Publicado: julio 17, 2025, 10:45 pm
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/cuestion-drusa-apaga-esperanzas-acuerdo-paz-israel-20250718044311-nt.html
Esa ambición figuraba entre los asuntos que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, discutió con Donald Trump la semana pasada en la Casa Blanca. El presidente norteamericano es el primer interesado en reavivar los llamados Acuerdos de Abraham, que durante su primer mandato vieron florecer los acuerdos de reconocimiento mutuo entre Israel y varios países árabes. Ahora, la joya de la Corona sería, antes que Arabia Saudí, el régimen sirio, demonizado durante décadas por su alianza con Irán.
Esa era la esperanza que expresó hace días a ‘The Times of Israel’ el ministro de Exteriores hebreo, Gideon Saar. La caída de los Assad en Damasco ofrece una oportunidad excelente para incorporar a Siria a la lista de países con relaciones con Israel, aunque el reemplazo haya sido un régimen integrista islámico –al menos sobre el papel– como el que preside Ahmed al Sharaa.
Para éste, la negociación de un acuerdo de paz con Israel también tendría ventajas indudables. La firma supondría un espaldarazo a la campaña de imagen de la nueva Siria, formada de las costillas de un grupo de movimientos armados yihadistas que, no obstante, promete ser «inclusivo con las minorías religiosas» y convocar, en su momento, elecciones democráticas. La Administración Trump le extendió hace semanas un cheque en blanco al levantar las sanciones que desde hace mucho pesaban sobre Siria.
Renuncia a los Altos del Golán
Prueba de la buena voluntad del régimen de Al Sharaa fue la filtración a la prensa de una de las condiciones que Siria ya no pone a Israel para firmar la paz: la entrega de los Altos del Golán. Ese territorio, arrebatado a Siria en 1967, se ha visto ampliado recientemente por Israel con el pretexto de su desconfianza hacia las intenciones del nuevo régimen de Damasco.
Las conversaciones han saltado, no obstante, por los aires, tras los choques armados en una población de mayoría drusa en el sur de Siria, Sueida, y la respuesta militar de Tel Aviv, que se proclama «protectora» de esa pequeña corriente religiosa también presente en Israel.
Al Sharaa hizo este jueves un ejercicio de prudencia y pragmatismo, al anunciar que las tropas sirias se retirarán de Sueida para evitar un choque armado directo con Israel, al que acusa de pretender sembrar «el caos» en su país pocos meses después del final de una larga guerra civil. Como ocurrió cuando sus tropas –o aparente milicias sin control– ejecutaron una venganza contra la minoría chií, o tras el salvaje atentado terrorista contra la minoría cristiana en Damasco, el presidente Al Sharaa afirmó que fueron los drusos los que iniciaron los choques de esta semana.
Los sucesos comenzaron tras el secuestro de un comerciante druso de Sueida, que dio paso al comienzo de choques armados entre drusos y beduinos suníes de la región. Damasco envió tropas, que además de causar bajas entre los drusos alzados en armas llevaron a cabo una veintena de ejecuciones sumarias de civiles, según denunció la ONG Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.