El dolor se percibe más intenso si te predisponen para ello, es decir, si un médico advierte a su paciente con las palabras «vas a sentir dolor», en lugar de decirle «vas a sentir presión», la percepción del dolor se ve incrementada ante la misma intensidad de palpación, según ha demostrado un estudio liderado por la Universidad Complutense de Madrid (UCM).