Publicado: septiembre 8, 2025, 10:45 am
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El mundo se divide entre las persona que tienen la piel seca o grasa, ya que en las últimas clasificaciones, la mixta ha pasado a ser una variante de la piel grasa, mientras que la sensible, no es un tipo de piel sino un … estado que puede afectar a cualquiera de las dos en algún momento. Conocer el tipo de piel es importante para elegir los cosméticos y los cuidados que necesita, para, entre otras cosas, poder retrasar su envejecimiento. Siempre se ha dicho que la piel grasa envejece mejor, pero aunque puede haber algo de verdad, la realidad es que, como señala la farmacéutica Gema Herrerías en su libro ‘Código piel’ «el envejecimiento cutáneo está determinado principalmente por la cantidad y calidad del colágeno y la elastina, y no por la cantidad del sebo».
Identificar la piel grasa
La piel grasa se caracteriza por los brillos, principalmente en la zona T (frente, nariz y mentón), la dilatación de los poros, la textura irregular, los puntos negros y los brotes de acné. Se trata de un tipo de piel más habitual en la juventud, porque con el paso de los años, la producción de sebo disminuye. En el caso de la mujer, es algo normal a partir de la menopausia, como señalan las doctoras Sara Domínguez y Ángela Ojeda, médicos estéticos y fundadoras de Stem Beauty: «con la menopausia y el envejecimiento, la producción sebácea suele disminuir, pero algunas personas mantienen características de piel grasa incluso en edades avanzadas, sobre todo a nivel de poros visibles o tendencia al brillo en la zona T».
Cómo envejece la piel grasa
Las doctoras de Stem Beauty aseguran que «la mayor producción de sebo ayuda a mantener la piel más hidratada y protegida frente a la sequedad, lo que puede retrasar parcialmente la aparición de arrugas finas. Sin embargo, eso no significa que la piel grasa no envejezca: lo hace de forma distinta, con más tendencia a la flacidez, al poro dilatado y a la pérdida de luminosidad. Aunque la piel grasa tiende a formar menos arrugas finas, es más propensa a la pérdida de definición en el óvalo facial y a una textura irregular. Además, el poro dilatado y las cicatrices de acné pueden hacerse más visibles con los años».
Raquel González, cosmetóloga y creadora de Byoode, asegura que «las pieles con mayor cantidad de grasa suelen envejecer mejor siempre que consigan evitar los procesos inflamatorios. Esto ocurre porque esa grasita natural ejerce de antioxidante y protector de la piel».
Mireia Fernández, directora dermocosmética de Perricone MD, añade que las pieles grasas «tienen más vitamina E natural y se autoprotegen mejor. No debemos olvidar que esta vitamina es uno de los antioxidantes estrella que previenen la acción de los radicales libres, principales agentes del envejecimiento. Esto evitará los procesos inflamatorios que pueden ocasionar las cascadas de envejecimiento y las roturas de las fibras de colágeno».
Por su parte, Estefanía Nieto, directora dermocosmética de Medik8, sostiene que «al tener más grasa en la superficie, tienen una función barrera muy potente. Es decir, son excelentes para retener la hidratación en la piel. Si les aportamos la humedad necesaria, la mantendrán más fácilmente y esto revelará una tez más jugosa y de aspecto más relleno».
Es importante resaltar que la piel grasa también necesita hidratación, la clave está en elegir productos adecuados para ella: texturas ligeras, que sean no comedogénicos y algunos expertos aconsejas que sean oil-free. «Cuando tenemos la piel grasa, creemos que le sobra hidratación, pero eso es un error, lo que le sobra es nutrición y tendemos a privarla de la humedad que necesita y que pueden aportarle activos como el ácido hialurónico», aconseja Mireia Fernández.
La rutina antiedad en las pieles grasas
Los retos de la piel grasa, conforme pasan los años, suelen ser los poros dilatados, la textura irregular, la flacidez y, aunque en menor medida que en las pieles secas, también las arrugas. Para cuidar estas pieles es importante elegir productos limpiadores suaves, y activos que ayuden a controlar la producción de sebo.
Para las doctoras Domínguez y Ojeda, de Stem Beauty, «es clave combinar el control del sebo con la estimulación del colágeno. Se recomiendan rutinas ligeras con retinoides, antioxidantes y péptidos, junto a hidratantes no comedogénicas. Son muy beneficiosos tratamientos de medicina regenerativa como nuestro exclusivo Golden Glow, que mejora la textura, aspecto del poro y la luminosidad, sin sobrecargar la piel».
Raquel González recomienda «tener bajo control dos aspectos: primero, que además de nutridas de forma natural, le aportemos la humedad necesaria y, segundo, que evitemos los brotes de acné por ese exceso de grasa».
Por otra parte, para controlar los posibles granitos, Estefanía Nieto apuesta por la exfoliación. «Hay que elegir productos ricos en ingredientes como el ácido salicílico o las arcillas detoxificantes, con lo que también reduciremos el exceso de grasa. Eso sí, no lo debemos hacer en exceso para no eliminar los niveles de lípidos básicos».