Publicado: junio 17, 2025, 10:45 am
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/lideres-tapon-evo-cristina-dano-falta-renovacion-20250617133126-nt.html

No es solo que se crean imprescindibles, es que solo quieren mandar ellos. Evo Morales está agravando la crisis de Bolivia, en medio de disturbios con muertos, porque no acepta que su tiempo ya pasó y las órdenes las dan otros; Cristina Fernández … ha venido impidiendo que el peronismo argentino pase página a un cuarto de siglo kirchnerista y encuentre otros liderazgos y fórmulas que se adecúen mejor a los nuevos tiempos, con propuestas creíbles para superar la grave crisis económica nacional.
Morales y Fernández han sido noticia la última semana por su insistencia en querer ser candidatos a pesar de que ya hasta los tribunales de sus países, con decisiones judiciales en su contra, les obligan a jubilarse.
Pero líderes tapón hay unos cuantos más en Latinoamérica. Es el caso de Rafael Correa, que sigue lastrando al correísmo en su intento de regresar al poder en Ecuador, y es el caso, con algunas diferencias, de Lula da Silva en Brasil o Álvaro Uribe en Colombia, con hiperliderazgos que dificultan abrir eras completamente nuevas.
Al margen quedan quienes se han convertido en dictadores –Ortega y Maduro– o pueden estar avanzando en esa dirección, como Bukele en El Salvador.
Bolivia y Argentina
«Yo o el caos» es la máxima que parece querer aplicar Evo Morales. Tras dos semanas de bloqueos de carreteras, los disturbios provocados por sus seguidores han acusado seis muertos, cuatro de ellos policías, en episodios de extrema violencia: a un agente lo secuestraron y le pusieron explosivos en el pecho; a un joven de 17 años lo mataron a golpes acusándole de ayudar a las fuerzas del orden.
Morales se mantuvo en la presidencia durante casi 14 años, en contra de lo que establece la Constitución que él mismo hizo aprobar y desoyendo un referéndum popular que demandaba ajustarse al límite de dos mandatos; solo abandonó la presidencia al ser empujado por los militares ante evidencias de fraude electoral.
Dejó a su ministro de Economía, Luis Arce, como sustituto con la esperanza de retomar el cargo más adelante; ante la negativa de este de devolverle el puesto y tras cerrarle las puestas a una nueva candidatura Morales se ha echado al monte. El Tribunal Supremo y el Tribunal Electoral han vetado que pueda ser candidato en las elecciones del próximo 17 de agosto, pero el expresidente se cree por encima de todos. Con ello ha roto el partido, el Movimiento al Socialismo, MAS, y está ahondando la crisis económica y política que sufre el país.
A las causas judiciales pendientes por supuesta trata de personas (relaciones con menores) se ha unido ahora la de fomento del terrorismo. Sin entregarse a las autoridades, se ha atrincherado en el Chapare, la zona cocalera próxima a Cochabamba que siempre ha controlado.
A diferencia de Morales, Cristina Fernández se entrega esta semana a la Justicia, que ha confirmado la condena de seis años de prisión y de inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos a raíz de una causa de corrupción. La viuda del presidente Néstor Kirchner no tuvo suficiente con ocho años en la presidencia, sino que luego, en lugar de retirarse de la vida política, ha seguido manteniendo el control sobre el Justicialismo.
Fue senadora y vicepresidenta de Argentina y en diciembre de 2024 pasó a ocupar la presidencia del partido; ahora quería ser candidata a diputada provincial en Buenos Aires. Un liderazgo tan largo ha imposibilitado un recambio interno creíble: el presidente Alberto Fernández se vio siempre tutelado, como ocurrió con los candidatos presidenciales Scioli y Massa, mientras que el supuesto heredero, Axel Kicillof, nunca ha podido dar un completo paso adelante.
¿Reelección de Lula?
Falta de renovación se está dando también en Brasil, donde Lula da Silva se plantea la posibilidad de volver a ser candidato en octubre de 2026, mes en que cumplirá 81 años. Ya presidente ocho años (2003-2010), Lula volvió a ser candidato en 2022 tras el desalojo de su sucesora Dilma Roussef y la fallida apuesta por Fernando Haddad en 2018. Ni el Partido de los Trabajadores ni el propio Lula, deseoso de reivindicarse tras su paso por prisión, propiciaron una renovación interna para enfrentar a Bolsonaro y ahora el riesgo de un regreso del bolsonarismo vuelve al PT a quizá fiarlo todo a Lula
Presidentes que han tenido mucho poder difícilmente se retiran dando paso a nuevos liderazgos. En Colombia, ha sido muy alargada la sombra de Álvaro Uribe, quien sigue controlando el Centro Democrático por él creado, y ya veremos si Gustavo Petro sabe ir se a su casa o bien interferirá en la vida pública después de 2026. En las elecciones de este año en Ecuador ya se vio que la insistencia del expresidente Correa de querer seguir manejando el partido que dejó detrás de sí cuando buscó refugio en Bélgica le está impidiendo pasar página a la izquierda.