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Instituciones financieras como BBVA y Citibanamex, coinciden en que, hacia adelante, será necesario que se reduzca el déficit público para estabilizar la deuda, dado que, señalan, el gasto ha aumentado más rápido que los ingresos.
En su más reciente informe Situación México, presentado la semana pasada, BBVA, a través de su área de estudios económicos, explicó que se prevé que el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) será de 50.8% del PIB al cierre del 2024 (desde 46.8% en el 2023), nivel que, sin embargo, no representa ningún problema de sostenibilidad para la deuda pública de México ni para la calificación crediticia soberana.
No obstante, precisó, a partir del 2025 se necesitarán déficits públicos en torno a 2.0% del PIB para mantener estable este cociente de deuda.
El reporte subraya que, con base en los anuncios más recientes de la Secretaría de Hacienda es previsible que la consolidación fiscal del próximo año lleve el déficit público a niveles no vistos en mucho tiempo.
“El reto para la administración que comienza va a ser importante, complicado, porque este año, 2024, según nos ha informado la Secretaría de Hacienda, vamos a tener el déficit más alto desde finales de los 80”, estimado en 5.9%, precisó Carlos Serrano, economista jefe de BBVA México.
En este sentido, consideró que dada la fragilidad prevista para las finanzas públicas en los próximos años por el agotamiento de los fondos de contingencia, la ampliación de los programas sociales, los apoyos patrimoniales a Petróleos Mexicanos (Pemex) de parte del Gobierno Federal, las pensiones públicas, el servicio de la deuda y el poco margen de crecimiento de la recaudación tributaria, sin una reforma fiscal, el gobierno que recién inició funciones, muy probablemente tendrá que hacer ajustes al gasto programable para generar déficits públicos en torno a 2.0% del PIB.
“Y así evitar que la deuda pública (como porcentaje del PIB) retome su trayectoria ascendente, lo que representará un reto complejo de política fiscal”, mencionó.
El informe resaltó que si la disciplina fiscal no fuera suficiente y el gobierno federal solamente pudiera reducir el déficit público a niveles de alrededor de 3.2% del PIB en los siguientes años, entonces la deuda podría aproximarse a 59.3% del PIB en el 2030.
“Esta posibilidad podría llevar a las agencias calificadoras a reducir la calificación crediticia soberana y la consecuente pérdida del grado de inversión”, puntualizó.
Ven presiones para estabilidad de las finanzas
Citibanamex, en su Examen de la Situación Económica de México para el tercer trimestre dado a conocer hace unos días, anticipó presiones para la estabilidad de las finanzas públicas hacia adelante, dado que se han deteriorado en la medida que el gasto ha aumentado más rápido que los ingresos.
En este sentido, destacó que, para mantener las finanzas públicas en una ruta sostenible, es decir, estabilizar la deuda pública como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), es necesario disminuir el déficit, que, a su consideración, en el 2024 superará 6% del PIB, el nivel más alto desde 1988.
Citibanamex señaló que si la percepción de mayor riesgo aumenta y el paquete fiscal del 2025 no logra presentar una ruta de consolidación fiscal creíble, aumentarían los riesgos para la calificación soberana de México en el mediano plazo, como ya lo han comentado las tres principales agencias.
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