La nueva jefa del MI6 advierte de que «la línea de combate está en todas partes» en el inicio de una era marcada por amenazas híbridas

«La línea de combate está en todas partes». Con esas palabras, la cabeza del Servicio Secreto de Inteligencia del Reino Unido, Blaise Metreweli, habló este lunes en su primera intervención pública, en un discurso concebido para explicar cómo la agencia se reconfigura … ante un escenario global que, según advirtió, se ha vuelto más inestable, más rápido y más difícil de interpretar. Argumenta que se debe a la confluencia de disrupciones tecnológicas, operaciones híbridas y maniobras informativas que, en su conjunto, reescriben las reglas de confrontación entre Estados.
La jefa del MI6, primera mujer en ocupar el cargo desde la creación del servicio y nombrada este año en un momento que Downing Street describió como de amenazas «en una escalada sin precedentes», utilizó esta comparecencia para situar al Reino Unido en una encrucijada en la que, afirmó, la seguridad nacional depende de la capacidad de anticipar riesgos que desbordan las dimensiones militares tradicionales y penetran en ámbitos económicos, digitales y sociales.
El telón de fondo de su discurso se remonta al anuncio de su nombramiento, cuando el primer ministro Keir Starmer justificó su elección al subrayar que el país afronta desafíos simultáneos. Desde la presencia de buques de inteligencia rusos en aguas británicas hasta ciberataques con potencial para alterar servicios públicos críticos, elementos que, según señaló entonces, requerían un liderazgo con conocimiento operativo, visión tecnológica y capacidad para coordinar respuestas entre agencias.

Metreweli, que había sido directora general de tecnología e innovación del MI6 y previamente ocupó otras responsabilidades en el MI5, asumió la dirección del servicio en sustitución de Richard Moore, con un mandato centrado en modernizar sus capacidades y reforzar su papel en la arquitectura de seguridad británica.
La jefa del MI6 insistió este lunes en la necesidad de alianzas más sólidas y en una adaptación tecnológica acelerada para hacer frente a un escenario dominado por amenazas híbridas y campañas de manipulación informativa. En esta línea, enfatizó que el uso de tecnología ya no constituye una herramienta complementaria, sino un elemento estructural del trabajo de inteligencia.
«El dominio de la tecnología debe impregnar todo lo que hacemos. No solo en nuestros laboratorios, sino en el campo, en nuestro oficio y, todavía más importante, en la mentalidad de cada agente. Debemos sentirnos tan cómodos con líneas de código como con fuentes humanas, tan fluidos en Python como en varios idiomas», señaló.
Metreweli centró una parte significativa de su intervención en el análisis de la amenaza híbrida que, según advirtió, configura la relación actual entre potencias. Identificó a Rusia como un actor «agresivo, expansionista y revisionista» y sostuvo que su estrategia exterior incorpora deliberadamente la desestabilización como herramienta política.

«Nuestro apoyo es duradero»

Además, advirtió al presidente ruso Vladímir Putin de que «no debe albergar duda alguna, nuestro apoyo (a Ucrania) es duradero», y «la presión que aplicamos en nombre de Ucrania se mantendrá», afirmó, antes de advertir que «la exportación del caos es una característica del enfoque ruso ante el compromiso internacional, y debemos prepararnos para que esto continúe hasta que Putin se vea obligado a modificar su cálculo».
En su discurso, Metreweli destacó que «el desafío definitivo del siglo XXI no es simplemente quién maneja las tecnologías más poderosas, sino quién las guía con mayor sabiduría. Nuestra seguridad, nuestra prosperidad y nuestra humanidad dependen de ello», afirmó, mientras argumentó que ninguna infraestructura tecnológica, por sofisticada que sea, sustituye la necesidad de criterios éticos, análisis contextual y capacidad de decisión informada.
Así, agregó que «la capacidad para redescubrir nuestra humanidad compartida, nuestra habilidad para escuchar y nuestro coraje» será determinante para entender un mundo «más rápido, más peligroso y mediado por la tecnología», en el que la distinción entre guerra, influencia y competición se ha vuelto crecientemente difusa.
Metreweli concluyó su primera intervención pública con una defensa explícita de la agencia humana como elemento indispensable para enfrentar amenazas que evolucionan a un ritmo difícil de asimilar. «No es lo que podemos hacer lo que nos define, sino lo que elegimos hacer. Esa elección, el ejercicio de la agencia humana, ha dado forma a nuestro mundo antes y lo hará de nuevo».