Publicado: octubre 17, 2025, 8:45 pm
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/principe-andres-abandona-ducado-york-titulos-militares-20251017201449-nt.html
Este viernes, sin previo aviso y en una maniobra que rompe décadas de rígido protocolo palaciego, el Príncipe Andrés anunció que dejará de utilizar todos sus títulos, incluido el de duque de York, después de mantener, según sus propias palabras, una «conversación con el … Rey». El comunicado, difundido a por Buckingham con la frialdad administrativa de una nota burocrática pese a su enorme carga simbólica, marca un punto de inflexión en la historia reciente de la Monarquía británica: por primera vez en tiempos modernos, un hijo de soberano renuncia públicamente a sus dignidades no por razones de enfermedad, edad o voluntad de retirarse, sino por el desgaste reputacional acumulado, sobre todo en torno a sus vínculos con un delincuente sexual condenado.
La nota, redactada en primera persona pero sin comparecencia pública, sostiene que «las acusaciones persistentes contra mí continúan distrayendo del trabajo de Su Majestad y de la Familia Real», una admisión de que su figura se ha convertido en una carga institucional. Pese a ello, el Príncipe no entona un mea culpa y recalca que «niega enérgicamente» cualquier conducta inapropiada, una fórmula que mantiene desde que su nombre apareció vinculado al del financiero estadounidense Jeffrey Epstein, condenado por tráfico de menores y hallado muerto en prisión en 2019.
El alcance práctico de la renuncia no es absoluto. Andrés dejará de presentarse como duque de York, un título que recibió de su madre, la reina Isabel II, pero conservará técnicamente su condición de Príncipe, ya que esta deriva de su nacimiento y no puede ser revocada sin una ley parlamentaria específica. Su exesposa, Sarah Ferguson, dejará también de ser conocida como duquesa de York y pasará a presentarse únicamente con su nombre, pero sus hijas, las princesas Beatriz y Eugenia, conservarán sus títulos.
La decisión se produce tras años de deterioro público de su imagen. En 2022 ya había dejado de utilizar el tratamiento de Su Alteza Real a raíz de la demanda civil presentada en Estados Unidos por Virginia Giuffre, quien lo acusaba de agresión sexual cuando ella era menor de edad. La publicación de las memorias póstumas de Giuffre, fallecida este año, sería uno de los detonantes de esta decisión, con la que ya se especulaba en la prensa británica.
El caso con esta víctima se resolvió mediante un acuerdo extrajudicial cuyo contenido exacto no se hizo público, aunque los medios informaron de que implicó una compensación económica «de varios millones de libras». Pocos días después, la Reina Isabel II le retiró más de una docena de cargos honoríficos, incluidos todos los títulos militares, entre ellos el de coronel de los Grenadier Guards, uno de los regimientos más antiguos del Ejército británico.
Tampoco fueron menores las consecuencias políticas. Diversos grupos de veteranos enviaron cartas abiertas exigiendo retirar sus honores, mientras que parlamentarios de distintos partidos reclamaban una definición clara del papel del Príncipe dentro de la institución. El profesor Robert Hazell, del Constitution Unit del University College London, declaró al diario que «el modelo actual de membresía extendida de la familia real no ofrece mecanismos eficaces para sancionar conductas controvertidas sin poner en riesgo la continuidad de la institución», en referencia directa, aunque implícita, al caso de Andrés.
La decisión de este viernes deja aún preguntas abiertas. Buckingham no ha aclarado si Andrés seguirá asistiendo a actos privados de la familia, ni si conservará su residencia en propiedades vinculadas a la Corona. Tampoco ha detallado si se le retirará la pertenencia activa a la Orden de la Jarretera, la más antigua orden de caballería británica, aunque fuentes consultadas por la BBC sugieren que su nombre dejará de figurar en el listado oficial.