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El presidente eslovaco desafía a la Unión Europea y viaja a Moscú

La jefa de política exterior de la UE, Kaja Kallas, había sido muy clara al rechazar la participación en el desfile de la victoria de Putin. «Cualquier participación no será tomada a la ligera por el lado europeo, porque hay que tener en cuenta que … Rusia está librando una guerra a gran escala en Europa», había advertido. Pero el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, ha hecho oídos sordos y ha acudido a Moscú. Es el único jefe de gobierno de la UE para el que la fidelidad a Putin ha sido prioritaria, pero también el presidente serbio, Aleksandar Vucic, y el presidente de la parte de Bosnia y Herzegovina dominada por los serbios, Milorad Dodik. Se trata de dos países candidatos a la adhesión a la UE que, sin embargo, están virando hacia Moscú.
Ni siquiera el díscolo Viktor Orbán, el primer ministro húngaro, ha osado desafiar directamente a Kallas. Fico, sin embargo, no ha tenido reparos en declarar que «le recomendaría a la Sra. Kallas y a los demás que se ocuparan de asuntos más importantes. Yo solo voy a las celebraciones del 80.º aniversario. Punto. Estoy rindiendo homenaje y respeto a una nación que desempeñó un papel decisivo en la caída de Hitler, la nación que más sufrió». No ha mencionado, sin embargo, que la nación rusa incluía en ese momento a los ucranianos. Tampoco ha comentado los rodeos que ha tenido que dar su avión debido a que los países bálticos le han denegado el permiso para volar a través de su espacio aéreo.
Estonia, Letonia y Lituania han cerrado su espacio aéreo al gobierno gubernamental eslovaco, que despegó del aeropuerto de Bratislava por la tarde y hubo de volar por Hungría, Rumanía, el Mar Negro, Georgia y después hacia Daguestán, Rusia. Y de noche, Fico llegó a Moscú y fue recibido por una delegación en el aeropuerto después de aterrizar, como se pudo ver en la televisión estatal rusa.

Los aviones que operan entre Rusia y Europa suelen utilizar el espacio aéreo lituano desde que, en 2021, se ordenó a las aerolíneas europeas que evitaran la ruta más corta a través de Bielorrusia, como parte de las sanciones contra el gobierno de Minsk, que había obligado a aterrizar un avión occidental como amenaza. Antes de que Fico despegase, el presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, había anunciado que bloquearía lel paso de Fico camino a Moscú, para que no hubiese equívoco. Letonia también había declarado que no autorizaría vuelos en dirección a las celebraciones en Moscú. «Estonia nos ha informado de que no nos permitirá sobrevolar su territorio. Esto complica enormemente nuestro horario», había confirmado Fico en su página de Facebook. Estos comentarios son ampliamente difundidos por los medios rusos.
Putin ha convertido la asistencia a su desfile en una prueba de lealtad para gobiernos que le son afines. Vucic ha concedido una entrevista ante los muros del Kremlin, poco después de su llegada a Moscú, y ha declarado a la televisión serbia que teme represalias de las autoridades europeas «por el mero hecho de hacer lo correcto». Cuando se enfrenta a las críticas internacionales, a Vucic le gusta hacerse la víctima y vincula esto con la narrativa serbia de que Kosovo le fue arrebatado al país. «Sería lógico y normal que fueran indulgentes con nosotros. Porque cometieron una gran injusticia contra el pequeño país de Serbia al bombardearlo y arrebatarle Kosovo, el 14 % de su territorio. ¿Qué más quieren del pequeño y orgulloso pueblo serbio, que se arrodille?», ha declarado en referencia a la UE. Vuvic ha criticado que «ahora tienen tus intereses y te dicen: oye, no vayas a Moscú y no hables con fulano. Y cuando les decimos que no reconozcan la independencia de Kosovo, dicen que es un hecho consumado. No debemos mirar al pasado sino al futuro».

Publicado: mayo 9, 2025, 12:45 pm

La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/fico-desafia-union-europea-viaja-moscu-20250509181552-nt.html

La jefa de política exterior de la UE, Kaja Kallas, había sido muy clara al rechazar la participación en el desfile de la victoria de Putin. «Cualquier participación no será tomada a la ligera por el lado europeo, porque hay que tener en cuenta que Rusia está librando una guerra a gran escala en Europa», había advertido. Pero el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, ha hecho oídos sordos y ha acudido a Moscú. Es el único jefe de gobierno de la UE para el que la fidelidad a Putin ha sido prioritaria, pero también el presidente serbio, Aleksandar Vucic, y el presidente de la parte de Bosnia y Herzegovina dominada por los serbios, Milorad Dodik. Se trata de dos países candidatos a la adhesión a la UE que, sin embargo, están virando hacia Moscú.

Ni siquiera el díscolo Viktor Orbán, el primer ministro húngaro, ha osado desafiar directamente a Kallas. Fico, sin embargo, no ha tenido reparos en declarar que «le recomendaría a la Sra. Kallas y a los demás que se ocuparan de asuntos más importantes. Yo solo voy a las celebraciones del 80.º aniversario. Punto. Estoy rindiendo homenaje y respeto a una nación que desempeñó un papel decisivo en la caída de Hitler, la nación que más sufrió». No ha mencionado, sin embargo, que la nación rusa incluía en ese momento a los ucranianos. Tampoco ha comentado los rodeos que ha tenido que dar su avión debido a que los países bálticos le han denegado el permiso para volar a través de su espacio aéreo.

Estonia, Letonia y Lituania han cerrado su espacio aéreo al gobierno gubernamental eslovaco, que despegó del aeropuerto de Bratislava por la tarde y hubo de volar por Hungría, Rumanía, el Mar Negro, Georgia y después hacia Daguestán, Rusia. Y de noche, Fico llegó a Moscú y fue recibido por una delegación en el aeropuerto después de aterrizar, como se pudo ver en la televisión estatal rusa.

Los aviones que operan entre Rusia y Europa suelen utilizar el espacio aéreo lituano desde que, en 2021, se ordenó a las aerolíneas europeas que evitaran la ruta más corta a través de Bielorrusia, como parte de las sanciones contra el gobierno de Minsk, que había obligado a aterrizar un avión occidental como amenaza. Antes de que Fico despegase, el presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, había anunciado que bloquearía lel paso de Fico camino a Moscú, para que no hubiese equívoco. Letonia también había declarado que no autorizaría vuelos en dirección a las celebraciones en Moscú. «Estonia nos ha informado de que no nos permitirá sobrevolar su territorio. Esto complica enormemente nuestro horario», había confirmado Fico en su página de Facebook. Estos comentarios son ampliamente difundidos por los medios rusos.

Putin ha convertido la asistencia a su desfile en una prueba de lealtad para gobiernos que le son afines. Vucic ha concedido una entrevista ante los muros del Kremlin, poco después de su llegada a Moscú, y ha declarado a la televisión serbia que teme represalias de las autoridades europeas «por el mero hecho de hacer lo correcto». Cuando se enfrenta a las críticas internacionales, a Vucic le gusta hacerse la víctima y vincula esto con la narrativa serbia de que Kosovo le fue arrebatado al país. «Sería lógico y normal que fueran indulgentes con nosotros. Porque cometieron una gran injusticia contra el pequeño país de Serbia al bombardearlo y arrebatarle Kosovo, el 14 % de su territorio. ¿Qué más quieren del pequeño y orgulloso pueblo serbio, que se arrodille?», ha declarado en referencia a la UE. Vuvic ha criticado que «ahora tienen tus intereses y te dicen: oye, no vayas a Moscú y no hables con fulano. Y cuando les decimos que no reconozcan la independencia de Kosovo, dicen que es un hecho consumado. No debemos mirar al pasado sino al futuro».

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