Publicado: octubre 27, 2025, 6:46 pm
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«Takaichi tiene una posición muy fuerte, es un gran momento para recibir a Trump», apunta Ian Bremmer, fundador y presidente de la consultora Eurasia. «Es la líder de un país que importa, realmente le gusta Trump, quiere que Trump triunfe y desea ser … una aliada fiable. Puede decirlo sobre inmigración, son muy similares. Puede decirlo sobre política fiscal. Puede decirlo sobre Israel. Puede nominarle al Nobel. Puede hacer muchas cosas».
Y, sin embargo, la mayor de sus bazas no es propia, sino heredera. Takaichi es la heredera del difunto estadista Shinzo Abe, el mandatario que mantenía con Trump una relación privilegiada hasta en los campos de golf. «Ella es descendiente directa del líder que más gustaba a Trump, que fue asesinado, igual que Trump casi fue asesinado. Ella debería usar eso», añade Bremmer. «Y, por supuesto, su traductor es el traductor de Abe, que también le caía muy bien a Trump. Es otro ejemplo de los recursos a su favor».
En ese sentido, Trump ya llega con la mejor de las disposiciones. «Estoy escuchando cosas fenomenales. Ella era una gran aliada y amiga de Shinzo Abe, que era mi amigo, uno de los mejores. Y sé que estaban muy cercanos, y creo que filosóficamente estaban muy cercanos, lo que es bueno. Va a ser muy bueno. Eso ayuda mucho a Japón y Estados Unidos», auguraba a bordo del avión presidencial antes de tomar tierra en Tokio.
Esclarecida fuera de toda duda la voluntad, el mayor de los obstáculos de Takaichi a la hora de complacer a Trump e implementar su ambiciosa agenda consiste en su debilidad parlamentaria, después de que su predecesor perdiera la mayoría en ambas cámaras en menos de un año. Ahora bien, no todos los cambios son a peor. Los budistas conservadores de Komeito abandonaron la coalición gubernamental tras 26 años, y ocuparon su lugar los populistas centroderechistas de Ishin no Kai –también conocidos como el Partido de la Innovación–.
Enemigo del enemigo
Mientras que Komeito solía frenar las aspiraciones militaristas de Abe y otros líderes del PLD, Ishin pasará a empujar en la misma dirección. La formación, de hecho, ha propuesto un acuerdo que otorgaría a Japón capacidad de decisiones sobre las armas nucleares estadounidenses desplegadas en suelo japonés.
Esta nueva alianza parlamentaria podría envalentonar a Takaichi, quien en el pasado ha visitado en reiteradas ocasiones Yasukuni, el polémico santuario que honra, entre todos los militares japoneses caídos en combate, a varios criminales de guerra. Su Gobierno amenaza con soliviantar a Corea del Sur y, por encima de todo, a China.
También su actitud respecto a Taiwán, pues el pasado mes de abril mantuvo un encuentro en Taipéi con el presidente del territorio, William Lai Ching-te, donde enfatizó la necesidad de colaborar en materia de defensa. Las suspicacias ya se hacen notar: China ha tardado casi una semana en emitir una felicitación por su nombramiento, un retraso inusitado. Takaichi pondrá a finales de esta semana rumbo a Gyeongju para asistir a la cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), donde podría mantener un encuentro presencial con el líder chino Xi Jinping.
La primera ministra ha iniciado su mandato con un excepcional índice de aprobación del 74%, según una encuesta difundida hoy por Nikkei, uno de los más altos de la serie histórica y 37 puntos porcentuales por encima de donde Ishiba lo dejó el pasado mes de septiembre antes de dimitir. Los consultados han destacado, por orden, la «inflación», el «crecimiento económico» y las «pensiones» como las cuestiones más urgentes a tratar, evidencia de una sociedad agobiada ante el aumento del coste de vida tras décadas de deflación.
Nikkei marca un récord
También en esa misión la presencia de Trump parece contribuir. El índice Nikkei 225 ha superado esta mañana por primera vez en la historia la frontera de los 50.000 puntos, una subida registrada después de que China y EE.UU. anunciaran ayer haber llegado a un acuerdo inicial previo a la reunión entre Trump y Xi. «Respeto mucho al presidente Xi y creo que vamos a llegar a un acuerdo», ha insistido hoy el estadounidense.
Este récord ha silencia otras polémicas provocadas por la presencia del estadounidense, como la convocatoria de una manifestación anti-Trump en el céntrico núcleo de Shinjuku, o la detención ayer de un individuo que portaba un cuchillo en las cercanías de la embajada estadounidense.
