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El telescopio James Webb de la NASA se lanzó al espacio en diciembre de 2021 y, desde entonces, continúa su viaje hacia las profundidades del universo para compartir imágenes espectaculares a la comunidad científica.
Dicho instrumento espacial ofrece una resolución y sensibilidad sin precedentes para permitir una amplia gama de investigaciones en los campos de la astronomía y la cosmología. Además, sus principales objetivos consisten en observar algunos de los objetos más distantes del universo, desde las estrellas más brillantes del sistema solar, la formación de las galaxias hasta los cinturones de asteroides. Pero, sin duda, el fenómeno que llamó la atención de los científicos fue el descubrimiento de unos pequeños puntos rojos dispersos por el lejano universo primitivo en 2022, cuya naturaleza se desconocía hasta hace poco.
Estos tres puntos han sido objeto de estudio de un grupo de astrónomos, que ha presentado su recién investigación en una rueda de prensa celebrada en el marco de la edición 245 de la Sociedad Astronómica Estadounidense, celebrada en el complejo de National Harbour (Maryland, Estados Unidos). Y, según la información compartida por el diario SciTechDaily, los astrónomos confiesan que están «aturdidos» por esta «población de objetos»: «Hay una importante cantidad de trabajo por hacer para intentar determinar la naturaleza de estos pequeños puntos rojos y si su luz está dominada por agujeros negros con discos de acreción«.
Por lo tanto, la información compartida por la comunidad científica da a entender que estos pequeños puntos rojos podrían contener agujeros negros supermasivos en crecimiento, asimismo, los astrónomos creen que «casi todos estos objetos existieron en los primeros 1.500 millones de años posteriores al Big Bang».
Continúan los estudios para descubrir el verdadero origen
Los astrónomos siguen adoptando múltiples enfoques para comprender la naturaleza de los puntos rojos, ya que «parecen suscitar aún más preguntas» porque «contrastan con la mayoría de los agujeros negros con corrimientos al rojo más bajos».
Por lo tanto, el equipo quiere llevar a cabo una espectroscopia más profunda y realizar observaciones de seguimiento para descubrir el verdadero origen de estos pequeños puntos rojos, debido a que, cuando se descubrieron, «algunos sugirieron que la cosmología estaba rota»: «La investigación respalda el argumento de que gran parte de la luz que proviene de estos objetos proviene de agujeros negros en proceso de acreción y no de estrellas. Menos estrellas significa galaxias más pequeñas y livianas que pueden entenderse con las teorías existentes».
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