Publicado: noviembre 8, 2025, 7:45 pm
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/libano-espera-nueva-ofensiva-israel-miedo-esperanza-20251107122638-nt.html
Los rumores llenan las calles de Beirut. Con sus nuevos bombardeos sobre el sur del Líbano, parece que se está preparando una nueva fase de la guerra contra Hizbolá y que lo siguiente, los ataques masivos, es inminente.
Esa es la convicción profunda de … una parte importante de la población porque hay muchas pistas al respecto. Por ejemplo, se multiplican los artículos publicados en la prensa israelí y las declaraciones oficiales afirmando que Hizbolá está reconstruyendo su arsenal.
Generalmente, esta es una táctica utilizada por el Estado hebreo para preparar a la opinión pública ante una intervención, justificándola de antemano. También es, a veces, una forma en la que Tel Aviv envía mensajes: «Si se pasan de la raya, no dudaremos en atacarlos de nuevo».
A pesar de estas sospechas de algunos libaneses, otros tienen sus dudas. Así lo cree una fuente diplomática europea autorizada: «No creo que se reanuden las hostilidades. ¿Ataques selectivos contra Hizbolá? Sí, por supuesto. Además, ocurren a diario en el sur del país y en el valle de la Becá».
Un dron de vigilancia israelí sobrevuela regularmente el espacio aéreo libanés. En lo que supone una violación total de las leyes internacionales, vuela sobre un territorio extranjero y, además, a muy baja altitud. Tan baja que cualquiera puede verlo y fotografiarlo. En el otoño pasado, quienes fotografiaron el dron vieron desaparecer los datos de sus teléfonos o recibieron una llamada pidiéndoles que borraran las fotos que acababan de sacar.
Entre la población libanesa reina la ambivalencia. Aunque no se atrevan a expresarlo abiertamente, y aun si condenan la actitud israelí, muchos libaneses murmuran en privado que es hora de «acabar con la milicia chií», lamentando a medias que el Ejército hebreo no haya «terminado el trabajo».
«No debemos descartar la posibilidad de Israel y Hizbolá estén llegando a un acuerdo en secreto, estableciendo sus respectivas líneas rojas»
Sin embargo, quienes conocen la estrategia israelí sugieren que todo está calculado. La misma fuente diplomática explica: «Es muy probable que la situación se estanque, sin resolución ni progreso, lo cual conviene a los israelíes. Porque no debemos descartar la posibilidad de que ellos y Hizbolá estén llegando a un acuerdo en secreto, estableciendo sus respectivas líneas rojas. Mientras tanto, las reformas que podrían permitir la recuperación del Líbano y la entrada de capitales están bloqueadas. Los rumores de una guerra inminente desvían la atención de cuestiones igualmente cruciales. Pero a los partidos políticos les interesa atemorizar a la población, haciéndole creer que solo ellos son capaces de defenderla». Con las elecciones parlamentarias previstas en mayo de 2026, es fácil comprender los cálculos políticos de los distintos partidos.
Aoun comanda un cambio de parecer
Hace una semana, se produjo un cambio de tono en las más altas esferas del Estado libanés. Tras la incursión de una patrulla israelí en la aldea de Blida, al sur del país, las reacciones del presidente Joseph Aoun parecieron marcar un punto de inflexión. Por primera vez, ordenó al Ejército responder a las incursiones israelíes, una decisión que fue bien recibida por Hizbolá y el presidente del Parlamento, Nabih Berri.
El presidente Aoun declaró que el ataque contra Blida, que causó un muerto y «forma parte de una serie de prácticas agresivas por parte de Israel, tuvo lugar poco después de la reunión del comité de seguimiento del alto el fuego, que no debe limitarse a registrar los hechos, sino a trabajar para ponerles fin presionando a Israel e impulsándolo a respetar las disposiciones del acuerdo de noviembre pasado y a cesar sus violaciones de la soberanía libanesa».
Algunos observadores perspicaces de la política libanesa y de la estrategia israelí interpretaron la firme postura del mandatario como una fachada para apaciguar a los chiíes, en un momento en el que se exige que su milicia se desarme. Este análisis se confirmó pocos días después.
El lunes 3 de noviembre, Joseph Aoun declaró: «El Líbano no tiene más opción que la negociación, porque en política existen tres vías de acción: la diplomacia, la economía y la guerra. Cuando la guerra no da resultados, ¿qué se puede hacer? Todas las guerras del mundo han terminado en negociaciones, y las negociaciones no se llevan a cabo con un amigo o un aliado, sino con un enemigo». Todos entendieron que el presidente libanés se refería a Israel.
Además, una parte de la población libanesa está a favor de normalizar las relaciones con el Estado judío, aunque no se atrevan a expresarlo. Asimismo, estos acuerdos de paz están siendo firmados desde hace tiempo por varios países árabes. Según la Liga Árabe, ninguno de ellos debería hacerlo de forma independiente. Pero los intereses económicos han primado a menudo sobre la solidaridad con la causa palestina. Paradójicamente, el carácter multiconfesional del Líbano implica que los otros países árabes lo vigilan y aceptarían difícilmente de su parte cualquier acercamiento al Estado hebreo.
Es en este contexto que el Papa León XIV se prepara para visitar el Líbano. Este viaje reviste gran importancia, ya que, al principio, la visita del Pontífice estaba prevista únicamente para Turquía. Este viaje al Líbano se añadió y no fue oficialmente por iniciativa de la Iglesia local, sino del Estado libanés.
