«En Venezuela tememos más a la inflación que a los marines de EE.UU.» - Colombia
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«En Venezuela tememos más a la inflación que a los marines de EE.UU.»

En una salida inusual de su despacho presidencial en Miraflores, Nicolás Maduro caminó este viernes por la calle para participar en un mitin chavista, donde declaró a la cadena CNN que Venezuela y Estados Unidos debían «unirse por la paz del continente», al tiempo … que pidió la paz al presidente Donald Trump ante la creciente tensión por el despliegue militar estadounidense en el mar Caribe.
Unas horas antes, el secretario de Guerra norteamericano, Pete Hegseth, había anunciado a través de las redes la operación Lanza del Sur: «Vamos a expulsar a los narcoterroristas del hemisferio occidental». «Esta misión defiende nuestra patria, expulsa a los narcoterroristas de nuestro hemisferio y protege a nuestra patria de las drogas que están matando a nuestra gente. El hemisferio occidental es la vecindad de Estados Unidos, y la protegeremos», escribió Hegseth.
La concentración de apoyo a Maduro estaba preparada con antelación al lado del Palacio del Gobierno, en el centro de Caracas, con una tarima alusiva al rechazo de la flota aeronaval de EE.UU. y los preparativos militares que organiza el régimen chavista para afrontar un eventual ataque de los marines.

Maduro se mostró muy relajado cuando fue abordado por CNN en la marcha. «No a más guerras eternas, no a más guerras injustas, no más Libia, no más Afganistán, que viva la paz», aseguró. Y cuando le consultaron si tenía un mensaje para Trump, dijo: «Mi mensaje es: ‘¡yes, peace! ¡yes, peace!’». Luego instó a sus seguidores a resistir lo que consideró una amenaza de invasión por EE.UU., aunque su semblante no daba muestras de preocupación. Este martes firmó un decreto para crear los Comandos de Defensa Integral y anunció la movilización de 200.000 uniformados integrados por efectivos del Ejército, milicianos bolivarianos, empleados públicos y simpatizantes civiles. «Estamos ocupados con el pueblo, gobernando con la paz», añadió a la cadena norteamericana.
El mandatario aparenta no estar nervioso ante las cámaras, más bien activo y eufórico, dirigiendo una campaña bélica contra lo que llama «el imperio» de EE.UU. como si estuviera protagonizando una película, esta vez real. En la tarima baila y canta karaoke. Eso sí, va acompañado a todas partes de un voluminoso anillo de seguridad con guardaespaldas cubanos que muchas veces se confunden con militantes y seguidores.
En la calle, ABC consultó a seguidores chavistas si estaban dispuestos a inmolarse por Maduro. Luzmira Gómez, de 65 años, ama de casa, aseguró: «No me veo empuñando un fusil, me parece ridículo; apoyo a Maduro, pero eso de dar la vida por él lo dudo». A su lado, Aracelis Saavedra, de 50 años, señalaba, por su parte: «No soy chavista, me parece mucha ignorancia y brutalidad dar la vida por un gobernante que nos lleva a la miseria y la desgracia».

El líder chavista dándose un baño de pueblo en Caracas

reuters

Desde que comenzó hace tres meses el despliegue de los buques de EE.UU. en el Caribe, reforzado esta semana con la llegada del portaviones Gerald R. Ford, también empezaron a dispararse la inflación y el dólar en Venezuela. El país suramericano vivió una hiperinflación del 35.000% en 2016 y ahora va por un camino similar. Los venezolanos temen volver a vivir ese período, siendo el país con la inflación más alta del mundo.
Pedro Palma, director de Ecoanalítica, estima que la inflación anual en Venezuela para este año superará el 400%. La tendencia mensual oscila entre el 20% y el 30%, mientras que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) estima la inflación en 275%. Todos coinciden en que la inflación será de tres dígitos; entre más del 250% y hasta el 400%.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), «Venezuela cerraría con una inflación del 269,9% en 2025 y del 682,1% en 2026. Una cifra devastadora», dice el informe de este organismo.
Para el político opositor Andrés Velásquez, esta proyección de la inflación para 2025, debería no sólo causar alarma sino «terror profundo».

Pánico en el supermercado

Los analistas se preguntan si el despliegue bélico de Maduro y su campaña anti-Trump sirven para tapar la inflación y distraer como una cortina de humo ante la crisis económica que vive su Gobierno. La inflación es su principal enemigo.
En las puertas de un supermercado de Caracas una cliente, que pidió el anonimato, confiesa a ABC: «Le tengo más miedo a la inflación que a un ataque de los marines, porque los precios de los alimentos se disparan por las nubes todos los días».
Carmen Suárez, de 40 años, siente pánico cada vez que va al supermercado: «Los precios suben cada día, los productos los marcan en dólares y en bolívares. Fíjese un litro de leche costaba dos dólares hace una semana y hoy cuesta 2,80 dólares. Mi sueldo no me alcanza para comer. Temo a la inflación más que a los marines -insiste-. Espero que lleguen y terminen con este infierno».

Un hombre vende aceite, huevos y papel de baño en la calle, frente a un importante mercado carqueño

AFP

La remesa de 100 dólares que le envían a Carmen sus familiares desde Panamá ya no le alcanza para la compra semanal, ni siquiera para abastecerse de alimentos en caso de que haya un ataque.
El dólar aumentó un 330% en lo que va de 2025. La moneda norteamericana se usa en el 60% de la economía venezolana y su incremento se produce por la escasez de divisas.
Las quejas inundan las redes sociales. Una usuaria, Denny Álvarez, escribe: «Vivimos una hiperinflación silenciosa no oficial, pero sí oficial en el bolsillo de la sociedad civil venezolana; no hay poder adquisitivo, apenas alcanza para comprar un cartón de huevos y cero carne de res, pescado ni pollo, a veces algunos gramos de mortadela tipo B o C».
Hay un ambiente de tranquilidad, incertidumbre y de espíritu navideño en las calles pese a la actividad febril bélica de Maduro. La gente pasa por las tiendas, entra, pregunta por los precios y sale con las manos vacías. Los comercios están llenos de productos, pero con poca clientela. Todo está paralizado y nadie quiere invertir hasta ver qué ocurrirá con los marines del Comando Sur y su anunciada Lanza del Sur.

Publicado: noviembre 14, 2025, 9:45 pm

La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/venezuela-tememos-inflacion-marines-eeuu-20251115202458-nt.html

En una salida inusual de su despacho presidencial en Miraflores, Nicolás Maduro caminó este viernes por la calle para participar en un mitin chavista, donde declaró a la cadena CNN que Venezuela y Estados Unidos debían «unirse por la paz del continente», al tiempo que pidió la paz al presidente Donald Trump ante la creciente tensión por el despliegue militar estadounidense en el mar Caribe.

Unas horas antes, el secretario de Guerra norteamericano, Pete Hegseth, había anunciado a través de las redes la operación Lanza del Sur: «Vamos a expulsar a los narcoterroristas del hemisferio occidental». «Esta misión defiende nuestra patria, expulsa a los narcoterroristas de nuestro hemisferio y protege a nuestra patria de las drogas que están matando a nuestra gente. El hemisferio occidental es la vecindad de Estados Unidos, y la protegeremos», escribió Hegseth.

La concentración de apoyo a Maduro estaba preparada con antelación al lado del Palacio del Gobierno, en el centro de Caracas, con una tarima alusiva al rechazo de la flota aeronaval de EE.UU. y los preparativos militares que organiza el régimen chavista para afrontar un eventual ataque de los marines.

Maduro se mostró muy relajado cuando fue abordado por CNN en la marcha. «No a más guerras eternas, no a más guerras injustas, no más Libia, no más Afganistán, que viva la paz», aseguró. Y cuando le consultaron si tenía un mensaje para Trump, dijo: «Mi mensaje es: ‘¡yes, peace! ¡yes, peace!’». Luego instó a sus seguidores a resistir lo que consideró una amenaza de invasión por EE.UU., aunque su semblante no daba muestras de preocupación. Este martes firmó un decreto para crear los Comandos de Defensa Integral y anunció la movilización de 200.000 uniformados integrados por efectivos del Ejército, milicianos bolivarianos, empleados públicos y simpatizantes civiles. «Estamos ocupados con el pueblo, gobernando con la paz», añadió a la cadena norteamericana.

El mandatario aparenta no estar nervioso ante las cámaras, más bien activo y eufórico, dirigiendo una campaña bélica contra lo que llama «el imperio» de EE.UU. como si estuviera protagonizando una película, esta vez real. En la tarima baila y canta karaoke. Eso sí, va acompañado a todas partes de un voluminoso anillo de seguridad con guardaespaldas cubanos que muchas veces se confunden con militantes y seguidores.

En la calle, ABC consultó a seguidores chavistas si estaban dispuestos a inmolarse por Maduro. Luzmira Gómez, de 65 años, ama de casa, aseguró: «No me veo empuñando un fusil, me parece ridículo; apoyo a Maduro, pero eso de dar la vida por él lo dudo». A su lado, Aracelis Saavedra, de 50 años, señalaba, por su parte: «No soy chavista, me parece mucha ignorancia y brutalidad dar la vida por un gobernante que nos lleva a la miseria y la desgracia».


El líder chavista dándose un baño de pueblo en Caracas


reuters

Desde que comenzó hace tres meses el despliegue de los buques de EE.UU. en el Caribe, reforzado esta semana con la llegada del portaviones Gerald R. Ford, también empezaron a dispararse la inflación y el dólar en Venezuela. El país suramericano vivió una hiperinflación del 35.000% en 2016 y ahora va por un camino similar. Los venezolanos temen volver a vivir ese período, siendo el país con la inflación más alta del mundo.

Pedro Palma, director de Ecoanalítica, estima que la inflación anual en Venezuela para este año superará el 400%. La tendencia mensual oscila entre el 20% y el 30%, mientras que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) estima la inflación en 275%. Todos coinciden en que la inflación será de tres dígitos; entre más del 250% y hasta el 400%.

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), «Venezuela cerraría con una inflación del 269,9% en 2025 y del 682,1% en 2026. Una cifra devastadora», dice el informe de este organismo.

Para el político opositor Andrés Velásquez, esta proyección de la inflación para 2025, debería no sólo causar alarma sino «terror profundo».

Pánico en el supermercado

Los analistas se preguntan si el despliegue bélico de Maduro y su campaña anti-Trump sirven para tapar la inflación y distraer como una cortina de humo ante la crisis económica que vive su Gobierno. La inflación es su principal enemigo.

En las puertas de un supermercado de Caracas una cliente, que pidió el anonimato, confiesa a ABC: «Le tengo más miedo a la inflación que a un ataque de los marines, porque los precios de los alimentos se disparan por las nubes todos los días».

Carmen Suárez, de 40 años, siente pánico cada vez que va al supermercado: «Los precios suben cada día, los productos los marcan en dólares y en bolívares. Fíjese un litro de leche costaba dos dólares hace una semana y hoy cuesta 2,80 dólares. Mi sueldo no me alcanza para comer. Temo a la inflación más que a los marines -insiste-. Espero que lleguen y terminen con este infierno».


Un hombre vende aceite, huevos y papel de baño en la calle, frente a un importante mercado carqueño


AFP

La remesa de 100 dólares que le envían a Carmen sus familiares desde Panamá ya no le alcanza para la compra semanal, ni siquiera para abastecerse de alimentos en caso de que haya un ataque.

El dólar aumentó un 330% en lo que va de 2025. La moneda norteamericana se usa en el 60% de la economía venezolana y su incremento se produce por la escasez de divisas.

Las quejas inundan las redes sociales. Una usuaria, Denny Álvarez, escribe: «Vivimos una hiperinflación silenciosa no oficial, pero sí oficial en el bolsillo de la sociedad civil venezolana; no hay poder adquisitivo, apenas alcanza para comprar un cartón de huevos y cero carne de res, pescado ni pollo, a veces algunos gramos de mortadela tipo B o C».

Hay un ambiente de tranquilidad, incertidumbre y de espíritu navideño en las calles pese a la actividad febril bélica de Maduro. La gente pasa por las tiendas, entra, pregunta por los precios y sale con las manos vacías. Los comercios están llenos de productos, pero con poca clientela. Todo está paralizado y nadie quiere invertir hasta ver qué ocurrirá con los marines del Comando Sur y su anunciada Lanza del Sur.

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