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El Rey aboga por «desarrollar el poder duro» de Europa en defensa en el premio Carlomagno a Von der Leyen

En un momento el que partidos políticos hostiles con la UE amenazan con hacerse con gobiernos en toda Europa y en coincidencia con un proceso de rearme forzado por la negativa de Trump a seguir ocupándose de la seguridad europea, Felipe VI ha aprovechado … la entrega del Premio Carlomagno a Ursula von der Leyen para hacer un entusiasta alegato por el europeísmo y para llamar a una firme política común de Defensa. «No puede haber seguridad sin una visión de conjunto, sin una estrategia compartida, sin una determinación común», ha dicho el monarca.
A primera hora, el Rey ha asistido a la misa celebrada en la Catedral de Aquisgrán, mandada a construir por el Emperador Carlomagno, y una vez en el Salón de la Coronación del Ayuntamiento, en la que cada año se distingue a una personalidad destacada en las construcción de Europa, Felipe VI ha sido el primero de los oradores en felicitar a la presidenta de la Comisión Europea y ha dirigido su discurso, expresamente, «a las voces que tratan de explotar la actual incertidumbre para cuestionar aún más la integración de la UE, voces que resuenan en toda Europa y a las que todos deberíamos desafiar».
«¡Tenemos que enfrentarlos!», ha arengado a los presentes contra «voces peligrosas y equivocadas que argumentan que los europeos serán más libres, más independientes y soberanos si viven en comunidades políticas nacionales separadas y trabajan solos para hacer frente a los desafíos globales». «Nada más lejos de la realidad», ha rechazado el monarca, «esta creencia reduciría a los ciudadanos europeos a residentes de estados muy disminuidos e impotentes, expuestos y vulnerables a los caprichos de los demás». «Si esta visión estrecha prevaleciera en toda Europa, asistiríamos al debilitamiento de la UE, al desmantelamiento de algunas de sus herramientas más importantes –las que se construyeron para procurar prosperidad a los ciudadanos europeos– y a una drástica reducción de su capacidad de actuación en el escenario global», ha advertido el Rey de España.

En cuanto a la seguridad, ha insistido en que «no es posible responder eficazmente con 27 políticas de seguridad y defensa desconectadas, ni con 27 procesos de adquisición diferentes que dan lugar a estructuras de fuerza fragmentadas» y ha llamado a un esfuerzo concertado «para garantizar la construcción de una arquitectura de seguridad europea duradera, que pueda evitar acciones ilegales similares en el futuro», en referencia a la invasión rusa de Ucrania. «Europa necesita desarrollar su poder duro, y tenemos que hacerlo juntos. No puede haber seguridad sin una visión de conjunto, sin una estrategia compartida, sin una determinación común», ha concluido.
También nos enfrentamos a importantes retos en el frente económico. En estos momentos, estamos asistiendo «de hecho» a la fractura del orden económico y comercial internacional. Esto es consecuencia de la guerra arancelaria en curso, la erosión del papel de la Organización Mundial del Comercio y el debilitamiento de bienes públicos muy importantes como la seguridad de las rutas marítimas. La consecuencia es un entorno mucho más riesgoso para los negocios internacionales, acompañado de una reorganización –e incluso una reducción total– de los flujos comerciales mundiales.
¿Cómo deberían adaptarse los europeos a esto? En un contexto en el que el acceso a los mercados internacionales es cada vez más difícil, la respuesta no puede venir de una mayor autolimitación, de la erección de barreras en nuestras 27 jurisdicciones. Nuestros productores, exportadores o empresarios no se beneficiarán de un espacio económico europeo más fragmentado. Por lo tanto, es obvio que debemos fortalecer aún más nuestro mercado único, un vasto mercado de cientos de millones de consumidores. Y como han indicado claramente Enrico Letta y Mario Draghi, existen numerosas formas de profundizar y mejorar nuestra unión económica.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, sostiene una medalla en reconocimiento del premio Carlomagno

REUTERS

«El orden político internacional está cambiando. También se está fragmentando. Podemos ver los comienzos de un sistema multilateral debilitado y el surgimiento de un escenario global moldeado más por la política de poder que por las reglas. Uno en el que disminuya el compromiso con los esfuerzos colectivos y la búsqueda del bien común», ha reflexionado en voz alta sobre el papel de la diplomacia europea, «en un mundo de gigantes, tener una sola voz –o una clara y poderosamente concertada– en los asuntos globales tiene que ser la respuesta».
El acto ha permitido al Rey departir con otro de los oradores, el canciller alemán Friedrich Merz, en primera fila de los esfuerzos por terminar con la guerra en Ucrania y que está en contacto permanente con Donald Trump. «La libertad y la democracia merecen ser defendidas como un frente unido y, si es necesario, luchar por su preservación», ha dicho Merz en su discurso, que se ha referido a que la idea de Europa se ha visto amenazada desde el regreso de la guerra al continente y ha llamado al «deber de restaurar la paz y asegurar la libertad».

Publicado: mayo 29, 2025, 8:45 am

La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/rey-aboga-desarrollar-poder-duro-europa-defensa-20250529133220-nt.html

En un momento el que partidos políticos hostiles con la UE amenazan con hacerse con gobiernos en toda Europa y en coincidencia con un proceso de rearme forzado por la negativa de Trump a seguir ocupándose de la seguridad europea, Felipe VI ha aprovechado la entrega del Premio Carlomagno a Ursula von der Leyen para hacer un entusiasta alegato por el europeísmo y para llamar a una firme política común de Defensa. «No puede haber seguridad sin una visión de conjunto, sin una estrategia compartida, sin una determinación común», ha dicho el monarca.

A primera hora, el Rey ha asistido a la misa celebrada en la Catedral de Aquisgrán, mandada a construir por el Emperador Carlomagno, y una vez en el Salón de la Coronación del Ayuntamiento, en la que cada año se distingue a una personalidad destacada en las construcción de Europa, Felipe VI ha sido el primero de los oradores en felicitar a la presidenta de la Comisión Europea y ha dirigido su discurso, expresamente, «a las voces que tratan de explotar la actual incertidumbre para cuestionar aún más la integración de la UE, voces que resuenan en toda Europa y a las que todos deberíamos desafiar».

«¡Tenemos que enfrentarlos!», ha arengado a los presentes contra «voces peligrosas y equivocadas que argumentan que los europeos serán más libres, más independientes y soberanos si viven en comunidades políticas nacionales separadas y trabajan solos para hacer frente a los desafíos globales». «Nada más lejos de la realidad», ha rechazado el monarca, «esta creencia reduciría a los ciudadanos europeos a residentes de estados muy disminuidos e impotentes, expuestos y vulnerables a los caprichos de los demás». «Si esta visión estrecha prevaleciera en toda Europa, asistiríamos al debilitamiento de la UE, al desmantelamiento de algunas de sus herramientas más importantes –las que se construyeron para procurar prosperidad a los ciudadanos europeos– y a una drástica reducción de su capacidad de actuación en el escenario global», ha advertido el Rey de España.

En cuanto a la seguridad, ha insistido en que «no es posible responder eficazmente con 27 políticas de seguridad y defensa desconectadas, ni con 27 procesos de adquisición diferentes que dan lugar a estructuras de fuerza fragmentadas» y ha llamado a un esfuerzo concertado «para garantizar la construcción de una arquitectura de seguridad europea duradera, que pueda evitar acciones ilegales similares en el futuro», en referencia a la invasión rusa de Ucrania. «Europa necesita desarrollar su poder duro, y tenemos que hacerlo juntos. No puede haber seguridad sin una visión de conjunto, sin una estrategia compartida, sin una determinación común», ha concluido.

También nos enfrentamos a importantes retos en el frente económico. En estos momentos, estamos asistiendo «de hecho» a la fractura del orden económico y comercial internacional. Esto es consecuencia de la guerra arancelaria en curso, la erosión del papel de la Organización Mundial del Comercio y el debilitamiento de bienes públicos muy importantes como la seguridad de las rutas marítimas. La consecuencia es un entorno mucho más riesgoso para los negocios internacionales, acompañado de una reorganización –e incluso una reducción total– de los flujos comerciales mundiales.

¿Cómo deberían adaptarse los europeos a esto? En un contexto en el que el acceso a los mercados internacionales es cada vez más difícil, la respuesta no puede venir de una mayor autolimitación, de la erección de barreras en nuestras 27 jurisdicciones. Nuestros productores, exportadores o empresarios no se beneficiarán de un espacio económico europeo más fragmentado. Por lo tanto, es obvio que debemos fortalecer aún más nuestro mercado único, un vasto mercado de cientos de millones de consumidores. Y como han indicado claramente Enrico Letta y Mario Draghi, existen numerosas formas de profundizar y mejorar nuestra unión económica.


La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, sostiene una medalla en reconocimiento del premio Carlomagno


REUTERS

«El orden político internacional está cambiando. También se está fragmentando. Podemos ver los comienzos de un sistema multilateral debilitado y el surgimiento de un escenario global moldeado más por la política de poder que por las reglas. Uno en el que disminuya el compromiso con los esfuerzos colectivos y la búsqueda del bien común», ha reflexionado en voz alta sobre el papel de la diplomacia europea, «en un mundo de gigantes, tener una sola voz –o una clara y poderosamente concertada– en los asuntos globales tiene que ser la respuesta».

El acto ha permitido al Rey departir con otro de los oradores, el canciller alemán Friedrich Merz, en primera fila de los esfuerzos por terminar con la guerra en Ucrania y que está en contacto permanente con Donald Trump. «La libertad y la democracia merecen ser defendidas como un frente unido y, si es necesario, luchar por su preservación», ha dicho Merz en su discurso, que se ha referido a que la idea de Europa se ha visto amenazada desde el regreso de la guerra al continente y ha llamado al «deber de restaurar la paz y asegurar la libertad».

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