Publicado: julio 31, 2025, 8:45 am
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/obstinacion-matar-indiscriminadamente-acusacion-presidente-italiano-netanyahu-20250731133006-nt.html
El presidente de Italia, Sergio Mattarella, califica de «inhumano» y «devastador» lo que Israel está haciendo en Gaza, advirtiendo de que la situación es cada vez más intolerable. En un discurso ante la prensa parlamentaria en el Palacio del Quirinal, Mattarella ha pronunciado palabras … tajantes y sin rodeos, calificadas por la prensa italiana en cierta forma como históricas: «Desde hace muchos siglos, desde Séneca hasta san Agustín, se nos recuerda que ‘errare humanum est, perseverare diabolicum’ (errar es humano, perseverar es diabólico). Se ha hablado de errores también al disparar contra ambulancias y matar a médicos y enfermeros que socorrían a los heridos, al tomar como blanco y matar a niños sedientos que hacían cola para obtener agua, al matar a tantas personas hambrientas que hacían cola para obtener comida, al destruir hospitales matando incluso a niños ingresados por desnutrición. Es difícil, en una cadena similar, ver una repetición involuntaria de errores y no reconocer en ella la obstinación por matar indiscriminadamente. También es inhumano reducir a un pueblo al hambre».
Estas palabras de Mattarella «transmiten la idea del momento sin precedentes que estamos viviendo», escribe el ‘Corriere della Sera’, el principal periódico italiano. Son palabras directas que «describen la conducta de Israel en la franja de Gaza en términos que la sitúan plenamente en el ámbito de los crímenes de guerra y los crímenes contra la humanidad», añade la cabecera italiana.
La condena de Mattarella reviste un carácter histórico, según los medios italianos, porque proviene de un jefe de Estado con prestigio internacional, una voz irreprochable, amiga de Israel y firme defensora del Estado de derecho. Y, al mismo tiempo, porque ha sabido acompañar su denuncia con una advertencia igualmente enérgica contra el resurgir «gravísimo» del antisemitismo en Europa, que, según Mattarella, «se alimenta también de la estupidez».
El discurso de Mattarella, pronunciado en la tradicional ceremonia del Ventaglio ante los periodistas parlamentarios, no solo abordó la situación en Gaza, sino que también reafirmó su posición contra la agresión rusa en Ucrania. A pesar de haber sido incluido por Moscú a la cabeza de una lista de presuntos «rusófobos», junto a ministros italianos y otros líderes europeos, Mattarella optó por un silencio elocuente como muestra de «máximo desprecio» a la provocación. Sin mencionar directamente a Putin, el presidente italiano reiteró que la invasión rusa ha sido una «losa sobre las perspectivas del continente europeo», cambiando «la historia de Europa».
En un momento de creciente incertidumbre global, Mattarella también enfatizó la necesidad urgente de una política exterior y de defensa común europea. Esto implica, según el presidente italiano, «adecuadas capacidades defensivas comunes de la UE» para que pueda ser «actor de seguridad y promotor de paz». Es un llamamiento a la acción que busca superar las reticencias tanto de sectores pacifistas de la oposición como de corrientes soberanistas en el gobierno, argumentando que la «soberanía» italiana es «ilusoria» si no se comparte en una dimensión supranacional para una defensa más efectiva.
La ceremonia del Ventaglio en el Quirinal, antes de las vacaciones parlamentarias, es un rito anual en el que el presidente ofrece una serie de reflexiones ante los periodistas. Y esta vez Mattarella quiso honrar ese escenario con un mensaje claro también sobre el rol de la prensa: «No renuncien a la función de ‘cane da guardia’, de perro guardián de la democracia». Invitó a no ceder a la autocensura y a mantener vivo el compromiso con la libertad de información. Un compromiso que –subrayó Mattarella–, en Gaza ha costado ya la vida a más de doscientos reporteros: «Son mártires de la libertad». Con esta mención, Mattarella rindió homenaje no solo a la libertad de prensa, sino a quienes han dado la vida por ejercerla.