Publicado: julio 8, 2025, 8:45 pm
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/presion-trump-acerca-tregua-gaza-negociacion-bajo-20250708172832-nt.html
El alto el fuego en Gaza depende de la presión de Donald Trump sobre Benjamin Netanyahu y de las garantías que ofrezca Estados Unidos a Hamás de que se negociará en serio el final de la guerra. El presidente estadounidense envió a su negociador … Steve Witkoff a Doha, donde se mantiene el diálogo indirecto entre Israel y Hamás y esto puede acelerar el proceso. La negociación «necesita tiempo», en palabras del portavoz de Exteriores de Qatar, y se desarrolla a la sombra del plan hecho público por Israel para concentrar a 600.000 gazatíes en una «ciudad humanitaria», un campo levantado sobre las ruinas de Rafah. Según Wiktoff, es posible alcanzar una «tregua de 60 días» para el final de esta semana.
El diálogo se desarrolla también bajo el fuego e Israel mató al menos a 54 personas, ocho de ellas a tiros cuando buscaban comida en un punto de reparto, y el ejército perdió a cinco hombres tras la explosión de un artefacto cuando patrullaban al norte de la Franja. Pese al enorme desgaste sufrido en los 20 meses de operación israelí y a la pérdida de su liderazgo militar, Hamás resiste y en el último mes han caído 21 soldados en Gaza.
Fuentes de Hamás consultadas por el diario saudí ‘Asharq Al Awsat’ describieron las negociaciones como «más serias» y añadieron que «existe un optimismo cauteloso sobre un posible avance, especialmente dada la clara presión estadounidense para alcanzar un acuerdo pronto». Estas mismas fuentes insistieron en que, las negociaciones no se han estancado y se espera que continúen durante varios días. «Al menos por ahora, no pueden calificarse de negativas», declaró el alto cargo islamistas, quien destacó que «los mediadores están realizando importantes esfuerzos para avanzar y alcanzar un acuerdo lo antes posible».
Ante las prisas de Trump por anunciar el acuerdo esta misma semana, el portavoz de Exteriores de Qatar fue cauto y señaló que «no creo poder dar un plazo en este momento, pero puedo decir que necesitaremos tiempo». Esta situación cambiará en cuanto aparezca Witkoff con las órdenes de Trump para llegar lo antes posible a un nuevo cese de hostilidades.
La hoja de ruta marca una tregua de dos meses en los que Hamás liberará a 28 rehenes, 10 de ellos con vida, e Israel sacará de prisión a unos mil presos, varios de ellos condenados a cadena perpetua. Las principales demandas palestinas sobre la mesa son la entrada sin restricciones de ayuda humanitaria, que repartirían las agencias de la ONU, una retirada gradual de las fuerzas israelíes y garantías de que la guerra terminará definitivamente. En el otro extremo se encuentra la decisión de Netanyahu de no cerrar esta guerra hasta que desaparezca Hamás, entregue las armas y sus líderes salgan al exilio.
Un «campo de concentración»
El anuncio del ministro de Defensa, Israel Katz, de poner en marcha un plan para concentrar a la población de Gaza en un campo levantado sobre las ruinas de Rafah fue calificado de «campo de concentración» por Amos Goldberg. En palabras del historiador israelí, estudioso del Holocausto, «no es una ciudad y no es humanitaria».
Michael Sfard, abogado israelí de derechos humanos, declaró al diario ‘The Guardian’ que el plan de Katz es «un modelo para crímenes de lesa humanidad. Si bien el gobierno aún califica la deportación de voluntaria, la población de Gaza se encuentra sometida a tantas medidas coercitivas que ninguna salida de la Franja puede considerarse legalmente consensuada». Sfard aclaró que expulsar a alguien de su tierra natal durante una guerra es un «crimen de guerra». Y, si se realiza a gran escala, como ha descrito Katz, «se convierte en un crimen de lesa humanidad». Israel va sumando acusaciones de crímenes de guerra en Gaza, pero esto no ha influido en mantener su estrategia de uso máximo de la fuerza y de emplear el hambre como arma de guerra.
Este plan israelí está en la línea de la idea de Trump de desplazar a la población gazatí de forma masiva para levantar allí la ‘Riviera de Oriente Medio’. Los medios israelíes aseguraron que durante la visita de Netanyahu a la Casa Blanca otro de los temas a debate son los posibles destinos de acogida para los palestinos. Después de 57.000 muertos, la mayoría mujeres y niños, y de la destrucción de escuelas, hospitales y resto de infraestructura, Israel habla de «emigración voluntaria» de gazatíes.
Cambio de estrategia de Hamás
Mientras Netanyahu y Trump discuten el futuro de Irán o la posible ampliación de los Acuerdos Abraham a países como Siria o Arabia Saudí, el frente de Gaza sigue abierto y el goteo de bajas en el ejército no cesa. En el último mes son 21 las bajas y, en total, los israelíes han perdido 449 hombres desde que lanzaron la operación por tierra. Hamás ha cambiado de estrategia y ahora su arma más mortal son los artefactos explosivos improvisados que colocan en caminos o edificios abandonados y hacen explotar al paso del enemigo.
El último incidente del lunes por la noche, según reveló el ejército, fue una especie de emboscada en la que «los soldados de infantería fueron alcanzados por una bomba colocada por terroristas al costado de una carretera». Además de los 5 muertos, otros 14 militares resultaron heridos y la evacuación se desarrolló bajo fuego enemigo. Abu Obeida, portavoz del ala militar de Hamás, declaró en redes sociales que habían asestado «un duro golpe» al ejército en una «operación compleja» en la Beit Hanún, al norte de la franja y uno de los lugares más castigados por Israel ya que es un mar de escombro.