Lukashenko «abre las puertas» de Bielorrusia a Maduro si decide huir de Venezuela: «Nunca fue nuestro enemigo» - Colombia
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Lukashenko «abre las puertas» de Bielorrusia a Maduro si decide huir de Venezuela: «Nunca fue nuestro enemigo»

«Maduro nunca fue nuestro enemigo. Si desea venir a Bielorrusia, las puertas para él están abiertas». Estas palabras que el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha pronunciado durante una entrevista en la televisión estadounidense ocurren dentro de una de las mayores crisis … del régimen chavista en Venezuela, en mitad de fuertes presiones militares de la Casa Blanca. Lukashenko, conocido como el último dictador de Europa, ha sido el primero en ofrecer una solución a la hipotética salida del poder de su homólogo venezolano, como hizo Vladimir Putin tras el derrocamiento del expresidente sirio Bashar Al Assad. Aunque «nunca» ha hablado de este tema con el presidente venezolano, Nicolás Maduro.
Lukashenko, que ostenta el poder desde 1994 ininterrumpidamente, ha mostrado una gran simpatía con respecto a Maduro durante una entrevista ante la televisión estadounidense Newsmax, filmada en un despacho en Minsk y recogida por la agencia estatal de noticias bielorrusa Belta. «Maduro no es alguien que lo dejaría todo y huiría. Es un hombre fuerte, como Chávez, decente, una persona sensata con la que se puede hablar y llegar a un acuerdo. Lo conozco, se podría decir, desde la infancia (…) Es un hombre heroico».

Este apoyo tan explícito llega tan solo unos días después de que el presidente Ruso, Vladimir Putin, reiterara su apoyo al Ejecutivo venezolano ante las presiones de Trump. Lukashenko, cuyo Gobierno se mantiene en la órbita del Kremlin, comparte con Putin también una indisimulada nostalgia por la extinta Unión Soviética y su comunismo. Sin embargo, en el discurso del dictador bielorruso hay guiños más que evidentes a las políticas de Trump.
«Hemos hablado más con los estadounidenses sobre Venezuela, siendo francos, que con Maduro sobre su renuncia», ha afirmado, tras reunirse el fin de semana pasasdo con John Cole, emisario de la Casa Blanca. Presionado por Trump mediante una gran despliegue militar en el Caribe y ahogado por sanciones económicas, la continuidad de Maduro está siendo amenazada por un cada vez mayor acoso por parte de la Casa Blanca, que acusa al dictador de estar detrás de un entramado para introducir droga en EE.UU.

Publicado: diciembre 16, 2025, 9:45 am

La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/lukashenko-sobre-rumores-posible-huida-maduro-bielorrusia-20251216151200-nt.html

«Maduro nunca fue nuestro enemigo. Si desea venir a Bielorrusia, las puertas para él están abiertas». Estas palabras que el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha pronunciado durante una entrevista en la televisión estadounidense ocurren dentro de una de las mayores crisis del régimen chavista en Venezuela, en mitad de fuertes presiones militares de la Casa Blanca. Lukashenko, conocido como el último dictador de Europa, ha sido el primero en ofrecer una solución a la hipotética salida del poder de su homólogo venezolano, como hizo Vladimir Putin tras el derrocamiento del expresidente sirio Bashar Al Assad. Aunque «nunca» ha hablado de este tema con el presidente venezolano, Nicolás Maduro.

Lukashenko, que ostenta el poder desde 1994 ininterrumpidamente, ha mostrado una gran simpatía con respecto a Maduro durante una entrevista ante la televisión estadounidense Newsmax, filmada en un despacho en Minsk y recogida por la agencia estatal de noticias bielorrusa Belta. «Maduro no es alguien que lo dejaría todo y huiría. Es un hombre fuerte, como Chávez, decente, una persona sensata con la que se puede hablar y llegar a un acuerdo. Lo conozco, se podría decir, desde la infancia (…) Es un hombre heroico».

Este apoyo tan explícito llega tan solo unos días después de que el presidente Ruso, Vladimir Putin, reiterara su apoyo al Ejecutivo venezolano ante las presiones de Trump. Lukashenko, cuyo Gobierno se mantiene en la órbita del Kremlin, comparte con Putin también una indisimulada nostalgia por la extinta Unión Soviética y su comunismo. Sin embargo, en el discurso del dictador bielorruso hay guiños más que evidentes a las políticas de Trump.

«Hemos hablado más con los estadounidenses sobre Venezuela, siendo francos, que con Maduro sobre su renuncia», ha afirmado, tras reunirse el fin de semana pasasdo con John Cole, emisario de la Casa Blanca. Presionado por Trump mediante una gran despliegue militar en el Caribe y ahogado por sanciones económicas, la continuidad de Maduro está siendo amenazada por un cada vez mayor acoso por parte de la Casa Blanca, que acusa al dictador de estar detrás de un entramado para introducir droga en EE.UU.

«Entiendo mucho a Trump, porque Venezuela está cerca, como Ucrania está al lado de Rusia», ha asegurado el bielorruso, que ha abogado por una solución «pacífica» a «los deseos» de EE.UU., una idea que choca con la dinámica de Trump de enmarcar su relación con algunos países del entorno, como México o Venezuela, como problemas de seguridad nacional.

El mandatario bielorruso ha asegurado que «los venezolanos celebraron las elecciones para su pueblo y sus resultados son conocidos, no hay otros resultados». Defiende así los resultados electorales de Maduro –cuya nula legitimidad quedó ampliamente demostrada– y pone en cuestión los de las elecciones en EE.UU. que auparon a Joe Biden hasta la presidencia: «¿Recuerdan cuando a Trump, como decimos aquí, lo tiraron, lo derrocaron en las elecciones pasadas? Allí hubo boletas tiradas, votaron por correo. Sus elecciones fueron cien por cien falsificadas». Por tanto, según su razonamiento, los estadounidenses, «con semejante equipaje electoral», cometen el error de no reconocer las elecciones «en Venezuela, en Bielorrusia o en cualquier otro lugar.»

Después ha cargado contra las sanciones europeas contra su país y el cierre de fronteras por parte de sus vecinos, un hecho que desde los mismos se ha justificado con las repetidas violaciones del espacio y las sospechas de colaboración con Putin en maniobras de desestabilización, enmarcadas en la llamada ‘guerra híbrida’.

«No creo que tal volumen de drogas que va a Estados Unidos, venga de Venezuela. Maduro no es un drogadicto»

Alexander Lukashenko

Presidente de Bielorrusia

Lukashenko calca a Trump hacia el final de la entrevista, al erigirse como el dique de contención de una corriente de narcotráfico que acaba en el mercado europeo y por la que es castigado injustamente: «Me están asfixiando, y yo debo protegerlos de las drogas. Exactamente igual que ustedes, no deben asfixiar a Venezuela». Al final, acaba asegurando que los europeos «traen drogas sintéticas» a su territorio.

Sin embargo, marca algunas diferencias: «Es un fenómeno planetario con el que debemos luchar, pero no con misiles. Debemos pensar, no guerrear». Además, ha confesado que no cree que «tal volumen de drogas que va a Estados Unidos, venga de Venezuela». «No creo en lo que dice Trump al respecto». Y defiende al Gobierno venezolano antes que al estadounidense: «Maduro no es un drogadicto, eso lo sé con certeza».

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