Publicado: junio 5, 2025, 6:45 am
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Luiz Inácio Lula da Silva, presidente del Brasil, ha iniciado este jueves una visita de Estado a Francia, donde espera forjar «nuevas convergencias» Norte-Sur y firmar acuerdos comerciales con Emmanuel Macron, a pesar de grandes diferencias de fondo sobre Ucrania y Mercosur.
Macron recibió a Lula con una ceremonia militar muy solemne en la entrada de los Inválidos, el monumento nacional donde está enterrado Napoleón, seguida de una comida de trabajo, en el palacio del Elíseo, donde también se celebrará una cena de gala.
Macron y Lula sostienen relaciones personales muy cordiales, a pesar de diferencias diplomáticas de cierto calado.
El presidente brasileño fue un invitado de honor de Vladímir Putin, a primeros de mayo, en Moscú, durante un impresionante desfile militar, destinado a recordar su posición en Ucrania. Las fuentes próximas a Macron matizan: «Presentaremos al presidente brasileño un informe especial recordando quién es el Estado agresor y quien es el pueblo agredido».
Entre Francia y Brasil hay otro terreno de grandes diferencias. París se opone a un acuerdo comercial entre la UE y Mercosur (Mercado Común del Sur), del que forman parte Brasil, Argentina, Bolivia, Paraguay, Uruguay, con Chile, Colombia, Ecuador, Guayana, Panamá y Perú como países asociados. Alemania y España apoyan el acuerdo, Francia se opone. Brasil estima que la gran crisis comercial mundial precipitada por Donald Trump, debiera favorecer intentos de aproximación y comunicación sensible.
A pesar de esas diferencias de fondo en cuestiones capitales, Macron y Lula creen posible una acercamiento bilateral, franco-brasileño, y multilateral, Norte-Sur.
En el terreno bilateral, el viaje de Estado de Lula permitirá firmar una docena de acuerdos en terrenos sensibles, como la cooperación en cuestiones de defensa (Francia aspira a vender armas), energía, sanidad, tecnología y medio ambiente.
En el terreno multilateral, la Francia de Macron y el Brasil de Lula comparten posiciones bastante próximas en terrenos inflamables de la nueva geografía mundial de los conflictos.
Reconocimiento de Palestina como Estado
Ante Gaza, Lula hace años que reconoció a Palestina. Macron espera que Lula apoye las iniciativas francesas, en Naciones Unidas, para intentar alcanzar un acuerdo global, que pudiera comportar el reconocimiento francés de Palestina, dentro de unas semanas.
Ante la gran crisis del comercio mundial precipitada en Washington por Donald Trump, los portavoces oficiales de Macron insisten en este punto, muy sensible: «Brasil es un gran Estado emergente, que ejerce, este año, la presidencia de los BRICS (que agrupa a países como Rusia, India, China, Egipto, Emiratos Árabes, Irán, Indonesia). Desde ese puesto, y otros, Brasil puede favorecer puntos de diálogo o no agresión que son importantes en tiempos de crisis mundial».
A caballo entre lo bilateral y lo multilateral, Francia y Brasil también tienen en común intereses sensibles. Lula espera de Macron tareas de ‘intermediario’ en la escena y mercados europeos, a la espera del todavía lejano acuerdo entre la UE y Mercosur. Macron tampoco olvida que Brasil es una muy gran potencia en el Cono sur americano.