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Finlandia afea a Sánchez su escasa ayuda militar a Ucrania

«Es de vital importancia que el apoyo a Ucrania no disminuya, sino que continúe y crezca», suplicaba este jueves Zelenski en Bruselas. Bastante molesto, el primer ministro de Finlandia, Petteri Orpo, criticó que muchos países no están «funcionando adecuadamente» en las entregas de armas a Ucrania … , en referencia a España.
Nadie espera que Portugal dé un paso al frente hasta las elecciones de mayo y nadie espera que Eslovaquia o Hungría, con gobiernos adheridos a la política del Kremlin, presten su apoyo a Kiev. Pero nadie se explica por qué España, con una de las economías con más crecimiento de la zona euro, esté mirando hacia otro lado.
Ya el pasado 12 de marzo, durante la visita de Pedro Sánchez a Helsinki, hubo serias discrepancias entre los dos jefes de gobierno. Mientras el español proponía «subsidios» europeos para la defensa, y repetía una y otra vez la palabra «subsidios» en la comparecencia conjunta ante la prensa, Orpo hablaba de reestructuración del gasto público para dar prioridad a la ayuda a Ucrania y al rearme.

El término «subsidios» sonaba especialmente doloroso en un país, icono hasta hace poco tiempo del Estado de bienestar europeo, que ha renunciado a buena parte de su sistema social para hacer frente a la protección de su frontera con Rusia, el apoyo a Kiev y la nueva seguridad europea.
Desde la entrada de Finlandia en la OTAN en abril de 2023, el país nórdico ha debido hacer grandes sacrificios para hacer las necesarias aportaciones a la Alianza. El actual Gobierno, formado por cuatro partidos, ha amasado un amplio consenso para aplicar las difíciles reformas. Los desempleados, los estudiantes y los beneficiarios de prestaciones básicas reciben menos dinero, los inmigrantes tienen que demostrar su integración para recibir ayudas estatales y la mayoría de los finlandeses tienen que poner de su bolsillo para ir al médico.
«Tenemos el mandato para hacerlo», ha justificado Orpo, al frente de un partido que hizo campaña a favor de los recortes y el aumento de presión sobre los parados de larga duración para que acepten un empleo. Las prestaciones para los desempleados se van reduciendo gradualmente, además, si el paro persiste durante más tiempo. Después de solo dos meses en el paro, los afectados pierden el 20 por ciento de la prestación. Después de ocho meses, los pagos mensuales se reducen en otros cinco puntos porcentuales.

Los recortes de Orpo

Los fondos adicionales para los hijos, que oscilaban entre los 130 euros y los 240 euros mensuales en función de su número e iban aumentando con el IPC, han sido eliminados por completo. Los recortes son particularmente duros para la versión finlandesa del subsidio de vivienda, que reciben los hogares con bajos ingresos y los estudiantes.
El subsidio para los gastos de alquiler se redujo en más de un 12 por ciento y los propietarios ya no reciben apoyo financiero si entran en dificultades. La ayuda a la vivienda, además, ya no se paga si los afectados tienen ahorros. La ayuda básica al alquiler se ha reducido y, como sustitución, la autoridad de bienestar social KELA instruye a los afectados para que busquen un nuevo apartamento más barato.
El gobierno presentará esta primavera una reforma de la renta básica que fusionará varias formas de seguridad social mínima. Se ha facilitado el despido y las empresas pueden ahora desviarse de los salarios colectivos de varias industrias. Se están relajando las reglas para los contratos de trabajo de duración determinada.
El Gobierno de Finlandia ataja así el declive de las finanzas públicas. En los últimos quince años, la deuda nacional del país casi se ha duplicado: de poco menos del 42 por ciento en 2009 a un 81 por ciento en 2024. Libera además activos para ocuparse de proteger sus 1.340 kilómetros de frontera con Rusia, que atraviesa principalmente bosques de taiga y áreas rurales poco pobladas.

El rearme de Finlandia

Ante la amenaza rusa, Finlandia está construyendo barreras físicas en 200 kilómetros de tramos más vulnerables, con vallas y sensores de movimiento, cerrando pasos fronterizos de acuerdo al nivel de seguridad nacional y reforzando la vigilancia con más efectivos de la Guardia de Fronteras, una supervisión terrestre más tupida y una vigilancia y prevención de ataques híbridos más intensa.
También así ha sido posible la compra de armamento para aportar a la OTAN. Con un primer paquete en 2022, Finlandia destinó 2.000 millones de euros adicionales en los presupuestos generales para reforzar sus capacidades militares, incluyendo sistemas de armas antiaéreas y antitanque, para después sumar la compra de cazas F-35 estadounidenses, drones, municiones de artillería y equipos de visión nocturna, todo ello por unos 10.000 millones de euros.
Después de hacer los deberes y reorientar el 2,5 de su PIB en gasto para defensa, Orpo reivindica ahora que la financiación europea se dirija a países en primera línea de frente como el suyo. Finlandia es el séptimo país de la OTAN que más invierte en defensa, después de Polonia, Estonia, Estados Unidos, Letonia, Grecia y Lituania. España es el último.

Publicado: marzo 21, 2025, 6:45 am

La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/finlandia-afea-sanchez-escasa-ayuda-militar-ucrania-20250321114352-nt.html

«Es de vital importancia que el apoyo a Ucrania no disminuya, sino que continúe y crezca», suplicaba este jueves Zelenski en Bruselas. Bastante molesto, el primer ministro de Finlandia, Petteri Orpo, criticó que muchos países no están «funcionando adecuadamente» en las entregas de armas a Ucrania, en referencia a España.

Nadie espera que Portugal dé un paso al frente hasta las elecciones de mayo y nadie espera que Eslovaquia o Hungría, con gobiernos adheridos a la política del Kremlin, presten su apoyo a Kiev. Pero nadie se explica por qué España, con una de las economías con más crecimiento de la zona euro, esté mirando hacia otro lado.

Ya el pasado 12 de marzo, durante la visita de Pedro Sánchez a Helsinki, hubo serias discrepancias entre los dos jefes de gobierno. Mientras el español proponía «subsidios» europeos para la defensa, y repetía una y otra vez la palabra «subsidios» en la comparecencia conjunta ante la prensa, Orpo hablaba de reestructuración del gasto público para dar prioridad a la ayuda a Ucrania y al rearme.

El término «subsidios» sonaba especialmente doloroso en un país, icono hasta hace poco tiempo del Estado de bienestar europeo, que ha renunciado a buena parte de su sistema social para hacer frente a la protección de su frontera con Rusia, el apoyo a Kiev y la nueva seguridad europea.

Desde la entrada de Finlandia en la OTAN en abril de 2023, el país nórdico ha debido hacer grandes sacrificios para hacer las necesarias aportaciones a la Alianza. El actual Gobierno, formado por cuatro partidos, ha amasado un amplio consenso para aplicar las difíciles reformas. Los desempleados, los estudiantes y los beneficiarios de prestaciones básicas reciben menos dinero, los inmigrantes tienen que demostrar su integración para recibir ayudas estatales y la mayoría de los finlandeses tienen que poner de su bolsillo para ir al médico.

«Tenemos el mandato para hacerlo», ha justificado Orpo, al frente de un partido que hizo campaña a favor de los recortes y el aumento de presión sobre los parados de larga duración para que acepten un empleo. Las prestaciones para los desempleados se van reduciendo gradualmente, además, si el paro persiste durante más tiempo. Después de solo dos meses en el paro, los afectados pierden el 20 por ciento de la prestación. Después de ocho meses, los pagos mensuales se reducen en otros cinco puntos porcentuales.

Los recortes de Orpo

Los fondos adicionales para los hijos, que oscilaban entre los 130 euros y los 240 euros mensuales en función de su número e iban aumentando con el IPC, han sido eliminados por completo. Los recortes son particularmente duros para la versión finlandesa del subsidio de vivienda, que reciben los hogares con bajos ingresos y los estudiantes.

El subsidio para los gastos de alquiler se redujo en más de un 12 por ciento y los propietarios ya no reciben apoyo financiero si entran en dificultades. La ayuda a la vivienda, además, ya no se paga si los afectados tienen ahorros. La ayuda básica al alquiler se ha reducido y, como sustitución, la autoridad de bienestar social KELA instruye a los afectados para que busquen un nuevo apartamento más barato.

El gobierno presentará esta primavera una reforma de la renta básica que fusionará varias formas de seguridad social mínima. Se ha facilitado el despido y las empresas pueden ahora desviarse de los salarios colectivos de varias industrias. Se están relajando las reglas para los contratos de trabajo de duración determinada.

El Gobierno de Finlandia ataja así el declive de las finanzas públicas. En los últimos quince años, la deuda nacional del país casi se ha duplicado: de poco menos del 42 por ciento en 2009 a un 81 por ciento en 2024. Libera además activos para ocuparse de proteger sus 1.340 kilómetros de frontera con Rusia, que atraviesa principalmente bosques de taiga y áreas rurales poco pobladas.

El rearme de Finlandia

Ante la amenaza rusa, Finlandia está construyendo barreras físicas en 200 kilómetros de tramos más vulnerables, con vallas y sensores de movimiento, cerrando pasos fronterizos de acuerdo al nivel de seguridad nacional y reforzando la vigilancia con más efectivos de la Guardia de Fronteras, una supervisión terrestre más tupida y una vigilancia y prevención de ataques híbridos más intensa.

También así ha sido posible la compra de armamento para aportar a la OTAN. Con un primer paquete en 2022, Finlandia destinó 2.000 millones de euros adicionales en los presupuestos generales para reforzar sus capacidades militares, incluyendo sistemas de armas antiaéreas y antitanque, para después sumar la compra de cazas F-35 estadounidenses, drones, municiones de artillería y equipos de visión nocturna, todo ello por unos 10.000 millones de euros.

Después de hacer los deberes y reorientar el 2,5 de su PIB en gasto para defensa, Orpo reivindica ahora que la financiación europea se dirija a países en primera línea de frente como el suyo. Finlandia es el séptimo país de la OTAN que más invierte en defensa, después de Polonia, Estonia, Estados Unidos, Letonia, Grecia y Lituania. España es el último.

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