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La Inteligencia Artificial encuentra un filón en el sexo y el porno

La inteligencia artificial generativa no solo puede traducir texto en segundos, responder a casi cualquier pregunta o crear imágenes de la nada. Si la empresa lo permite, el robot de turno puede tratar de seducir al usuario y ofrecerle placer. Incluso puede intentar engatusarlo … para que este crea que mantienen una relación. Aunque sea artificial.
Esto es algo que ya es posible en un buen puñado de máquinas disponibles en la red; y dentro de poco también en ChatGPT. Sitio que cuenta ya con 800 millones de internautas semanales.
Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, ha anunciado que, el próximo mes de diciembre, se va a lanzar una nueva versión de la máquina conversacional que será capaz de mantener conversaciones «eróticas» con los usuarios mayores de edad. El objetivo, según el jefe de la compañía, es comenzar a tratar a sus internautas «adultos como adultos». «Si quieres que tu ChatGPT responda de forma muy humana, use muchos emojis o se comporte como un amigo, ChatGPT debería hacerlo (pero solo si lo deseas)», ha señalado al respecto el ejecutivo.
Por el momento, ni Altman ni OpenAI han explicado cuáles son las barreras de seguridad que se van a implementar para evitar que los menores puedan comenzar a mantener conversaciones sexuales con la máquina. Sea como sea, expertos en tecnología consultados por ABC muestran serias dudas de que estas sean realmente efectivas para cerrarle completamente la puerta a la función a los niños. También destacan que, detrás del movimiento, más allá del interés que pueda tener la firma en ofrecer una mayor creatividad se encuentra, claramente, el negocio. Porque no parece que las conversaciones eróticas vayan a estar disponibles para aquellos que usen ChatGPT en su versión gratuita.
«Todo lo relativo con el sexo siempre ha vendido. Da igual el soporte, se aplica también perfectamente a la tecnología», explica el analista de negocio digital José Luis Casal. El experto remarca que «entrenar un modelo de IA es muy caro» y que «si OpenAI ve que otras empresas están haciendo dinero con las funcionalidades eróticas es normal que intentes utilizarlas en tu servicio. Es igual a lo que hace Apple cuando ve el éxito de una ‘app’ que es capaz de eliminar elementos de una fotografía y se decide a añadirla a su plataforma».

Peligro de adicción

Efectivamente, el negocio del sexo mediante chatbots está en boga. Y lo estará todavía más en los próximos años. De acuerdo con un reciente estudio de mercado de Market Growth Reports, el mercado global de IA erótica pasará de los 2.330 millones de dólares que movió en 2024 a los 5.430 en 2033. Además, la inclusión de las funcionalidades eróticas ya ha demostrado que es capaz de aumentar el número de usuarios que recibe una herramienta de inteligencia artificial.
Así quedó claro el pasado julio cuando Grok, el chatbot de la empresa de Elon Musk xAI, lanzó a la red a Ani, un avatar de estética anime con la que los usuarios pueden entablar un noviazgo o, incluso, mantener relaciones sexuales a través de mensajes. Según datos de la herramienta de analítica Semrush, la IA de Musk pasó de 111 millones de visitas en el mes de junio a 151 millones en julio, coincidiendo, precisamente, con la llegada de Ani a la aplicación. El crecimiento: del 37,7%. Los resultados fueron tan buenos que Musk tardó solo unos pocos días en anunciar la llegada a la plataforma de Valentine, una versión masculina del avatar.
«Esto va a ser un filón hasta en plataformas de IA generalistas, no solo en plataformas dedicadas en exclusiva a los avatares virtuales. Ha funcionado bien en Grok y seguramente también lo hará en ChatGPT», dice Juan Ignacio Rouyet, profesor de Inteligencia Artificial en la Universidad Internacional de La Rioja y consultor sénior en la empresa de estrategia tecnológica Eraneos. El experto se muestra preocupado por la posibilidad de que el desarrollo de la IA erótica provoque que el usuario termine «olvidándose de que está hablando con una máquina»: «Si usas ChatGPT para mantener conversaciones personales tienes que tener claro lo que es. Darle cualidades humanas puede provocar que el usuario acabe deformando la realidad».
Exactamente lo mismo señala el profesor de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid Guillermo Fouce: «Si mantienes sexo con una máquina corres riesgo de abandonar el contacto directo y real con una persona. Hay que tener en cuenta que la IA tiende a validarte y a agradarte en todo lo que le pides, y si tienes una desviación sexual, como podría ser la adicción al sexo, va a poder hacer que esta se vuelva incluso más grave». Fouce señala, además, que ya ha tenido que tratar casos de jóvenes que han acabado desarrollando problemas sexuales debido al uso continuado de tecnologías de esta clase para estimularse.

Dudas sobre la verificación

Los expertos también llaman la atención sobre el peligro de que los usuarios menores se salten las barreras de ChatGPT y puedan acceder al modelo erótico de la empresa. A este respecto, Rouyet apunta que «todos los controles de seguridad se pueden salvar; es algo que ya hemos visto muchas veces en el pasado». La más reciente, el pasado mes de julio en Reino Unido con la entrada en vigor de una ley que busca obligar a las plataformas que alojan contenido sensible, como podría ser el pornográfico, a verificar la edad de los usuarios para evitar el acceso de menores de edad. En apenas unas horas, la mayoría de internautas afincados en el país consiguieron salvar la barrera mediante el empleo de herramientas VPN (con las que es posible falsear el lugar desde el que se está navegando).
«Probablemente, ChatGPT obligará a usar una tarjeta de crédito para poder acceder al modelo que permite las conversaciones eróticas. No tengo claro hasta qué punto será suficiente para evitar que los menores lo usen», dice Casal.
Sea como sea, las plataformas de inteligencia artificial ya han tenido que hacer frente a varias polémicas por su permisividad con el material erótico. El sitio Character AI, que cuenta con unos 20 millones de usuarios mensuales y aloja varios millones de avatares, ha recibido demandas en Estados Unidos durante los últimos meses por no implementar controles adecuados que protejan a los menores del contenido sexual. También hay familias que acusan a la plataforma de haber inducido al suicidio a sus hijos tras interacciones con algunos de sus chatbots. Un problema que también ha tenido ChatGPT.
La inclusión de avatares de IA a Instagram tampoco ha estado exenta de polémicas. Su matriz, Meta, fue criticada el pasado agosto después de que saliera a la luz que había permitido que menores mantuvieran conversaciones sexuales con los chatbots disponibles. La compañía se vio en la obligación de retirar temporalmente algunas funciones, revisar sus políticas y aplicar nuevos filtros de seguridad para impedirlo.

Publicado: octubre 15, 2025, 11:00 pm

La fuente de la noticia es https://www.abc.es/tecnologia/empresas-ia-encuentran-filon-sexo-porno-20251016173652-nt.html

La inteligencia artificial generativa no solo puede traducir texto en segundos, responder a casi cualquier pregunta o crear imágenes de la nada. Si la empresa lo permite, el robot de turno puede tratar de seducir al usuario y ofrecerle placer. Incluso puede intentar engatusarlo para que este crea que mantienen una relación. Aunque sea artificial.

Esto es algo que ya es posible en un buen puñado de máquinas disponibles en la red; y dentro de poco también en ChatGPT. Sitio que cuenta ya con 800 millones de internautas semanales.

Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, ha anunciado que, el próximo mes de diciembre, se va a lanzar una nueva versión de la máquina conversacional que será capaz de mantener conversaciones «eróticas» con los usuarios mayores de edad. El objetivo, según el jefe de la compañía, es comenzar a tratar a sus internautas «adultos como adultos». «Si quieres que tu ChatGPT responda de forma muy humana, use muchos emojis o se comporte como un amigo, ChatGPT debería hacerlo (pero solo si lo deseas)», ha señalado al respecto el ejecutivo.

Por el momento, ni Altman ni OpenAI han explicado cuáles son las barreras de seguridad que se van a implementar para evitar que los menores puedan comenzar a mantener conversaciones sexuales con la máquina. Sea como sea, expertos en tecnología consultados por ABC muestran serias dudas de que estas sean realmente efectivas para cerrarle completamente la puerta a la función a los niños. También destacan que, detrás del movimiento, más allá del interés que pueda tener la firma en ofrecer una mayor creatividad se encuentra, claramente, el negocio. Porque no parece que las conversaciones eróticas vayan a estar disponibles para aquellos que usen ChatGPT en su versión gratuita.

«Todo lo relativo con el sexo siempre ha vendido. Da igual el soporte, se aplica también perfectamente a la tecnología», explica el analista de negocio digital José Luis Casal. El experto remarca que «entrenar un modelo de IA es muy caro» y que «si OpenAI ve que otras empresas están haciendo dinero con las funcionalidades eróticas es normal que intentes utilizarlas en tu servicio. Es igual a lo que hace Apple cuando ve el éxito de una ‘app’ que es capaz de eliminar elementos de una fotografía y se decide a añadirla a su plataforma».

Peligro de adicción

Efectivamente, el negocio del sexo mediante chatbots está en boga. Y lo estará todavía más en los próximos años. De acuerdo con un reciente estudio de mercado de Market Growth Reports, el mercado global de IA erótica pasará de los 2.330 millones de dólares que movió en 2024 a los 5.430 en 2033. Además, la inclusión de las funcionalidades eróticas ya ha demostrado que es capaz de aumentar el número de usuarios que recibe una herramienta de inteligencia artificial.

Así quedó claro el pasado julio cuando Grok, el chatbot de la empresa de Elon Musk xAI, lanzó a la red a Ani, un avatar de estética anime con la que los usuarios pueden entablar un noviazgo o, incluso, mantener relaciones sexuales a través de mensajes. Según datos de la herramienta de analítica Semrush, la IA de Musk pasó de 111 millones de visitas en el mes de junio a 151 millones en julio, coincidiendo, precisamente, con la llegada de Ani a la aplicación. El crecimiento: del 37,7%. Los resultados fueron tan buenos que Musk tardó solo unos pocos días en anunciar la llegada a la plataforma de Valentine, una versión masculina del avatar.

«Esto va a ser un filón hasta en plataformas de IA generalistas, no solo en plataformas dedicadas en exclusiva a los avatares virtuales. Ha funcionado bien en Grok y seguramente también lo hará en ChatGPT», dice Juan Ignacio Rouyet, profesor de Inteligencia Artificial en la Universidad Internacional de La Rioja y consultor sénior en la empresa de estrategia tecnológica Eraneos. El experto se muestra preocupado por la posibilidad de que el desarrollo de la IA erótica provoque que el usuario termine «olvidándose de que está hablando con una máquina»: «Si usas ChatGPT para mantener conversaciones personales tienes que tener claro lo que es. Darle cualidades humanas puede provocar que el usuario acabe deformando la realidad».

Exactamente lo mismo señala el profesor de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid Guillermo Fouce: «Si mantienes sexo con una máquina corres riesgo de abandonar el contacto directo y real con una persona. Hay que tener en cuenta que la IA tiende a validarte y a agradarte en todo lo que le pides, y si tienes una desviación sexual, como podría ser la adicción al sexo, va a poder hacer que esta se vuelva incluso más grave». Fouce señala, además, que ya ha tenido que tratar casos de jóvenes que han acabado desarrollando problemas sexuales debido al uso continuado de tecnologías de esta clase para estimularse.

Dudas sobre la verificación

Los expertos también llaman la atención sobre el peligro de que los usuarios menores se salten las barreras de ChatGPT y puedan acceder al modelo erótico de la empresa. A este respecto, Rouyet apunta que «todos los controles de seguridad se pueden salvar; es algo que ya hemos visto muchas veces en el pasado». La más reciente, el pasado mes de julio en Reino Unido con la entrada en vigor de una ley que busca obligar a las plataformas que alojan contenido sensible, como podría ser el pornográfico, a verificar la edad de los usuarios para evitar el acceso de menores de edad. En apenas unas horas, la mayoría de internautas afincados en el país consiguieron salvar la barrera mediante el empleo de herramientas VPN (con las que es posible falsear el lugar desde el que se está navegando).

«Probablemente, ChatGPT obligará a usar una tarjeta de crédito para poder acceder al modelo que permite las conversaciones eróticas. No tengo claro hasta qué punto será suficiente para evitar que los menores lo usen», dice Casal.

Sea como sea, las plataformas de inteligencia artificial ya han tenido que hacer frente a varias polémicas por su permisividad con el material erótico. El sitio Character AI, que cuenta con unos 20 millones de usuarios mensuales y aloja varios millones de avatares, ha recibido demandas en Estados Unidos durante los últimos meses por no implementar controles adecuados que protejan a los menores del contenido sexual. También hay familias que acusan a la plataforma de haber inducido al suicidio a sus hijos tras interacciones con algunos de sus chatbots. Un problema que también ha tenido ChatGPT.

La inclusión de avatares de IA a Instagram tampoco ha estado exenta de polémicas. Su matriz, Meta, fue criticada el pasado agosto después de que saliera a la luz que había permitido que menores mantuvieran conversaciones sexuales con los chatbots disponibles. La compañía se vio en la obligación de retirar temporalmente algunas funciones, revisar sus políticas y aplicar nuevos filtros de seguridad para impedirlo.

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