Publicado: julio 17, 2025, 12:45 am
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/estupidos-ingenuos-trump-enfrenta-seguidores-radicales-escandalo-20250716042038-nt.html
«No perdamos tiempo y energÃa en Jeffrey Epstein, alguien que no le importa a nadie», escribió Donald Trump el pasado fin de semana en su red social. Como en tantas otras cosas, el presidente de EE.UU. vestÃa sus deseos -que sus … bases más fanáticas pasen de página con sus teorÃas conspiranoicas sobre los escándalos sexuales del inversor fallecido en 2019- como realidad.
Pero la realidad es muchas veces tozuda y el caso Epstein importa mucho, y a muchos: está provocando una grieta con una facción ‘trumpista’ muy afÃn. Hasta el punto de que Trump estalló este miércoles: abroncó e insultó a esos grupos de leales en un intento de mantener prietas las filas. Les llamó «estúpidos», «ingenuos» y «antiguos seguidores» y les acusó de caer en el juego de los demócratas.
En esencia, esto es lo ocurrido: Trump y muchos de sus aliados alimentaron durante años teorÃas conspiradoras sobre Epstein y sus tramas sórdidas y ahora, en el Gobierno, ese monstruo se les ha vuelto en contra.
Epstein, un inversor que se codeó con las altas esferas financieras y polÃticas, murió en el verano de 2019 en la celda de Manhattan en la que esperaba su juicio por décadas de abusos sexuales, trata de menores y pedofilia. Las autoridades dictaminaron que se suicidó, pero su fallecimiento desató infinidad de teorÃas conspiradoras: a Epstein le mataron porque revelarÃa la implicación de decenas de miembros de esas elites en sus delitos sexuales.
En campaña, Trump y los suyos prometieron que lo destaparÃan todo, dentro de esa retórica de acabar con el ‘deep state’, el estado profundo, las tramas de pederastia que denuncia el movimiento conspirador y sin fundamento QAnon. Trump serÃa quien abrirÃa los archivos y publicarÃa, por fin, todo, para gloria de todas esas teorÃas. «Las revelaciones van a sacudir al mundo de la polÃtica», aventuraba Dan Bongino, entonces una de las personalidades mediáticas con más ascendencia en el ‘trumpismo’, hoy el número dos del FBI.
Pero, una vez en el Gobierno, Trump quiere mirar para otro lado. Porque no hay nada que revelar o porque no quiere hacerlo. Los problemas empezaron en febrero, con la muy cacareada desclasificación de los ‘documentos de Epstein’, que se adelantó a algunos ‘influencers’ próximos a Trump. ¿Se va a publicar la lista de clientes de Epstein? Le preguntaron aquel dÃa en la cadena Fox New a la fiscal general, Pam Bondi, ahora en el centro de todas las crÃticas. «La tengo aquà delante en mi escritorio», respondió Bondi, mientras crecÃa la expectación sobre el contenido de los documentos.
Después resultó que no habÃa nada nuevo en ellos, todo se habÃa conocido en los muchos procesos judiciales alrededor de las correrÃas de Epstein.
Ese jarro de agua frÃa no fue nada comparado con lo que ocurrió la semana pasada. Un informe del FBI -una agencia que depende de Bondi- determinaba que no habÃa ‘lista de clientes de Epstein’ y que no habÃa ninguna evidencia que invalide la determinación de que su muerte fue por suicidio.
Mirar para otro lado
Buena parte del movimiento MAGA (‘Make America Great Again’, ‘Hacer a EE.UU. grande otra vez’) estalló en crÃticas furibundas. Se decÃan engañados, estaban incrédulos con Trump, exigÃan el despido de Bondi. En la conferencia de Turning Point USA, una organización de jóvenes ‘trumpistas’, mucho de lo que se habló es de Epstein.
AllÃ, Jack Posobiec, un ‘influencer’ de extrema derecha de peso, defendió que no parará «hasta que tengamos un comité del 6 de enero sobre los documentos de Epstein», en referencia al comité de investigación que los demócratas organizaron en la Cámara de Representantes sobre el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. Otros aliados de Trump, como Laura Loomer, un altavoz de teorÃas conspiranoicas, han exigido la salida de Bondi.
Trump ha tratado de mirar para otro lado y que los suyos hagan lo mismo. Pero las preguntas al respecto -muchas veces de reporteros afines, lo que le duele más-, no dejan de llegar. En la misma conferencia de Turning Point USA, Steve Bannon, el ideólogo de su ascenso al poder en 2016, advirtió al presidente de que tratar de que la gente se olvide de Epstein va a suponer «la pérdida del 10% del movimiento MAGA», lo que podrÃa tener consecuencias desastrosas en las elecciones legislativas del año que viene.
Desde el Congreso, donde la mayorÃa de legisladores se jugarán su escaño el año que viene, también hay voces que exigen mayor claridad con los documentos de Epstein. El presidente de la Cámara Baja, el republicano Mike Johnson, ha exigido «transparencia» y que se saque todo. Y Thomas Massie, uno de los pocos republicanos que se atreve a enfrentarse a Trump, está promoviendo que se vote en el Congreso sobre la desclasificación de todos los documentos de Epstein.
La Casa Blanca trata de contener a los desairados seguidores de Trump por varios frentes. El propio presidente ha contactado a figuras mediáticas cercanas para que no se dé tanta importancia al asunto. También se plantea el nombramiento de un investigador especial, al menos para dar un puntapié al asunto. O contentar a parte del público con órdenes ejecutivas centradas en la lucha contra la pedofilia.
Pero este miércoles, Trump ha estallado, furioso por el protagonismo que ocupa el caso Epstein, que invisibiliza en parte sus logros. Después de prometer destapar todo, defendió en un mensaje en su red social que lo de Epstein es un nuevo «engaño» de los demócratas. «Y mis ANTIGUOS seguidores lo están comprando», criticó.
«Dejad que esos debiluchos sigan haciendo el trabajo a los demócratas, que ni siquiera piensen en hablar de nuestro éxodo increÃble y sin precedentes, ¡porque ya no quiero su apoyo!», dijo de los seguidores que muestran su descontento por el caso Epstein.
Poco después, desde el Despacho Oval, durante la visita del prÃncipe heredero de Baréin, Salman bin Hamad Al Khalifa, insistió en que es todo un «gran engaño perpetrado por los demócratas en el que algunos republicanos estúpidos e ingenuos están cayendo en la red».
«He perdido la fe en algunos», dijo sobre seguidores que le han sido hasta ahora muy leales. Pero el verdadero problema para él es que esos seguidores, que le han creÃdo todo y le han perdonado todo, empiecen a perder la fe en él.