Publicado: junio 10, 2025, 12:45 pm
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/primer-ministro-eslovaco-pone-duda-efectividad-democracia-20250610192125-nt.html

Para el primer ministro eslovaco, Robert Fico, resulta evidente que países como China, Vietnam y Uzbekistán son económicamente más eficientes que las democracias europeas, gracias a que los gobernantes pueden allí gobernar «con decisión». Las libertades democráticas y los derechos civiles no parecen … jugar para él un papel central y quiere reformas en Europa que permitan regímenes autoritarios.
Sus elogios a la eficiencia económica de los estados de corte dictatorial y sus críticas directas a la democracia europea, expresados públicamente durante una visita a Uzbekistán, podrían ser constitutivas de delito. «Me parece cada vez más que en Europa necesitamos pensar en reformar el sistema político basado en elecciones democráticas libres para ser competitivos», ha dicho en una intervención ante la prensa. Sólo tras preguntas explícitas de los periodistas, ha explicado que no quiere abolir la democracia, sino que «uno debería inspirarse en sistemas con una estructura diferente».
Muy concretamente, Fico aboga por reducir el número de partidos políticos que participan en la toma de decisiones gubernamentales para agilizar los procesos: «Si tienes 100 partidos políticos, no puedes competir», considera. «Si tienes un gobierno compuesto por cuatro entidades políticas, no puedes», ha insistido, y no deja de ser curioso que haya hecho estas declaraciones en Uzbekistán, cuya economía ha crecido enormemente en los últimos años.
En 2023, su PIB aumentó un 6,3 % y una de las principales razones es que, desde la muerte del veterano gobernante autócrata Islam Karimov en 2016, el país ha experimentado una profunda transformación. El actual presidente Mirziyoyev está comprometido con las reformas liberales, la modernización y la apertura.
Fico ejerce actualmente como jefe de gobierno de Eslovaquia por cuarta vez, tras su victoria electoral en otoño de 2023. Sus críticos reiteran diversas acusaciones de tendencias autoritarias y en los últimos meses se han producido masivas manifestaciones contra su tendencia antidemocrática. En Bruselas se considera que sus posiciones son reflejo de las de Vladimir Putin, a quien ha declarado admirar y con el que mantiene una fluida relación.
Caso omiso a las sanciones europeas
No en vano, al igual que Viktor Orbán, se ha saltado a la torera las sanciones europeas y ha visitado recientemente a Putin en Moscú. Fico rechaza la prohibición de la importación de gas natural ruso prevista por la UE y desea seguir adquiriendo elementos de combustible nuclear de Rusia por parte de Eslovaquia en el futuro. Esto es «esencial para el funcionamiento seguro y estable» de las centrales nucleares eslovacas, declaró el mes pasado. Y fue el único jefe de gobierno de la UE que viajó a Moscú a principios de mayo para celebrar el 80.º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial con Putin, junto al que asistió al gran desfile militar del ejército invasor de ucrania.
Además, y sin explicaciones de sus motivos, no ha apoyado la creación de un tribunal especial para juzgar a Rusia por la invasión de Ucrania, una solicitud firmada a principios de mayo por 42 países en Lviv. Un grupo de 31 juristas eslovacos han instado públicamente al gobierno a reconsiderar su rechazo a la creación de ese tribunal ad hoc en una carta abierta en la que afirman que es «crucial para prevenir nuevas atrocidades» y sirve a los intereses de Eslovaquia a largo plazo.
Debido a todo esto, el gobierno tripartito de coalición de populistas de izquierda y ultranacionalistas que fico lidera ha sido contestado con numerosas protestas en las calles, pero nada ha erosionado la intención de voto de su partido SMER, que sigue liderando las encuestas con el 22 %, según SANEP, frente al 23 % que obtuvo en los últimos comicios. Después de muchas turbulencias dentro de la coalición, ha logrado mantener intacto el bloque de 79 diputados, de un total de 150, y sigue apelando al amplio electorado euroescéptico. Acusa a Bruselas de levantar una «nueva cortina de hierro» que aísla al bloque del Este y defiende «restablecer una relación de amistad y cooperación económica normal con la Federación Rusa«. Su postura »supone un daño de reputación para el país« que se traduce en que Eslovaquia no sea invitada a las cumbres informales de líderes europeos, o a las reuniones de la Coalición de Dispuestos de Emmanuel Macron, según el analista político Grigorij Meseznikov, del instituto IVO en Bratislava, que lamenta que »Eslovaquia ha dejado de ser un contribuyente activo a la seguridad de Europa«.