Juan Carlos Pinzón: «En Colombia preocupa que haya injerencia de Maduro en las elecciones» - Colombia
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Juan Carlos Pinzón: «En Colombia preocupa que haya injerencia de Maduro en las elecciones»

Para Pinzón, la seguridad es actualmente el gran reto al que se enfrenta América Latina, «donde desafortunadamente tenemos el 8% de la población mundial, pero cerca del 30% de los homicidios. Y estos los comete el crimen organizado». Pero lo más preocupante, en su opinión, es el hecho de que los grupos criminales «están empezando a generar alianzas con sectores políticos populistas, que justifican su existencia y sus acciones; y al mismo tiempo van creando un desorden en los países, poniendo en riesgo las democracias. Eso es lo que pasó al final en Venezuela, en Nicaragua…».
Un peligro que aprecia ya en otros países, como México, «gobernada en parte por los cárteles», Ecuador u Honduras. «Se ha vuelto una constante, incluso en países como Chile, Argentina o Brasil, donde no había problemas de seguridad antes y ahora hay una gran preocupación por la expansión del crimen organizado y el papel que comienza a jugar».

—La inseguridad está repuntando en Colombia. Hace apenas un mes fue tiroteado por un sicario el precandidato a la presidencia Miguel Uribe y los colombianos salieron a las calles para repudiar el atentado…
—Conozco personalmente a Miguel Uribe, que es un joven político de gran capacidad… El país desea que llegue el milagro, y se recupere y pueda generar un impacto de liderazgo y de transformación en Colombia. Creo que su situación ha supuesto un campanazo de alerta a los colombianos, y al mundo. Colombia tiene otra vez en riesgo su democracia, sufre una expansión criminal, las actitudes del Gobierno del presidente Petro no son correctas. Ha usado palabras agresivas con la oposición, facilitando el fortalecimiento de los grupos criminales con su política de la mal llamada ‘Paz total’, que no ha traído ninguna paz. Es un fracaso total.
Y al mismo tiempo se ha preocupado por debilitar las fuerzas armadas, que hoy tienen menos presupuesto, menos capacidad operativa, sin orden ni autoridad por parte del Gobierno… Con lo cual los colombianos hoy tienen más miedo, más preocupación. Por eso las elecciones de 2026 son muy importantes. Lo más peligroso que le puede pasar al país es salir de un populismo y entrar en otro. Y más grave sería salir de un gobierno incapaz de producir resultados, porque no sabe cómo hacerlo, a otro que tampoco sepa qué hacer. Colombia necesita autoridad, conocimiento en las fuerzas armadas y una alianza con el sector económico para fomentar la inversión…
—Parece que se está postulando. ¿Se está planteando volver a ser candidato a la Presidencia de Colombia?
—Creo que hay personas que tienen el deber de considerar si pueden servir al país, y yo me veo en la obligación de ver cómo ayudar a mí país. Eso puede implicar muchas cosas. De momento, estoy analizando la posibilidad.
—¿Aceptaría también ir como vicepresidente, como ya hizo en 2018 junto a German Vargas Lleras?
—Con una carrera larga en el sector público y privado, estoy dispuesto a tirar del carro, pero también empujarlo, si es necesario, porque está en riesgo la estabilidad del país. Por eso, lo que estoy considerando es si debo tomar un papel de liderazgo en Colombia.
—¿Por qué está en riesgo?
—El orden internacional, que ahora está en desorden, le está facilitando a todos lo que tienen motivaciones autocráticas tomar ventaja de ello. El tema geopolítico y la lucha entre EE.UU. y China le da una oportunidad al Gobierno [de Petro] de ponernos en contra del Gobierno de EE.UU., inclinándose hacia Pekín. Yo creo que Colombia no tiene que perder su alianza con Washington, pero tampoco pelearse con China, tiene que tener una buena relación.
[Poco después de esta entrevista, EE.UU. llamaba a consultas a su encargado de negocios en la embajada de Bogotá tras denunciar el Gobierno de Petro un intento de golpe de Estado].
—Si el petrismo pierde el poder en 2026, Maduro perdería también uno de sus grandes aliados en la región…
—Lo de Venezuela es muy grave porque hubo un fraude electoral, y no ha pasado nada. Y países como Colombia, México y Brasil terminaron avalando ese fraude tomando una postura de neutralidad. Una falsa neutralidad, porque facilitaron al régimen de Maduro alcanzar su objetivo. Lo malo es que Maduro ve en Colombia la oportunidad de que se consolide un aliado, como es Petro; y eso preocupa a la hora de que haya un intervencionismo del régimen en las elecciones de Colombia, aliado con el ELN y otras organizaciones criminales. Maduro quiere meter las manos en Colombia y no se lo podemos permitir. Necesitamos que la comunidad internacional lo sepa.
—La seguridad es fundamental para el desarrollo y la inversión en su país, ¿aplicaría el ‘modelo Bukele’ para lograrla?
—Yo no creo en la aplicación de los modelos de otros países. Colombia es demasiado grande, 45 veces mayor que El Salvador, y tiene que buscar su propia solución. Avanzó mucho en los primeros 15 años de este siglo, pero llegaron los acuerdos [de Paz] de 2016 que permitieron que volviera el crecimiento del narcotráfico y de los elementos criminales, y hoy el país ha retrocedido. Tenemos que recuperar aquella senda, pero a la colombiana, con respeto a los derechos humanos y a la institucionalidad democrática.
—Usted fue embajador en Washington en el primer mandato de Trump. ¿Cómo ve su segunda presidencia?
—Le veo con más experiencia; esta vez se ha movido más rápido y tiene al mundo un poco en ascuas, por decirlo de alguna manera. Ha avanzado en su tema de aranceles, como un mecanismo de protección de EE.UU. Hay cosas en las que creo que acierta; en otras, uno puede tener diferencias; y veo otras en las que ha tomado posturas que tienen sentido.
—Trump ha tomado duras medidas hacia América Latina, ¿cree que su Administración es buena para la región? ¿Para Colombia?
—EE.UU. es la mayor potencia económica, militar y de innovación del mundo, y Colombia debe aprovechar su relación bilateral para maximizar sus oportunidades. Cuando lo hicimos, el país progresó; ahora que no lo estamos haciendo, EE.UU. está poniendo el foco en otro sitio, algo que es malo para nosotros.

Publicado: julio 4, 2025, 10:45 pm

La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/juan-carlos-pinzon-colombia-preocupa-injerencia-maduro-20250704204037-nt.html

Para Pinzón, la seguridad es actualmente el gran reto al que se enfrenta América Latina, «donde desafortunadamente tenemos el 8% de la población mundial, pero cerca del 30% de los homicidios. Y estos los comete el crimen organizado». Pero lo más preocupante, en su opinión, es el hecho de que los grupos criminales «están empezando a generar alianzas con sectores políticos populistas, que justifican su existencia y sus acciones; y al mismo tiempo van creando un desorden en los países, poniendo en riesgo las democracias. Eso es lo que pasó al final en Venezuela, en Nicaragua…».

Un peligro que aprecia ya en otros países, como México, «gobernada en parte por los cárteles», Ecuador u Honduras. «Se ha vuelto una constante, incluso en países como Chile, Argentina o Brasil, donde no había problemas de seguridad antes y ahora hay una gran preocupación por la expansión del crimen organizado y el papel que comienza a jugar».

La inseguridad está repuntando en Colombia. Hace apenas un mes fue tiroteado por un sicario el precandidato a la presidencia Miguel Uribe y los colombianos salieron a las calles para repudiar el atentado…

—Conozco personalmente a Miguel Uribe, que es un joven político de gran capacidad… El país desea que llegue el milagro, y se recupere y pueda generar un impacto de liderazgo y de transformación en Colombia. Creo que su situación ha supuesto un campanazo de alerta a los colombianos, y al mundo. Colombia tiene otra vez en riesgo su democracia, sufre una expansión criminal, las actitudes del Gobierno del presidente Petro no son correctas. Ha usado palabras agresivas con la oposición, facilitando el fortalecimiento de los grupos criminales con su política de la mal llamada ‘Paz total’, que no ha traído ninguna paz. Es un fracaso total.

Y al mismo tiempo se ha preocupado por debilitar las fuerzas armadas, que hoy tienen menos presupuesto, menos capacidad operativa, sin orden ni autoridad por parte del Gobierno… Con lo cual los colombianos hoy tienen más miedo, más preocupación. Por eso las elecciones de 2026 son muy importantes. Lo más peligroso que le puede pasar al país es salir de un populismo y entrar en otro. Y más grave sería salir de un gobierno incapaz de producir resultados, porque no sabe cómo hacerlo, a otro que tampoco sepa qué hacer. Colombia necesita autoridad, conocimiento en las fuerzas armadas y una alianza con el sector económico para fomentar la inversión…

Parece que se está postulando. ¿Se está planteando volver a ser candidato a la Presidencia de Colombia?

—Creo que hay personas que tienen el deber de considerar si pueden servir al país, y yo me veo en la obligación de ver cómo ayudar a mí país. Eso puede implicar muchas cosas. De momento, estoy analizando la posibilidad.

¿Aceptaría también ir como vicepresidente, como ya hizo en 2018 junto a German Vargas Lleras?

—Con una carrera larga en el sector público y privado, estoy dispuesto a tirar del carro, pero también empujarlo, si es necesario, porque está en riesgo la estabilidad del país. Por eso, lo que estoy considerando es si debo tomar un papel de liderazgo en Colombia.

¿Por qué está en riesgo?

—El orden internacional, que ahora está en desorden, le está facilitando a todos lo que tienen motivaciones autocráticas tomar ventaja de ello. El tema geopolítico y la lucha entre EE.UU. y China le da una oportunidad al Gobierno [de Petro] de ponernos en contra del Gobierno de EE.UU., inclinándose hacia Pekín. Yo creo que Colombia no tiene que perder su alianza con Washington, pero tampoco pelearse con China, tiene que tener una buena relación.

[Poco después de esta entrevista, EE.UU. llamaba a consultas a su encargado de negocios en la embajada de Bogotá tras denunciar el Gobierno de Petro un intento de golpe de Estado].

Si el petrismo pierde el poder en 2026, Maduro perdería también uno de sus grandes aliados en la región…

—Lo de Venezuela es muy grave porque hubo un fraude electoral, y no ha pasado nada. Y países como Colombia, México y Brasil terminaron avalando ese fraude tomando una postura de neutralidad. Una falsa neutralidad, porque facilitaron al régimen de Maduro alcanzar su objetivo. Lo malo es que Maduro ve en Colombia la oportunidad de que se consolide un aliado, como es Petro; y eso preocupa a la hora de que haya un intervencionismo del régimen en las elecciones de Colombia, aliado con el ELN y otras organizaciones criminales. Maduro quiere meter las manos en Colombia y no se lo podemos permitir. Necesitamos que la comunidad internacional lo sepa.

La seguridad es fundamental para el desarrollo y la inversión en su país, ¿aplicaría el ‘modelo Bukele’ para lograrla?

—Yo no creo en la aplicación de los modelos de otros países. Colombia es demasiado grande, 45 veces mayor que El Salvador, y tiene que buscar su propia solución. Avanzó mucho en los primeros 15 años de este siglo, pero llegaron los acuerdos [de Paz] de 2016 que permitieron que volviera el crecimiento del narcotráfico y de los elementos criminales, y hoy el país ha retrocedido. Tenemos que recuperar aquella senda, pero a la colombiana, con respeto a los derechos humanos y a la institucionalidad democrática.

Usted fue embajador en Washington en el primer mandato de Trump. ¿Cómo ve su segunda presidencia?

—Le veo con más experiencia; esta vez se ha movido más rápido y tiene al mundo un poco en ascuas, por decirlo de alguna manera. Ha avanzado en su tema de aranceles, como un mecanismo de protección de EE.UU. Hay cosas en las que creo que acierta; en otras, uno puede tener diferencias; y veo otras en las que ha tomado posturas que tienen sentido.

Trump ha tomado duras medidas hacia América Latina, ¿cree que su Administración es buena para la región? ¿Para Colombia?

—EE.UU. es la mayor potencia económica, militar y de innovación del mundo, y Colombia debe aprovechar su relación bilateral para maximizar sus oportunidades. Cuando lo hicimos, el país progresó; ahora que no lo estamos haciendo, EE.UU. está poniendo el foco en otro sitio, algo que es malo para nosotros.

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