Publicado: octubre 6, 2025, 2:45 pm
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/hamas-israel-esperan-acuerdo-rapido-bajo-presion-20251006205036-nt.html
El segundo aniversario de la operación Inundación de Al Aqsa, con la que Hamás sorprendió a Israel el 7 de octubre de 2023, llega de la mano de la que puede ser la negociación definitiva para poner fin a la guerra. Hamás e Israel … negocian la propuesta de Donald Trump en Sharm el Sheij, bajo la extraordinaria presión de un presidente estadounidense que quiere un acuerdo rápido.
Las delegaciones de ambos lados se reunieron este lunes para una primera toma de contacto después de meses sin diálogo indirecto y del intento de asesinato de Israel de la cúpula negociadora islamista en Doha. El intercambio de rehenes por presos palestinos y el repliegue israelí son los dos primeros puntos de la agenda y tienen la llave para que el resto de los puntos salgan adelante. Aunque Trump le pidió detener los bombardeos, Netanyahu no lo ha hecho y ya han muerto más de 100 personas en Gaza en las últimas 72 horas.
Sobre la mesa de negociación figura la lista de 20 pasos con los que Trump busca el premio Nobel de la Paz, galardón que se dará a conocer el viernes para el que cuenta con el respaldo de Benjamin Netanyahu y de las familias de los rehenes, que agradecieron al presidente «traer luz a nuestras tinieblas». El factor Trump puede hacer que esta vez sea diferente a la tregua de enero, cuando después de pactar una primera fase de intercambios, Israel rompió la tregua cuando llegó el momento de negociar el final de la guerra y retirada de sus tropas.
Del Shin Bet al Mossad
La delegación israelí incluye al jefe adjunto del Shin Bet ‘M’; el coordinador del Gobierno para rehenes y personas desaparecidas, Gal Hirsch; el mayor general retirado Nitzan Alon; el asesor político del primer ministro Ophir Falk, y representantes del Mossad y el Ejército. El ministro de Asuntos Estratégicos y hombre de toda confianza de Netanyahu, Ron Dermer, esperará la llegada del equipo estadounidense, encabezado por Steve Witkoff y Jared Kushner, antes de sumarse a la negociación. La oficina del primer ministro señaló en un comunicado que participan en este proceso «preparados para todos los escenarios, aunque con la esperanza de que sea satisfactorio».
Islamistas e israelíes comparten edificio, pero no están en la misma sala. Jalil Al Khaya, cuyo hijo falleció en el bombardeo israelí en Qatar, encabeza una delegación que, según declaraciones de fuentes de Hamás recogidas por el portal Ynet, se expresaron en la misma línea que la oficina del primer ministro israelí y dijeron que se respira «una atmósfera tensa, pero optimista respecto a la posibilidad de sacar adelante el acuerdo».
A la hora de marcarse plazos, el periodista israelí Amit Segal habló con Netanyahu y aseguró que «Estados Unidos ha aceptado las condiciones de Israel y sabremos el jueves si hay un acuerdo». Segal compartió en su perfil de X que «cabe destacar que, si se cierra un acuerdo a finales de esta semana, los rehenes regresarán a casa 72 horas después».
En otras palabras, si todo sale según lo previsto, los 48 rehenes restantes podrían ser liberados en Simjat Torá, dos años exactos en el calendario judío desde que fueron secuestrados en Gaza». Hamás atacó en pleno día de Simjat Torá, el día en el que se termina de leer en las sinagogas el Pentateuco, y el círculo podría cerrarse en la misma festividad.
Las diferencias
El intercambio de rehenes por presos palestinos precisa de un calendario y una logística que ambas partes deben coordinar. Hamás pide un alto el fuego para recuperar los cuerpos de varios rehenes, actualmente en zonas ocupadas por el Ejército, pero Israel dice que no se mueve hasta que no liberen a los cautivos.
Los islamistas quieren incluir en la lista de presos a figuras míticas como Marwan Barghouti, carismático líder de Fatah y quizás el único dirigente capaz de unificar a todos los palestinos, pero los israelíes se han negado en todas las negociaciones a aceptarlo. Israel tampoco está dispuesto a liberar a miembros de Al Nukhba, cuerpo de élite del brazo armado de Hamás que encabezó las operaciones del 7 de octubre. Los mediadores tienen un duro trabajo por delante para acercar posturas.
Israel estima que quedan una veintena de rehenes vivos y Hamás acepta liberarlos a todos a la vez, y entregar los restos de otros 28, pero la prensa árabe recoge que están tratando de vincular esta concesión al cumplimiento del resto de puntos del acuerdo. Al Khaya y su equipo temen que Netanyahu decida retomar los bombardeos en cuanto tenga a los cautivos en casa. Es el arma más poderosa que le queda a Hamás. Otro de los puntos a los que acceden los islamistas, según la respuesta que dieron el viernes a Trump, es la entrega del poder a una comisión de tecnócratas palestinos.
A la presión diplomática de Trump, a través de Qatar y Turquía, Hamás suma la militar que ejerce Israel cada día con su avance en Ciudad de Gaza. Israel Katz, ministro de Defensa, declaró que «la decisión de ocupar Ciudad de Gaza, el derrumbe de edificios de varias plantas y la intensidad de las operaciones militares en la ciudad han provocado la evacuación de aproximadamente 900.000 residentes hacia el sur, lo que ha generado una enorme presión sobre Hamás y los países que lo apoyan». Un desplazamiento masivo en apenas tres semanas a una supuesta zona humanitaria abarrotada, sin servicios para atenderles y bajo frecuentes ataques israelíes.