La hija de María Corina Machado: «No sabía si mi madre iba a llegar viva a Oslo» - Colombia
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La hija de María Corina Machado: «No sabía si mi madre iba a llegar viva a Oslo»

Esta ha sido una semana muy intensa para María Corina Machado, primero por su esfuerzo para dejar la clandestinidad después de 16 meses y salir del país. Lo ha hecho con ayuda, con la de Estados Unidos, según ha confirmado ella misma, en una … operación muy arriesgada que estuvo a punto de fracasar. Machado ha reconocido que temió por su vida en algún momento. Pero no solo ella.
ABC ha hablado con Ana Corina Sosa, la hija de la galardonada, que fue la encargada de recoger el Nobel de la Paz de su madre. Ella y su familia también han vivido una semana llena de emociones e incertidumbre. Machado llegó la madrugada del miércoles al jueves y lo primero que hizo fue reunirse y pasar unos minutos con ellos. Hacía dos años que no veía a sus hijos. Su prioridad estas últimas horas ha sido pasar el máximo tiempo con ellos, sus hermanas, su madre…
Le preguntamos cómo vio a su madre nada más llegar a Oslo después de un viaje de más de 48 horas, en las que hubo momentos de gran riesgo para ella en una operación que estuvo a punto de fracasar.

«Mi mamá está hecha de acero realmente. La vi con la frente en alto, pero también vi a una mamá que sentía ese anhelo de reunirse con su familia, de abrazarla. Por más que ella siempre se ha mantenido fuerte, erecta, recta, enfocada en la misión… Fue un momento muy emotivo ese reencuentro porque al final somos humanos y necesitamos a nuestras familias», ha señalado. «Los venezolanos aguantamos y aguantamos; y seguimos de pie incluso a pesar de esa separación que sentimos, pero sabiendo que ese reencuentro es importante».
Pero reconoce que ese sentimiento «es algo que a veces tratas de dejar a un lado para sobrevivir, para seguir luchando, para seguir aguantando, pero fue un momento muy emotivo, sin duda, y que nos recordó que no nos podemos detener hasta que todo el mundo pueda tener esa oportunidad de reencuentro. Y es algo esencial que nos hace humanos ese soporte familiar, fue emotivo», ha señalado.

«Espero que el mundo se dé cuenta de la crueldad del régimen, éste es un régimen criminal que persigue, que asesina»

Sobre el trayecto de salida de Venezuela, del que han transcendido algunos datos, afirma que «sin conocer todos los detalles», sabe que «fue muy duro. Espero que el mundo se dé cuenta de la crueldad del régimen, éste es un régimen criminal que persigue, que asesina». Y subraya que la prueba que ha superado su madre «fue un momento de grandes riesgos, donde no sabíamos si ella iba a llegar viva, si iba a llegar normal y eso es muy real. Y eso -continúa- lo viven hoy cientos de familias venezolanas. Hoy tenemos 887 presos políticos, que están siendo torturados, y no se les da atención médica; y eso vivió mi mamá también».

La urgencia de la crisis venezolana

Ana Corina espera que la situación de su madre, su lucha y las condiciones de su salida sirvan para que «alrededor del mundo se den cuenta de la urgencia de la crisis venezolana y de que hoy por hoy existen presos políticos de los que no se saben sus condiciones, ni les dan atención médica y sus familiares ni siquiera saben si están vivos».
Y ha concluido con una petición: «Pido al mundo entero que hoy nos escucha, que ven a Venezuela, que no se trata solo de librar a un pueblo y que no es solo algo que nos merecemos, sino que es algo de urgencia y que es una crisis humanitaria y necesitamos el apoyo del mundo entero. Y hoy espero que nos escuchen alrededor del mundo y que nos apoyen».

Publicado: diciembre 12, 2025, 5:45 pm

La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/hija-maria-corina-machado-sabia-madre-iba-20251212225440-nt.html

Esta ha sido una semana muy intensa para María Corina Machado, primero por su esfuerzo para dejar la clandestinidad después de 16 meses y salir del país. Lo ha hecho con ayuda, con la de Estados Unidos, según ha confirmado ella misma, en una operación muy arriesgada que estuvo a punto de fracasar. Machado ha reconocido que temió por su vida en algún momento. Pero no solo ella.

ABC ha hablado con Ana Corina Sosa, la hija de la galardonada, que fue la encargada de recoger el Nobel de la Paz de su madre. Ella y su familia también han vivido una semana llena de emociones e incertidumbre. Machado llegó la madrugada del miércoles al jueves y lo primero que hizo fue reunirse y pasar unos minutos con ellos. Hacía dos años que no veía a sus hijos. Su prioridad estas últimas horas ha sido pasar el máximo tiempo con ellos, sus hermanas, su madre…

Le preguntamos cómo vio a su madre nada más llegar a Oslo después de un viaje de más de 48 horas, en las que hubo momentos de gran riesgo para ella en una operación que estuvo a punto de fracasar.

«Mi mamá está hecha de acero realmente. La vi con la frente en alto, pero también vi a una mamá que sentía ese anhelo de reunirse con su familia, de abrazarla. Por más que ella siempre se ha mantenido fuerte, erecta, recta, enfocada en la misión… Fue un momento muy emotivo ese reencuentro porque al final somos humanos y necesitamos a nuestras familias», ha señalado. «Los venezolanos aguantamos y aguantamos; y seguimos de pie incluso a pesar de esa separación que sentimos, pero sabiendo que ese reencuentro es importante».

Pero reconoce que ese sentimiento «es algo que a veces tratas de dejar a un lado para sobrevivir, para seguir luchando, para seguir aguantando, pero fue un momento muy emotivo, sin duda, y que nos recordó que no nos podemos detener hasta que todo el mundo pueda tener esa oportunidad de reencuentro. Y es algo esencial que nos hace humanos ese soporte familiar, fue emotivo», ha señalado.

«Espero que el mundo se dé cuenta de la crueldad del régimen, éste es un régimen criminal que persigue, que asesina»

Sobre el trayecto de salida de Venezuela, del que han transcendido algunos datos, afirma que «sin conocer todos los detalles», sabe que «fue muy duro. Espero que el mundo se dé cuenta de la crueldad del régimen, éste es un régimen criminal que persigue, que asesina». Y subraya que la prueba que ha superado su madre «fue un momento de grandes riesgos, donde no sabíamos si ella iba a llegar viva, si iba a llegar normal y eso es muy real. Y eso -continúa- lo viven hoy cientos de familias venezolanas. Hoy tenemos 887 presos políticos, que están siendo torturados, y no se les da atención médica; y eso vivió mi mamá también».

La urgencia de la crisis venezolana

Ana Corina espera que la situación de su madre, su lucha y las condiciones de su salida sirvan para que «alrededor del mundo se den cuenta de la urgencia de la crisis venezolana y de que hoy por hoy existen presos políticos de los que no se saben sus condiciones, ni les dan atención médica y sus familiares ni siquiera saben si están vivos».

Y ha concluido con una petición: «Pido al mundo entero que hoy nos escucha, que ven a Venezuela, que no se trata solo de librar a un pueblo y que no es solo algo que nos merecemos, sino que es algo de urgencia y que es una crisis humanitaria y necesitamos el apoyo del mundo entero. Y hoy espero que nos escuchen alrededor del mundo y que nos apoyen».

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