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La ayuda militar a Ucrania deja de llegar a Polonia tras cerrar EE.UU. el grifo

El aeropuerto de Rzeszow-Jasionka, en el sureste de Polonia, y la línea ferroviaria que conduce desde el aeropuerto a la vecina Ucrania ha constituido durante los tres últimos años la ruta de transporte más importante para el equipo militar europeo y estadounidense con destino … al Ejército ucraniano. El constante aterrizaje y despegue de los aviones de carga es el latido de un flujo de ayuda militar que ha permitido a los ucranianos plantar cara al ejército ruso hasta ahora. Pero desde ayer ha dejado de llegar armamento estadounidense.
El primer ministro polaco, Donald Tusk, ha confirmado que «los informes desde la frontera, desde nuestro centro en Jasionka, confirman los anuncios de la parte estadounidense« y ha valorado que esto convierte la situación en «muy grave» para Ucrania y para Europa. También el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Polonia, Pawel Wronski, ha reconocido que «la situación es muy seria» y ha lamentando que Trump haya tomado unilateralmente la decisión, sin consultar a los aliados de la OTAN ni al grupo Ramstein, la alianza de más de medio centenar de países que coordina la entrega de ayuda a Ucrania. Wronski ha insistido por lo demás que, en lo que respecta a Polonia, «seguirá apoyando a Ucrania en su lucha contra la agresión rusa».
La constatación de que los equipos y municiones estadounidenses han dejado de llegar, obliga a una revaloración de la situación y de las consecuencias que puede tener para la propia defensa de Polonia. «Si Ucrania no dispone de estas capacidades, la seguridad polaca disminuye automáticamente», ha asegurado el viceministro de Defensa, Cezary Tomczyk. «Una cosa es segura: mientras Ucrania luche, no tendremos al Ejército ruso en nuestras fronteras», ha dicho Tomczyk, «todo lo que pretende fortalecer a Rusia y debilitar a Ucrania no contribuye a la seguridad de Polonia, sino todo lo contrario».

«Si Trump hace eso con Ucrania, un país sometido a bombardeos y la muerte diaria de sus gentes, podemos hacernos una idea de lo que está dispuesto a hacer con el resto de Europa», ha declarado en una entrevista el histórico opositor al régimen soviético Lech Walesa. «Ahora que Estados Unidos nos da la espalda, somos una presa fácil y tenemos que prepararnos para lo peor», ha dicho.
Walesa y otros presos políticos de los tiempos de la República Popular Polaca han enviado una carta a Donald Trump, tras la reciente visita de Volodímir Zelenski a la Casa Blanca, en la que expresan su «horror y disgusto». Les pareció ofensiva la expectativa de gratitud de Trump por parte de Zelenski y anotan que «la gratitud se debe más bien a los heroicos soldados ucranianos que derraman su sangre en defensa de los valores del mundo libre«.
Ante esta situación, el Gobierno polaco tendrá que tomar medidas de emergencia, según adelanta Polska Agencja Prasowa, dado que Europa se enfrenta a riesgos «sin precedentes». Tusk ha pedido a los ministros de su gobierno de coalición que dejen de lado las diferencias partidistas y se dispongan a tomar medidas «extraordinarias» en breve, con el fin de intensificar sus actividades en Europa para fortalecer las capacidades de defensa.
Polonia está calculando cuánta ayuda está dejando de recibir Ucrania, para evaluar las posibilidades de sustituirla. En los últimos tes años, Estados Unidos ha proporcionado a Kiev 180.000 millones de dólares en asistencia, incluidos más de 66.500 millones en ayuda militar. Washington ha estado proporcionando el 20% de los suministros militares internacionales a Ucrania, lo que no parece un porcentaje insalvable, pero en él va incluido el equipo más letal, como los misiles de mayor alcance y los sistemas de defensa aérea Patriot, capaces de derribar los proyectiles rusos más poderosos.
Las tropas ucranianas dependen, además, de los sistemas de comunicación por satélite suministrados por Starlink, de Elon Musk, para comunicarse en el frente, y de la inteligencia estadounidense para rastrear los movimientos de las tropas rusas y seleccionar los objetivos de sus ataques. Si Estados Unidos dejase de compartir datos de satélites, la capacidad de contraataque de Ucrania quedaría anulada.
Fuentes del Gobierno polaco informan que no está claro si el cese de la ayuda estadounidense incluye o no esta asistencia técnica. Sugieren que, en ese caso, el impacto inmediato sería «dramático». El grupo de expertos en defensa europea RUSI advierte que, aunque Trump no llegue a ese extremo, el impacto en el frente será significativo: quedan debilitadas las defensas aéreas y afectada la capacidad de alcanzar objetivos rusos tras la línea de frente.
Aunque otros países aliados de Ucrania logren cubrir algunos vacíos y proporcionen sistemas de artillería, no hay alternativa para la defensa aérea y los sistemas de misiles HIMARS, que cubren hasta 300 kilómetros. Ucrania tiene reservas de proyectiles de artillería y ha aumentado la producción nacional de drones, que ahora se encuentran entre las armas más importantes de la guerra, pero se estima que poco más de la mitad del material militar utilizado por Ucrania es de producción nacional. Malcom Chalmers, experto de RUSI, calcula que «sobrevivirán durante bastante tiempo, pero es un golpe material, y también es un desafío para Europa».

Publicado: marzo 5, 2025, 7:45 am

La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/ayuda-militar-ucrania-deja-llegar-polonia-tras-20250305132126-nt.html

El aeropuerto de Rzeszow-Jasionka, en el sureste de Polonia, y la línea ferroviaria que conduce desde el aeropuerto a la vecina Ucrania ha constituido durante los tres últimos años la ruta de transporte más importante para el equipo militar europeo y estadounidense con destino al Ejército ucraniano. El constante aterrizaje y despegue de los aviones de carga es el latido de un flujo de ayuda militar que ha permitido a los ucranianos plantar cara al ejército ruso hasta ahora. Pero desde ayer ha dejado de llegar armamento estadounidense.

El primer ministro polaco, Donald Tusk, ha confirmado que «los informes desde la frontera, desde nuestro centro en Jasionka, confirman los anuncios de la parte estadounidense« y ha valorado que esto convierte la situación en «muy grave» para Ucrania y para Europa. También el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Polonia, Pawel Wronski, ha reconocido que «la situación es muy seria» y ha lamentando que Trump haya tomado unilateralmente la decisión, sin consultar a los aliados de la OTAN ni al grupo Ramstein, la alianza de más de medio centenar de países que coordina la entrega de ayuda a Ucrania. Wronski ha insistido por lo demás que, en lo que respecta a Polonia, «seguirá apoyando a Ucrania en su lucha contra la agresión rusa».

La constatación de que los equipos y municiones estadounidenses han dejado de llegar, obliga a una revaloración de la situación y de las consecuencias que puede tener para la propia defensa de Polonia. «Si Ucrania no dispone de estas capacidades, la seguridad polaca disminuye automáticamente», ha asegurado el viceministro de Defensa, Cezary Tomczyk. «Una cosa es segura: mientras Ucrania luche, no tendremos al Ejército ruso en nuestras fronteras», ha dicho Tomczyk, «todo lo que pretende fortalecer a Rusia y debilitar a Ucrania no contribuye a la seguridad de Polonia, sino todo lo contrario».

«Si Trump hace eso con Ucrania, un país sometido a bombardeos y la muerte diaria de sus gentes, podemos hacernos una idea de lo que está dispuesto a hacer con el resto de Europa», ha declarado en una entrevista el histórico opositor al régimen soviético Lech Walesa. «Ahora que Estados Unidos nos da la espalda, somos una presa fácil y tenemos que prepararnos para lo peor», ha dicho.

Walesa y otros presos políticos de los tiempos de la República Popular Polaca han enviado una carta a Donald Trump, tras la reciente visita de Volodímir Zelenski a la Casa Blanca, en la que expresan su «horror y disgusto». Les pareció ofensiva la expectativa de gratitud de Trump por parte de Zelenski y anotan que «la gratitud se debe más bien a los heroicos soldados ucranianos que derraman su sangre en defensa de los valores del mundo libre«.

Ante esta situación, el Gobierno polaco tendrá que tomar medidas de emergencia, según adelanta Polska Agencja Prasowa, dado que Europa se enfrenta a riesgos «sin precedentes». Tusk ha pedido a los ministros de su gobierno de coalición que dejen de lado las diferencias partidistas y se dispongan a tomar medidas «extraordinarias» en breve, con el fin de intensificar sus actividades en Europa para fortalecer las capacidades de defensa.

Polonia está calculando cuánta ayuda está dejando de recibir Ucrania, para evaluar las posibilidades de sustituirla. En los últimos tes años, Estados Unidos ha proporcionado a Kiev 180.000 millones de dólares en asistencia, incluidos más de 66.500 millones en ayuda militar. Washington ha estado proporcionando el 20% de los suministros militares internacionales a Ucrania, lo que no parece un porcentaje insalvable, pero en él va incluido el equipo más letal, como los misiles de mayor alcance y los sistemas de defensa aérea Patriot, capaces de derribar los proyectiles rusos más poderosos.

Las tropas ucranianas dependen, además, de los sistemas de comunicación por satélite suministrados por Starlink, de Elon Musk, para comunicarse en el frente, y de la inteligencia estadounidense para rastrear los movimientos de las tropas rusas y seleccionar los objetivos de sus ataques. Si Estados Unidos dejase de compartir datos de satélites, la capacidad de contraataque de Ucrania quedaría anulada.

Fuentes del Gobierno polaco informan que no está claro si el cese de la ayuda estadounidense incluye o no esta asistencia técnica. Sugieren que, en ese caso, el impacto inmediato sería «dramático». El grupo de expertos en defensa europea RUSI advierte que, aunque Trump no llegue a ese extremo, el impacto en el frente será significativo: quedan debilitadas las defensas aéreas y afectada la capacidad de alcanzar objetivos rusos tras la línea de frente.

Aunque otros países aliados de Ucrania logren cubrir algunos vacíos y proporcionen sistemas de artillería, no hay alternativa para la defensa aérea y los sistemas de misiles HIMARS, que cubren hasta 300 kilómetros. Ucrania tiene reservas de proyectiles de artillería y ha aumentado la producción nacional de drones, que ahora se encuentran entre las armas más importantes de la guerra, pero se estima que poco más de la mitad del material militar utilizado por Ucrania es de producción nacional. Malcom Chalmers, experto de RUSI, calcula que «sobrevivirán durante bastante tiempo, pero es un golpe material, y también es un desafío para Europa».

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