Publicado: octubre 30, 2025, 4:45 pm
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/judios-ultraortodoxos-toman-jerusalen-protesta-ley-reclutamiento-20251030175312-nt.html
Jerusalén se tiñó de blanco y negro en la jornada de la «marcha del millón de hombres» convocada por los judÃos ultraortodoxos en contra de la ley de reclutamiento. Cientos de miles de jaredÃes, 200.000 según los medios locales, tomaron las calles de … la ciudad santa, bloquearon carreteras durante dos horas y se enfrentaron a las fuerzas de seguridad para protestar en contra de los planes que persiguen que puedan ser llamados a filas como el resto de israelÃes. Las consignas más coreadas fueron «no creemos en el gobierno de los herejes», «preferimos morir antes que alistarnos» o «el estudio de la Torá es nuestro ejército». Como es habitual en sus concentraciones, también atacaron a periodistas que cubrÃan la movilización.
El alistamiento de los religiosos es un tema polémico en un Estado judÃo en el que gozan de privilegios desde su establecimiento en 1948. En la guerra de Gaza han muerto casi mil soldados y el sector laico del paÃs reclama a los ultraortodoxos que den un paso al frente, pero estos se resisten y argumentan que ellos luchan con la oración. En junio de 2024, el Tribunal Supremo dictaminó que no hay base legal para seguir eximiendo a los hombres ultraortodoxos de acudir a la llamada a filas y que deben comenzar a ser reclutados, lo que provocó un enorme malestar en la comunidad. Según el veredicto, eximir a los religiosos supone «una grave violación del principio de igualdad ante la ley».
No hay una fecha confirmada públicamente para la votación final de la ley de alistamiento, pero el lunes se debatirá el proyecto de ley en el parlamento y por eso los lÃderes de la comunidad llamaron a los suyos a salir a las calles de forma masiva.
Crisis de gobierno
Los medios ultraortodoxos defienden que «un Estado que recluta yeshivas (escuelas religiosas) no tiene derecho a existir» y Moshe Gafni, diputado de JudaÃsmo del Unido del Pentateuco (formación de judÃos askenazÃes), defendió que el estudio de la Torá es su contribución al pueblo de Israel y que obligarlos a servir «destruye la Torá».
El conflicto afecta directamente a la estabilidad del gobierno porque BenjamÃn Netanyahu necesita el apoyo de JUP y de Shas (formación de judÃos sefardÃes), las dos grandes formaciones religiosas, para conservar su mayorÃa. Los lÃderes de ambos partidos amenazan con abandonar la coalición si la ley sigue adelante y piden a las autoridades que den marcha atrás en el reciente endurecimiento de medidas contra quienes se niegan a presentarse en los centros de reclutamiento.
Ley divide al gobierno
Este debate sobre la llamada a filas de los religiosos lleva mucho tiempo abierto y dirigentes polÃticos como Yair Lapid, ahora lÃder de la oposición, se han erigido en defensores de su aplicación. Lapid aboga por impulsar sanciones contra ultraortodoxos que evadan el servicio, incluso proponiendo la revocación de su derecho a voto. Netanyahu trata de contentar a todos e insiste en que su gobierno «encontrará una manera» de terminar con las exenciones. De momento lo que está sobre la mesa es un borrador de ley con sanciones leves, gran flexibilidad para los estudiantes de las yeshivá y la opción de prestar servicio comunitario en lugar de coger un arma.
Según los datos del estudio anual que realiza el Instituto de la Democracia de Israel, se calcula que en 2030 los ultraortodoxos supondrán el 16% de la población judÃa de Israel y en 2065 el porcentaje se elevará al 40%. Un crecimiento basado en la media de 6,9 hijos que tiene cada mujer ultraortodoxa, muy superior al 2,4 del resto de mujeres no jaredÃes.
