8:45 pm
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/800000-afganos-expulsados-iran-ultimos-tres-meses-20250713175704-nt.html
La historia se repite: los afganos vuelven a ser expulsados de otro país al que huyeron de la dictadura del látigo y el Corán aplicada por los talibanes desde su vuelta al poder en 2021 en Kabul. Hace unos meses era Pakistán el que iniciaba … un programa para expulsar a los refugiados afganos que se habían asentado allí. Ahora, ese mismo plan lo está llevando a cabo Irán… de una forma masiva.
Desde marzo, cuando las autoridades iraníes ordenaron a los residentes indocumentados abandonar el país, unos 800.000 afganos han cruzado la frontera en masa, según declaró hace unos días el portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), Babar Baloch. A tenor de este organismo, casi 450.000 afganos se han visto obligados a regresar a su país desde Irán desde principios de junio. Y es que esas expulsiones alcanzaron sus máximos niveles durante la guerra de los 12 días entre Israel e Irán.
Los cruces fronterizos aumentaron drásticamente desde mediados de junio, con días en los que aproximadamente 40.000 personas entraron en Afganistán. Durante el conflicto entre Teherán y Tel Aviv el mes pasado, las autoridades iraníes sospecharon repetidamente de los afganos como posibles espías de Israel, lo que avivó los rumores y las tensiones.
En mayo, Teherán dio como fecha límite mañana, 15 de julio, para que los afganos que no cuenten con la documentación requerida abandonen Irán.
La situación para estos afganos es desoladora, porque no tienen adonde volver. La mayoría escaparon de un régimen como el de los talibanes que perseguía, castigaba y ahogaba con sus nuevas leyes islámicas. Es el caso de Mahoba, una joven que, después de varios años intentando abandonar Kabul, por fin lo pudo hacer hace unas semanas. «Querida, estamos fuera de Afganistán», escribía a ABC en un mensaje de WhatsApp. Todo parecían buenas noticias: por fin estaba ella (embarazada de ocho meses), su marido y su madre fuera de Afganistán. Tenían un visado de dos meses, pero su intención es quedarse en Irán. Sin embargo, ahora no saben qué hacer. Mientras todas estas deportaciones se sucedían, Mahoba dio a luz a su hija, Sana. «De momento nadie nos ha dicho que tenemos que abandonar el país, pero muchos amigos y conocidos han sido obligados a irse», cuenta por teléfono esta madre primeriza.
Detenciones en el trabajo
Mahoba cuenta con los permisos válidos para residir en Irán. Pero otros como ella, que ya han sido devueltos a Afganistán, han contado a la Acnur y a los medios locales que la Policía los recogía en sus lugares de trabajo o los detenía en la calle. Luego, los agentes los obligaban a subir a autobuses y recluirlos en centros de detención, antes de ser trasladados a la frontera. También han denunciado que algunos policías los extorsionaban para pagar sobornos y, de esa manera salir, de dichos centros de detención.
Otros que están siendo expulsados son los afganos que nacieron en Irán, es decir, personas que han nacido y crecido en un país y que son obligados a marcharse a otro lugar que no conocen y del que solo han oído hablar. Y, como siempre en estos casos, las mujeres son las más damnificadas por tales políticas.
Miles de mujeres solas han sido obligadas a regresar y se enfrentan a una represión extrema en su país: a la ley talibán
Miles de mujeres solas han sido obligadas a regresar a Afganistán y se enfrentan a una represión extrema: a un Gobierno que prohíbe que su voz sea escuchada, que estudien, que caminen por lugares públicos, casi que respiren. El hecho de volver solas, sin un ‘mahram’ (tutor masculino obligatorio en el Afganistán talibán, ya sea su padre, su marido o un hermano), pone a las mujeres en conflicto directo con la ley fundamentalista. Las mujeres sin un tutor masculino ni siquiera pueden desplazarse entre provincias, y mucho menos mantener una familia. «Le pedí tierras [a los talibanes], cualquier cosa para empezar de nuevo», explica Sahar, una mujer soltera cuyo padre murió hace años, al portal de información y derechos humanos Zan Times. «Me dijeron: Eres mujer, no tienes ‘mahram’. No cumples los requisitos», cuenta afligida.
Las mujeres y las niñas representan aproximadamente el 30% de los retornados desde Irán, según datos de la ONU. De marzo a mayo de este año, al menos cien mujeres no acompañadas fueron deportadas a través de un único paso en la provincia de Nimruz, junto a las fronteras con Irán y Pakistán. En los últimos 18 meses, más de 820 mujeres no acompañadas han pasado por ese cruce, según publica Zan Times.
Mayor número de refugiados
Irán es el mayor país de acogida de refugiados del mundo, con casi 3,5 millones de personas según las Naciones Unidas, principalmente personas que huyeron de décadas de guerra y violencia en Afganistán. Los grupos de ayuda humanitaria estiman que, en realidad, la población afgana en Irán es mucho mayor, incluyendo a unos dos millones de refugiados indocumentados. La paciencia de Irán con ellos parece haberse agotado.
Aunque el Gobierno talibán asegura que proporciona a los retornados refugios temporales, asistencia y otros servicios, no parece que esté cumpliendo con sus palabras. Las agencias humanitarias denuncian las condiciones en las que estas personas están volviendo.