Hilos tensores contra la flacidez: cómo funcionan y cuánto tiempo duran - Colombia
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Hilos tensores contra la flacidez: cómo funcionan y cuánto tiempo duran

Aunque las arrugas y las manchas son los dos signos más evidentes del envejecimiento, hay otro que de forma silenciosa se va instalando en el rostro, hasta que llega a deformarlo. Hablamos de la flacidez: la pérdida paulatina de colágeno y elastina (desde … los 25 años), encargados de aportar firmeza y elasticidad a los tejidos, los músculos y la propia piel, provoca el descolgamiento de estos, haciendo que el óvalo facial cambie su forma habitual, o se marquen más arrugas, como el surco nasogeniano. Combatir la flacidez facial con cosmética no es fácil, sobre todo, cuando ya está en un nivel avanzado. En estos casos la medicina estética se convierte en la única solución (además de la cirugía), y una de las técnicas más recurrentes son los hilos tensores.

¿Qué son los hilos tensores?

La doctora Carmen Górriz, subdirectora de la unidad de medicina estética de IMR, explica que «los hilos tensores son suturas subcutáneas biodegradables o reabsorbibles, diseñadas para producir un efecto de tracción mecánica inmediato en tejidos laxos. Además, estimulan la neocolagénesis (formación de nuevo colágeno) y la remodelación dérmica a medio-largo plazo mediante una reacción tisular alrededor del material».
Los hilos tensores actúan como un soporte, tensando los tejidos caídos de forma inmediata, a la vez que favorecen la producción de colágeno a medio plazo. Precisamente la biostimulación del colágeno es una de las tendencias más destacadas de la medicina estética en los últimos tiempos, en consonancia con esa nueva era de retoques más naturales. El material de los hilos, especialmente el ácido poliláctico, estimula el propio colágeno para ayudar a mantener la estructura de la piel.
La doctora Górriz asegura que los hilos son perfectos para reposicionar y elevar tejidos faciales, mejorar la definición del surco nasogeniano y la mandíbula. Además, también se pueden aplicar para combatir la flacidez corporal: en la cara interna de los brazos, en los muslos, los glúteos o el abdomen.

¿En qué consiste el tratamiento?

La doctora Rita Seco, experta en medicina estética, señala que «se realiza bajo anestesia, para que sea más cómodo para el paciente. Los hilos se introducen en la dermis con una aguja fina. La sesión dura entre 30 y 60 minutos, dependiendo de la zona tratar». Es un tratamiento ambulatorio, es decir, no requiere ingreso, y en general, el paciente puede seguir con su vida.
Existen diferentes tipos de hilos tensores, aunque los más usados son la PDO (Polidioxanona) porque produce un efecto lifting inmediato y se reabsorbe pasados unos meses. También son habituales los hilos de PLA (ácido polilático), porque según Górriz, «su degradación es más lenta, pero el efecto de estimular el colágeno se prolonga, incluso hasta los 12-24 meses». En cualquier caso, será el médico el que oriente al paciente del tipo de hilos tensores, tras un diagnóstico personalizado.
Con todos los tratamientos de medicina estética los resultados son temporales, por lo que pasado un cierto tiempo, entre 6 meses y un año o año y medio, si se desean mantener, habrá que repetir el procedimiento.

¿Para quién?

Los hilos tensores son una buena solución para retrasar el lifting, la cirugía de rejuvenecimiento por excelencia. Pero la doctora Seco advierte de que «en el caso de signos de envejecimiento avanzado, no recomiendo la aplicación de hilos tensores. En esos casos, el tratamiento más eficaz y honesto es el lifting quirúrgico». Es un tratamiento que funciona tanto para prevenir, como para tratar la flacidez moderada.
Además, en muchas ocasiones no se usan solos, sino combinados con otras técnicas de medicina estética como los inductores de colágeno, los rellenos de ácido hialurónico o aparatología como radiofrecuencia y ultrasonidos.

Publicado: noviembre 6, 2025, 9:45 am

La fuente de la noticia es https://www.abc.es/estilo/belleza/hilos-tensores-flacidez-funcionan-tiempo-duran-20251106155757-nt.html

Aunque las arrugas y las manchas son los dos signos más evidentes del envejecimiento, hay otro que de forma silenciosa se va instalando en el rostro, hasta que llega a deformarlo. Hablamos de la flacidez: la pérdida paulatina de colágeno y elastina (desde los 25 años), encargados de aportar firmeza y elasticidad a los tejidos, los músculos y la propia piel, provoca el descolgamiento de estos, haciendo que el óvalo facial cambie su forma habitual, o se marquen más arrugas, como el surco nasogeniano. Combatir la flacidez facial con cosmética no es fácil, sobre todo, cuando ya está en un nivel avanzado. En estos casos la medicina estética se convierte en la única solución (además de la cirugía), y una de las técnicas más recurrentes son los hilos tensores.

¿Qué son los hilos tensores?

La doctora Carmen Górriz, subdirectora de la unidad de medicina estética de IMR, explica que «los hilos tensores son suturas subcutáneas biodegradables o reabsorbibles, diseñadas para producir un efecto de tracción mecánica inmediato en tejidos laxos. Además, estimulan la neocolagénesis (formación de nuevo colágeno) y la remodelación dérmica a medio-largo plazo mediante una reacción tisular alrededor del material».

Los hilos tensores actúan como un soporte, tensando los tejidos caídos de forma inmediata, a la vez que favorecen la producción de colágeno a medio plazo. Precisamente la biostimulación del colágeno es una de las tendencias más destacadas de la medicina estética en los últimos tiempos, en consonancia con esa nueva era de retoques más naturales. El material de los hilos, especialmente el ácido poliláctico, estimula el propio colágeno para ayudar a mantener la estructura de la piel.

La doctora Górriz asegura que los hilos son perfectos para reposicionar y elevar tejidos faciales, mejorar la definición del surco nasogeniano y la mandíbula. Además, también se pueden aplicar para combatir la flacidez corporal: en la cara interna de los brazos, en los muslos, los glúteos o el abdomen.

¿En qué consiste el tratamiento?

La doctora Rita Seco, experta en medicina estética, señala que «se realiza bajo anestesia, para que sea más cómodo para el paciente. Los hilos se introducen en la dermis con una aguja fina. La sesión dura entre 30 y 60 minutos, dependiendo de la zona tratar». Es un tratamiento ambulatorio, es decir, no requiere ingreso, y en general, el paciente puede seguir con su vida.

Existen diferentes tipos de hilos tensores, aunque los más usados son la PDO (Polidioxanona) porque produce un efecto lifting inmediato y se reabsorbe pasados unos meses. También son habituales los hilos de PLA (ácido polilático), porque según Górriz, «su degradación es más lenta, pero el efecto de estimular el colágeno se prolonga, incluso hasta los 12-24 meses». En cualquier caso, será el médico el que oriente al paciente del tipo de hilos tensores, tras un diagnóstico personalizado.

Con todos los tratamientos de medicina estética los resultados son temporales, por lo que pasado un cierto tiempo, entre 6 meses y un año o año y medio, si se desean mantener, habrá que repetir el procedimiento.

¿Para quién?

Los hilos tensores son una buena solución para retrasar el lifting, la cirugía de rejuvenecimiento por excelencia. Pero la doctora Seco advierte de que «en el caso de signos de envejecimiento avanzado, no recomiendo la aplicación de hilos tensores. En esos casos, el tratamiento más eficaz y honesto es el lifting quirúrgico». Es un tratamiento que funciona tanto para prevenir, como para tratar la flacidez moderada.

Además, en muchas ocasiones no se usan solos, sino combinados con otras técnicas de medicina estética como los inductores de colágeno, los rellenos de ácido hialurónico o aparatología como radiofrecuencia y ultrasonidos.

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