La izquierda chilena, entre la continuidad o la ruptura, tras el fracaso electoral

El lunes en la mañana, el día después de la segunda vuelta electoral en Chile, los partidos que respaldaron la candidatura oficialista de la exministra Jeannette Jara habían acordado reunirse para hacerle un homenaje en agradecimiento a su esfuerzo, sin embargo, la cita no … se concretó.
Los máximos dirigentes del oficialismo se vieron las caras en la reunión habitual de ese día, en La Moneda, con los miembros del comité político, donde el presidente Gabriel Boric los llamó a ser una oposición constructiva a partir de marzo, cuando asumirá la presidencia José Antonio Kast, y defender los avances del Gobierno.
El gobernante recogía las palabras de la candidata derrotada, militante comunista, que la noche del domingo había apelado a sus seguidores a ser responsables y firmes ahora que pasaban a la oposición.

Porcentualmente, Jara obtuvo el peor resultado (41,8%) en las urnas de un candidato de centroizquierda que haya perdido ante la derecha, en ambas oportunidades contra Sebastián Piñera. Eduardo Frei Ruiz-Tagle alcanzó el 48,3% de los votos en 2009 y Alejandro Guille un 45,5% en 2017.
Desde mediados de la campaña, el Socialismo Democrático (SD) había manifestado su desacuerdo con el protagonismo que Boric tenía en la contienda al situar siempre como único rival a José Antonio Kast, cuando en realidad había ocho candidatos al sillón de La Moneda. Por lo mismo, el presidente guardó silencio las cuatro semanas anteriores a la segunda vuelta.
Varios dirigentes, al acusar el golpe, adelantaron que se deben tomar algunas semanas para la reflexión y resolver si continuarán como una amplia coalición -que nunca tuvo nombre- o separarán aguas.
Es el caso de la Democracia Cristiana (DC) que respaldó, yendo contra su historia, a una candidata del Partido Comunista (PC) y que el domingo, tras los resultados, invitó a su presidente, senador Francisco Huenchumilla, a deslizar una posible renuncia al cargo.
Lo mismo sucede con el SD donde el Partido Socialista (PS) y el PPD deben resolver si continúan su alianza con el Frente Amplio (FA) y el PC o vuelven a su origen de centro con la DC. «Espero que los socialistas no desaprovechen esta oportunidad de coordinar hacia el centro y hacia la izquierda», señaló el dirigente DC Víctor Maldonado.
Esta semana la presidenta socialista, Paulina Vodanovic, apuntó a que las derrotas son colectivas y no de un solo partido, y que las causas de ésta son «muy distintas». «No sé si buscar causas de esa manera (cobrando cuentas) ayuda en algo. Al menos yo no soy de la idea de andar en una caza de brujas», afirmó.
La parlamentaria manifestó que «lo más fácil es decir que hay una ola de ultraderecha en el mundo». Pero, en su opinión, lo que se debe de hacer es encontrar las razones profundas de por qué el electorado le dio un triunfo a un radical de derecha como Kast con casi 18 puntos de diferencia respecto a Jara.
La líder del FA, Constanza Martínez, quien durante la campaña defendió el papel jugado por Boric, se mostró de acuerdo en que no se puede caer en una lógica de descalificaciones mutuas entre socios y que «ya vendrán tiempos de reflexión». No obstante, defiende la necesidad de que esta alianza persista para poder empujar las reformas que están pendientes. «El presidente Boric ha inaugurado una nueva coalición, es su legado intangible», dijo.
El PC fue mucho cauto y disciplinado. El sábado tendrán una reunión del comité político para tomar una posición, aunque llamaron a las fuerzas progresistas a reconstruir la unidad para defender los derechos conquistados. El senador de ese partido Daniel Núñez, en todo caso, reconoció que no fueron capaces de ofrecer una alternativa creíble para la ciudadanía.
Precisamente ese es uno de los temas que el SD pone sobre la mesa al acusar al PC de buscar, durante la contienda, hacer contrapuntos a las posiciones más progresistas de Jeannette Jara en temas como Venezuela o la gestión del exministro de Hacienda, con quien ella logró la aprobación de la reforma previsional.

Futuros líderes

Para los analistas políticos no sólo está en juego la unidad del sector, sino la incertidumbre de quién ocupará en el futuro el papel de líder opositor, Boric o Jara, así como en qué situación queda el primero como candidato presidencial en 2029.
El analista Gonzalo Müller señala al diario ABC que como la DC no existe, el PS debe romper con el FA y fijar un nuevo eje socialista-comunista. Asegura que el PS ha dado señales de querer caminar en esa dirección al culpar al FA de la derrota. «En ese escenario, donde el FA queda aislado y con Boric a la cabeza, Jeannette Jara tiene más posibilidades de tener un futuro porque en la actualidad el PS no tiene ningún líder y se puede apoyar en ella», subraya.