Publicado: octubre 9, 2025, 8:45 pm
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/persecucion-trump-rivales-politicos-continua-imputan-fiscal-20251010013535-nt.html
La persecución de rivales políticos emprendida por Donald Trump tras su regreso a la Casa Blanca llega se ha cobrado una nueva pieza: el Departamento de Justicia ha imputado a la fiscal general de Nueva York, la demócrata Letitia James, por … acusaciones de fraude hipotecario.
James era uno de los grandes objetivos de la ‘vendetta’ del presidente de EE.UU.: ella fue quien impulsó un caso en Nueva York contra Trump por una trama de sobrevaloración de activos en su compañía para conseguir mejores condiciones financieras, que acabó con una multa multimillonaria en la jurisdicción civil.
La imputación de James -que concurrió a las elecciones de 2018 para fiscal general de Nueva York con la promesa de ir a por Trump, que entonces estaba en su primer mandato como presidente- ocurre poco después de que el Departamento de Justicia haya imputado a otro rival político de Trump: James Comey, el que fuera director del FBI, también en su primer mandato.
Ambas imputaciones se han producido en un distrito del estado de Virginia donde hace pocas semanas Trump instaló como fiscal a Lindsey Halligan, que ha sido una de sus abogadas personales.
Las imputaciones han venido cargadas de polémica, ante la evidencia de que Trump estaba instrumentalizando el Departamento de Justicia para perseguir a sus rivales. El anterior fiscal de ese distrito, elegido también por Trump para el cargo, Erik Siebert, fue despedido por el presidente después de que no encontrara justificación para imputar a James.
La imputación contra James alega que la fiscal general declaró tener una casa en Virginia -su residencia habitual es en Brooklyn, Nueva York- como segunda residencia, pero que en su lugar la utilizó como inversión para alquiler, lo que le permitió obtener mejores condiciones financieras para una hipoteca.
El presidente no trató de disimular que impone investigaciones al Departamento de Justicia, sin rastro de la independencia que se le presume a la fiscalía frente al poder ejecutivo. En un mensaje en su red social, exigió a la fiscal general, Pam Bondi, que impulsara y acelerara los procesos criminales contra sus rivales políticos. Después, delante de la prensa, insistió: «Solo quiero que la gente actúe. Tienen que actuar. Y tenemos que hacerlo rápido».
Halligan, su exabogada convertida en fiscal de distrito, ha hecho todo eso. En pocos días, ha conseguido imputaciones contra Comey y contra James. Comey, acusado de mentir al Congreso, se declaró no culpable en su vista inicial ante el juez esta semana. James ha repetido hasta la saciedad que las alegaciones contra ella no tienen fundamento, algo que volvió a hacer tras conocer su imputación: «Las declaraciones públicas del presidente dejan claro que su único objetivo es la venganza política a cualquier coste», dijo.
«Supone una gran preocupación que este caso haya sido impuslado por el deseo de venganza del presidente Trump», reaccionó Abbe Lowell, abogado de James. «Cuando un presidente puede ordenar de forma pública que se impongan cargos contra alguien, después de que se haya revelado de que los fiscales de carrera no encontraran justificación, supone un ataque serio al imperio de la ley».
El próximo objetivo de la fiscalía de Trump podría ser el senador Adam Schiff, al que el presidente ya mencionó en esos mensajes en los que exigía rapidez en el impulso de investigaciones. Schiff ha sido un legislador muy combativo con Trump y lideró el comité de investigación del asalto al Capitolio por parte de una turba trumpista.
«Nixon tenía una lista de enemigos», dijo Schiff del que fuera presidente de EE.UU., Richard Nixon, que tuvo que renunciar a su cargo en 1974 por el escándalo Watergate. «Pero no hemos tenido nada como este abuso brutal, antidemocrático y corrupto del Departamento de Justicia como el que estamos viendo con Donald Trump, es algo sin precedentes».