Publicado: julio 24, 2025, 6:45 pm
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/guerra-templos-enfrenta-tailandia-camboya-frontera-disputada-20250724170715-nt.html
En un mundo lleno de conflictos ha estallado un nuevo frente. Tras semanas de tensión, las disputas fronterizas entre Tailandia y Camboya se han elevado este jueves a una sucesión de ataques que dejan al menos 12 muertos.
Tailandia ha realizado bombardeos aéreos … y Camboya ha disparado varios misiles, mientras soldados de uno y otro lado intercambiaban disparos. Del mismo modo, sus gobiernos intercambian narrativas enfrentadas y, con ellas, la responsabilidad de lo sucedido.
El escenario de la contienda se localiza en el templo jemer de Prasat Ta Muen Thom, erigido en una zona limítrofe que ambos países reclaman. Según el relato tailandés, las tropas camboyanas iniciaron las hostilidades al sobrevolar drones sobre sus posiciones y los avances de soldados armados con granadas propulsadas por cohetes. De acuerdo a la versión camboyana, estas contraatacaron después de que las tropas tailandesas violaran el acuerdo al aproximarse al templo y abrir fuego.
Las agresiones han escalado a lo largo de la jornada. Tailandia ha desplegado seis cazas F-16 de fabricación estadounidense, que han atacado posiciones enemigas y alcanzado «dos objetivos militares en tierra», según ha informado el portavoz del Ejército, Ritcha Suksuwanon.
Camboya, que no ha cuantificado los daños humanos ni materiales, ha disparado varias andanadas de cohetes BM-21 soviéticos, los cuales han causado doce fallecimientos, un soldado y 11 civiles, entre ellos un niño de ocho años, y 14 heridos. La mayor destrucción se ha registrado en una gasolinera impactada por uno de los proyectiles. El ministro de Sanidad tailandés, Somsak Thepsuthin, ha calificado estas acciones, en especial un ataque a un hospital, como «crímenes de guerra».
Unos tailandeses descansan en un refugio tras los recientes enfrentamientos a lo largo de la disputada frontera
El primer ministro camboyano Hun Manet, hijo del antiguo líder Hun Sen, ha acusado a Tailandia de «iniciar un ataque». «Camboya siempre ha mantenido una postura a favor de resolver los problemas por la vía pacífica, pero en este caso no tenemos otra opción que responder con nuestras fuerzas armadas ante una agresión armada», detallaba por medio de una publicación en redes sociales. La población debe «confiar en el Gobierno y en las fuerzas armadas, que están en la primera línea defendiendo nuestra patria», ha añadido.
Siglos atrás
También al otro lado se preparan para que la situación vaya a peor. La embajada tailandesa en Camboya ha emitido un comunicado urgiendo a todos sus ciudadanos a abandonar el país vecino «tan pronto como puedan hacerlo de manera segura», y unos 40.000 residentes en 86 aldeas fronterizas han sido evacuados según ha detallado a medios locales Sutthirot Charoenthanasak, jefe del distrito de Kabcheing, en la provincia de Surin.
El comienzo de la crisis actual data de finales de mayo, cuando un enfrentamiento armado causó la muerte de un soldado camboyano. Sin embargo, la raíz del conflicto se remonta mucho más allá, más de un siglo, a las arbitrarias fronteras trazadas por las fuerzas coloniales francesas que generaron disputas todavía irresolutas sobre múltiples territorios.
Las tensiones se reavivaron en 2008, cuando Camboya intentó registrar como Patrimonio Mundial de la Unesco un templo del siglo XI reclamado por ambos como propio. Desde entonces, enfrentamientos esporádicos han ocasionado víctimas mortales en ambos lados.
En esta ocasión, en cambio, el transcurso de los días no ha calmado los ánimos. Camboya ha prohibido la importación de frutas, verduras y energía desde Tailandia. Tailandia, por su parte, ha acusado a Camboya de colocar minas en zonas fronterizas, a causa de las cuales dos militares han perdido sus extremidades. Este miércoles Tailandia expulsó al embajador camboyano al tiempo que retiraba a su representante diplomático.
Shinawatra
El enfrentamiento ya se había cobrado asimismo una inusitada víctima: nada menos que la primera ministra tailandesa, Paetongtarn Shinawatra. A principios de julio el Tribunal Constitucional de Tailandia anunció su suspensión temporal como parte de un proceso legal que podría desembocar en su dimisión.
Shinawatra está acusada de vulnerar la Constitución durante una conversación telefónica con Hun Sen. Esta llamada se produjo a mediados de junio, como parte del proceso negociador para zanjar el conflicto fronterizo, y la primera ministra tailandesa interactuaba con el dictador camboyano de manera deferente, llegando incluso a criticar a las fuerzas armadas de su país.
La filtración de la charla, presumiblemente realizada por el propio Hun Sen, generó una profunda polémica en un país donde el Ejército ostenta todavía una evidente influencia política, hasta provocar una ruptura de parte de la coalición de Gobierno y la demanda presentada por 36 senadores contra Shinawatra.
Las riendas del país pasaron temporalmente a manos del viceprimer ministro, Suriya Juangroongruangkit, quien asumió el cargo de manera interina mientras el Tribunal Constitucional ultima su veredicto.
La comunidad internacional presta atención a este nuevo foco. «Nos preocupa profundamente la evolución de la situación actual y esperamos que ambas partes puedan resolver adecuadamente sus diferencias mediante el diálogo y la negociación», ha afirmado el portavoz del ministerio de Exteriores chino, Guo Jiakun, durante la rueda de prensa diaria del organismo, quien ha añadido que el gigante asiático mantendrá «una posición justa e imparcial».
«Lo mínimo que podemos esperar es que den marcha atrás o, con suerte, intenten negociar […]. Creo que la paz es la única opción posible», ha declarado Anwar Ibrahim, primer ministro de Malasia y presidente de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), organismo del que tanto Tailandia como Camboya forman parte.