Publicado: octubre 20, 2025, 3:00 pm
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/tecnologia/caida-amazon-demuestra-internet-manos-tres-empresas-20251020184558-nt.html
El mundo depende tremendamente de la tecnología de Estados Unidos. Especialmente, de los servicios en la nube que ofrecen Amazon, Google o Microsoft, que son los que dan soporte a la mayoría de webs y aplicaciones que utilizamos en nuestro día a día. Por … eso, cuando uno de ellos se rompe, o deja de funcionar como debe, es fácil que arrastre por el camino a decenas de miles de empresas y plataformas digitales. Así quedó claro este lunes, cuando una caída sufrida por Amazon Web Services (AWS) dejó sin funcionamiento a miles de webs y aplicaciones a nivel global. Entre ellas, las ‘apps’ propias de Amazon, el asistente Alexa, Banco Santander, Ticketmaster, McDonalds, las redes sociales Snapchat y Reddit o los videojuegos ‘Fortnite’ y ‘Roblox’.
De acuerdo con la tecnológica estadounidense, el problema tuvo su origen en una las bases de datos principales de AWS (DynamoDB) en la región estadounidense de Virginia. Este causó problemas en 82 servicios distintos del proveedor y provocó que muchas aplicaciones, webs y empresas no pudieran encontrar sus datos o establecer conexión. «El problema ha sido que uno de los servidores que tienen ha dejado de hablar en el idioma correcto, por decirlo de una forma; por lo tanto no ha podido compartir los datos almacenados con las compañías a las que que ofrecen servicio», explica a ABC Josep Albors, jefe de investigación y concienciación de la empresa de ciberseguridad ESET.
Por su parte, Sancho Lerena, director ejecutivo de la empresa española especializada en software de monitorización de sistemas informáticos y redes Pandora FMS, señala la caída de AWS, que se produjo en torno a las 8.45 horas en España peninsular y no comenzó a solucionarse hasta las 11.22, no es un hecho aislado. Por el contrario, lo considera como un «recordatorio» de la enorme dependencia que tiene el mundo, y también Europa, de la tecnología en la nube estadounidense.
Según estimaciones de Synergy Research Group, más del 60% del mercado mundial de servicios en la nube está controlado por tres empresas estadounidenses. A la cabeza se encuentra Amazon (AWS), con cerca del 30 % de cuota, seguida por Microsoft (20%), con su plataforma Azure, y por Google Cloud (13%). Mientras tanto, los proveedores europeos apenas han conseguido abrirse hueco en el negocio. SAP y Deutsche Telekom figuran entre los líderes regionales, con aproximadamente un 2% de cuota cada uno. Les siguen la francesa OVHcloud, Telecom Italia, Orange y una larga lista de actores nacionales y regionales que, en conjunto, no alcanzan ni el 1 % del mercado. «El problema es que la dominancia estadounidense es enorme. El competidor europeo más grande no tiene apenas impacto en el mercado», dice Lerena.
El experto remarca, a su vez, que muchas empresas que contratan servicios estadounidenses desconocen que, cuando hay algún problema técnico en sus centros de datos –incluso si estos están ubicados en Estados Unidos–, su negocio puede verse afectado, porque todo está completamente interconectado: «La conectividad en la nube es muy compleja, y los estadounidenses lo hacen así para que solo podamos depender de ellos. Si algún día surgiera un problema diplomático o estas empresas dejasen de ofrecer servicio, estaríamos digitalmente muertos».
Como darte con un muro
Lerena lamenta que en Europa, como en otros países del mundo, se haya apostado por ir «a lo fácil»: comprar tecnología de terceros en lugar de crear la propia, lo que impide blindarse ante eventuales crisis o conflictos. «Tener nuestra propia infraestructura no sería solo una cuestión económica, sino de soberanía», concluye; exactamente lo mismo que apunta en conversación con este periódico el analista de negocio digital José Luis Casal: «La caída de AWS pone el relieve la existencia de un problema de soberanía digital. Nos han vendido la moto de lo bueno que es tenerlo todo en un solo sitio gestionado por una única empresa. Pero ya hemos visto lo que pasa cuando ese sitio desaparece».
Casal destaca, además, que actualmente «hacer la competencia a empresas como Microsoft, Amazon o Google »es como darte contra un muro«; en parte porque »es muy fácil entrar en sus servicios, pero también es como ponerte unos grilletes; porque salir de ahí y recuperar toda tu información, tecnológicamente, puede ser muy complicado«. Además, realizar la migración puede requerir de muchísimo tiempo y trabajo, incluso cuando el proceso se realiza a la perfección.
Sin Alexa y sin poder usar la tarjeta
La caída de Amazon Web Services (AWS) provocó, efectivamente, problemas a miles de empresas que dependen de la compañía para ofrecer sus servicios digitales. Los usuarios, sin embargo, notaron especialmente los efectos al intentar acceder a las páginas web y aplicaciones que utilizan en su día a día.
La propia aplicación de Amazon, así como Amazon Music o Prime Video, resultaron inaccesibles para muchos usuarios, y lo mismo ocurrió con Alexa, el asistente virtual del gigante tecnológico.
También se vieron afectados bancos y plataformas de pago, entre ellos Banco Santander, BBVA, CaixaBank, ING Direct, Lloyds Bank, Halifax y Bank of Scotland, así como el sistema de transacciones español Redsys, lo que impidió durante un tiempo realizar pagos con tarjeta o acceder a servicios de las aplicaciones de banca online.
En el ámbito del ocio y el entretenimiento, videojuegos como ‘Fortnite‘, ‘Roblox‘ o ‘Clash Royale‘ sufrieron interrupciones, al igual que redes sociales y plataformas como Snapchat y Reddit. También se vio afectada la plataforma de venta de entradas Ticketmaster, propiedad de Live Nation, que se vio en la obligación de retrasar la venta de entradas para la esperada gira de reencuentro de la Oreja de Van Gogh hasta las 16.00 horas de la tarde.
Incluso servicios de comunicación y productividad como Slack, Zoom o Canva experimentaron fallos puntuales.