Publicado: noviembre 22, 2025, 1:45 am
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/plan-eeuu-ucrania-erige-polonia-escudo-otan-20251121202317-nt.html
Los polacos se han encontrado con la sorpresa de que el plan de paz de Trump para Ucrania menciona expresamente a su país como parte de la nueva arquitectura de seguridad europea. Según los documentos filtrados, prevé que, tras el fin de la guerra, … aviones de combate europeos se desplieguen en territorio polaco como alternativa al despliegue de tropas de la OTAN en Ucrania, lo que convertiría a Polonia en un bastión defensivo adelantado de la OTAN. La primera reacción del gobierno polaco ha sido de rechazo, no tanto por el contenido del plan sobre Polonia sino por una cuestión de soberanía nacional: se estaría decidiendo sobre Polonia sin los polacos.
«Las decisiones respecto a Polonia serán tomadas por los polacos», ha reaccionado el primer ministro Donald Tusk en X. «Nada sobre nosotros sin nosotros. Y en cuanto a la paz, todas las negociaciones deben llevarse a cabo con la participación de Ucrania», ha insistido sobre las negociaciones entre Estados Unidos y Rusia, que dejan fuera tanto a Ucrania como a la UE. El presidente de Polonia Karol Nawrocki, por el contrario, guarda de momento silencio. Nawrocki se ha presentado desde su campaña electoral como un firme aleado de Trump y su visita a la Casa Blanca, el 3 de septiembre de 2025, fue su primer viaje oficial al extranjero. Aquella reunión estuvo marcada por gestos de afinidad política, pero también por la insistencia polaca en que no se aceptarían acuerdos o decisiones militares que afecten a la soberanía nacional sin un participación directa en las negociaciones de las autoridades polacas.
La propuesta de Donald Trump parte de la base de que los cazas europeos estarán estacionados en Polonia, país en el que existen varias instalaciones militares vinculadas a la OTAN. La más destacada es la nueva base de defensa antimisiles en Redzikowo, inaugurada en noviembre de 2024 y equipada con el sistema Aegis Ashore, gestionado por EE.UU. pero integrado en la estructura de la OTAN.
Además, Polonia alberga cuarteles de mando y presencia rotatoria de tropas aliadas, lo que la convierte de partida en un punto clave de la seguridad de la Alianza en Europa del Este. El país centroeuropeo acoge grupos de combate multinacionales desplegados tras la cumbre de Varsovia de 2016, que incluyen fuerzas de EE.UU., Reino Unido, Canadá y otros aliados, con rotación periódica en distintas bases polacas. Se concentran en el este del país, cerca de la frontera con Bielorrusia y el enclave ruso de Kaliningrado.
También hay bases de la OTAN en Estonia, Letonia, Lituania, Rumanía, Bulgaria, Eslovaquia, Hungría y la República Checa, instalaciones que refuerzan la disuasión frente a Rusia y permiten despliegues rápidos en caso de crisis. Pero el hecho de que la presencia de tropas europeas en la Ucrania de postguerra fuese sustituida por contingente militar el Polonia situaría a este país ante una responsabilidad y una exposición sobre las que no ha tomado una decisión soberana. Los polacos se saben en el centro de la diana de Putin, debido a las recientes incursiones de drones y sabotajes. El pasado domingo, el embajador de la República de Polonia en Rusia, Krzysztof Krajewski, fue víctima de un ataque en San Petersburgo.
«Esto está socavando la soberanía del Estado polaco», ha denunciado el exdiplomático polaco Witold Jurasz, que califica el trato a Polonia en el plan de paz de Ucrania como un «escándalo absoluto». «Si ahora se escribe que los combatientes europeos serán estacionados en nuestro país, entonces, ante todo, es un escándalo absoluto que en un acuerdo estadounidense-ruso se determine lo que se desplegará o no en nuestro país, porque esa decisión depende de nosotros y de cualquier país soberano», se ha quejado en declaraciones a Polsat News. »En un momento se verá que si los cazas van a estar estacionados en Polonia, no deben estar en los estados bálticos. La siguiente etapa será que, si hay cazas, entonces no debe haber fuerzas terrestres. Y todo esto está socavando la soberanía del Estado polaco«, ha valorado.
«Es una vergüenza», ha lamentado por su parte el editor jefe de Gazeta Wyborcza, Wojciech Maziarski, para quien estamos asistiendo a un «segundo Múnich», en referencia a la Conferencia de Seguridad en la que se perfiló un nuevo orden bipolar en el que Washington y Moscú deciden por encima de las instituciones soberanas de otros países, basando su prepotencia en el poder económico y militar. El doctor Adam Eberhardt, de la Universidad de Varsovia, ha descalificado el plan por su falta de consistencia, alegando que se hacen afirmaciones sobre Polonia que no son aplicables sin una negociación con el gobierno polaco. «Se trata más bien de un boceto», ha dicho.
