Desarrollar bacterias espejo entrañaría un grave riesgo, según un artículo de opinión publicado el 12 de diciembre en la revista Science por una treintena de investigadores, entre ellos Craig Venter, creador de la primera célula artificial. Las bacterias espejo son microbios idénticos a los existentes, pero con sus moléculas enrolladas artificialmente de forma opuesta a la natural. Este cambio de giro las haría inatacables por el sistema inmune o por los antibióticos, cuya maquinaria no se acoplaría bien con moléculas torcidas al contrario