El jefe de la OTAN pide a Zelenski que busque la manera de restablecer su relación con Trump

Los líderes de la Unión Europea se reúnen este jueves en Bruselas en una cumbre extraordinaria en la que intentarán dar forma a una posición conjunta para hacer frente a la delicada situación en la que se han quedado las relaciones transatlánticas después de las … tensiones entre el presidente ucraniano Volodímir Zelenski y el norteamericano Donald Trump. Con la información que los asistentes recojan en la cita de Londres, los europeos deberán tratar de conciliar sus posiciones, que mayoritariamente se han expresado en apoyo del ucraniano, con las voces disonantes como la del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, que ha enviado una carta al presidente del Consejo, el portugués António Costa, en la que pide que este introduzca en el debate la posibilidad de que sea la propia UE la que intente mediar entre Vladímir Putin y Zelenski y anuncia que se opondrá al consenso del resto de países. Orban contará con el apoyo indirecto del secretario general de la OTAN, el holandés Mark Rutte, que ha publicado un inesperado mensaje en el que viene a decir que el ucraniano debería hacer lo posible por apaciguar a Trump.
Por ahora, lo que se sabe es que Orbán, que no ha sido invitado a ninguna de las reuniones que se han convocado en las últimas semanas ya sea en Paris o en Londres, quiere que la UE inicie conversaciones directas con Rusia sobre un alto el fuego en Ucrania.
El resto de los dirigentes comunitarios están trabajando en una declaración conjunta en la que se habla de acelerar el apoyo militar a Ucrania y aumentar rápidamente los presupuestos militares nacionales, pero Orbán afirma que se opondrá a cualquier intento de sumarle al consenso general ya que «ha quedado claro que existen diferencias estratégicas en nuestro enfoque hacia Ucrania, que no se pueden superar mediante la comunicación».

Nueva fase en el conflicto

Para mayor hostilidad hacia la posición de los demás países, Orbán se apoya precisamente en la resolución de la ONU sobre Ucrania que presentaron Washington y Moscú y que fue derrotada porque no identificaba a Rusia como agresor. Hungría votó a favor de este texto y en contra del que fue aprobada y apoyada por todos los demás miembros de la UE. A pesar de ello, Orbán considera que la resolución ruso-norteamericana «marca una nueva fase en el conflicto y hace irrelevante todo el lenguaje previamente acordado en el Consejo Europeo».
La posición del secretario general de la OTAN y ex primer ministro holandés es muy diferente. Su designación para el puesto solo fue posible debido a sus posiciones claramente pronorteamericanas. Y teniendo en cuenta la situación dentro de la Alianza, no podría en ningún caso hacer nada que alejase de la organización al socio mayoritario sin correr el riesgo de que toda la alianza colapsase.
Por ello no ha extrañado que a su llegada a Londres haya dicho que le corresponde al ucraniano intentar calmar las aguas. En declaraciones a la BBC, Rutte ha dicho que le habría comunicado a Zeleski que «es importante que encuentre una manera de restablecer su relación con el presidente estadounidense y el equipo de liderazgo norteamericano». Sin embargo, el actual primer ministro y sucesor suyo, Dick Schoof, se ha sumado claramente al resto de los europeos y el viernes después del episodio del despacho Oval de la Casa Blanca, publicó un mensaje en el que afirmaba que «Holanda sigue apoyando a Ucrania. Ahora mismo. Queremos una paz duradera y el fin de la guerra de agresión iniciada por Rusia. Por Ucrania, por todos sus habitantes y por Europa».