Publicado: abril 10, 2025, 8:45 pm
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/regimen-cubano-congela-cuentas-empresas-extranjeras-radicadas-20250411030919-nt.html

Empresas extranjeras radicadas en la Isla no podrán repatriar los fondos en divisas que mantienen en cuentas bancarias locales, los cuales ascienden a varios millones de dólares en algunos casos, según les comunicaron las autoridades locales.
Un reporte de la agencia EFE refiere … que esto ha generado «un fuerte malestar entre las compañías afectadas», varias de ellas se han quejado a sus respectivos Gobiernos.
«Estamos en total desacuerdo. No es el dinero del Gobierno (cubano), sino dinero de las empresas», se quejó a EFE un empresario, quien denuncia que su cuenta ha sido «congelada» y solo puede usar esos fondos para operaciones dentro del país.
En la Isla operan varias empresas españolas, entre ellas cadenas hoteleras como Meliá, Iberostar, Be Live, Roc, Barceló, Valentín, NH, Blau, Axel y Sirenis. España ocupa el primer lugar entre los países involucrados en la industria turística en la Isla, con más de 100 contratos de administración aprobados hasta la fecha, gestionados por unas 20 cadenas extranjeras, algunas de las cuales tienen también empresas mixtas, según datos del ICEX, la agencia española de Exportación e Inversiones.
Hasta el momento, las compañías no han emitido criterios públicos ni respondido a las preguntas de los medios de prensa.
En su cuenta de la red social X, el congresista cubanoamericano Carlos Giménez reaccionó a la medida: «La dictadura asesina en Cuba vuelve a ROBAR y EXPROPIAR el dinero de las empresas extranjeras en la Isla. El invertir en Cuba da pérdida total y seguimos impulsando nuestras iniciativas para PARAR todos los viajes, envíos de remesas e inversiones en la isla. ¡Basta ya!».
Un nuevo esquema
La alternativa ofrecida por las autoridades cubanas a estas empresas es la apertura de un nuevo tipo de cuenta bancaria en divisas. La opción está siendo ofrecida durante encuentros individuales, denominados «entrevistas», y se encuentra en fase piloto, con restricciones específicas, aunque podría ampliarse a empresas mixtas en el futuro. Estas cuentas, a diferencia de las anteriores, solo admitirán nuevo capital procedente de transferencias del exterior, sin permitir el traspaso de los fondos previamente depositados.
Según la información divulgada por EFE, algunas compañías ya están comenzando a abrir y operar este tipo de cuentas, «de las que al parecer ya disfrutan empresas de GAESA, el conglomerado empresarial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) que controla sectores estratégicos de la economía nacional, del turismo a las telecomunicaciones, y tiene establecimientos de comercio minorista, bancos, gasolineras e inmobiliarias, entre otros».
Aunque «hay quienes ven esta medida como un paso doloroso, pero necesario», otros se muestran con escepticismo debido a experiencias negativas previas con instrumentos monetarios cubanos ya desaparecidos o modificados, como el peso convertible (CUC) y la Moneda Libremente Convertible (MLC). Muchos dudan de que las condiciones actuales ofrecidas en estas nuevas cuentas permanezcan estables a largo plazo, considerando la crisis económica por la que atraviesa Cuba.
La situación responde a los graves problemas de liquidez que enfrenta el sistema bancario cubano, un sector completamente estatalizado tras la llegada de Fidel Castro al poder en 1959.
El sistema financiero cubano atraviesa dificultades, que incluyen las múltiples tasas de cambio en paralelo, falta de liquidez generalizada y descapitalización bancaria. Desde agosto del pasado año, el acceso a efectivo en pesos cubanos está racionado, mientras que el acceso a divisas es limitado y manejado discrecionalmente por el Estado.
La crisis económica cubana se ha agravado en los últimos cinco años y la Isla no encuentra cómo salir a flote debido, fundamentalmente, a políticas económicas fallidas. Inflación, falta de combustibles y de insumos básicos (medicinas y alimentos), cortes prolongados de electricidad (cuatro colapsos energéticos en menos de seis meses) y aumento de la miseria, son evidencias de ello.