Publicado: diciembre 10, 2025, 11:45 am
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En una sesión agitada, el Congreso brasileño aprobó en la madrugada de este miércoles un proyecto de ley que puede anticipar la salida de prisión del expresidente Jair Bolsonaro, actualmente encarcelado por un intento de golpe de Estado contra su sucesor, Luiz Inácio … Lula da Silva.
El proyecto de ley de la Dosimetría propone alterar drásticamente el cálculo de las penas impuestas por el Tribunal Supremo a los condenados por los ataques a las sedes de los Tres Poderes que fueron destruidos por una turba bolsonarista en enero de 2023, en una acción que habría sido orquestrada por Bolsonaro.
La votación inesperada fue realizada con urgencia junto con otras medidas polémicas que proponen cambios constitucionales, porque los diputados se preparan para la licencia de las fiestas del fin del año. La sesión sorprendió tanto al Ejecutivo como al Supremo, que están en enfrentamiento directo contra esas medidas, terminando el año preelectoral con una fuerte tensión política entre los poderes.
El proyecto, aprobado con 291 votos a favor y 148 en contra, es también consecuencia de una maniobra de alto riesgo liderada por el hijo mayor del expresidente, el senador Flávio Bolsonaro, que anunció recientemente su precandidatura a la presidencia, sugiriendo que solo desistiría si se negociaba una amnistía para su padre y el resto de los condenados. Aunque el texto final eliminó la amnistía total, la Cámara pagó la factura política negociando un término medio al ofrecer la reducción de las penas, que podría adelantar la libertad de su padre y tranquilizar a las bases bolsonaristas.
Con la alternativa aprobada por los diputados se recalcularían las condenas, lo que impactaría directamente en la sentencia de Bolsonaro, condenado por el Supremo a una pena de 27 años y 3 meses, por «intento de golpe de Estado» y «abolición violenta del Estado democrático de derecho». Con la nueva ley, esos crímenes, al ser cometidos en el mismo contexto, ya no tendrían penas sumadas, aplicándose solo la sanción más grave. Con esa modificación la base de la pena del expresidente se reduciría a un rango de 4 a 12 años, reduciendo considerablemente su tiempo efectivo en la prisión.
Legisladores partidarios de Bolsonaro celebran la aprobación de la ley
Según las proyecciones presentadas por el relator del proyecto, el diputado Paulinho da Força, la combinación de la pena única y la progresión de régimen más flexible podría reducir la permanencia de Bolsonaro en régimen cerrado de los casi ocho años actuales a solo 2 años y 4 meses. Si el Senado confirma esta propuesta, Bolsonaro, que está preso desde noviembre, podría estar libre en régimen semiabierto o abierto en el año 2029. La ley también prevé que el estudio y el trabajo realizados durante la prisión domiciliaria, una etapa por la que Bolsonaro, ya pasó, sirvan para reducir días de la pena.
Fuerte tensión en el plenario
El ambiente en el plenario en la madrugada fue de fuerte tensión. El presidente de la Cámara, Hugo Motta, justificó la celeridad argumentando la necesidad de «voltear la página» y alejar al Congreso de la «polarización tóxica» del 8 de enero. «Lo que esta Cámara ha hecho hoy no ha sido para complacer a una de las partes, sino decir lo que es sensible a las personas que han recibido penas exageradas y no han desempeñado un papel central en lo ocurrido», declaró Motta, en un intento de presentar la medida como un ajuste técnico.
Los partidarios del oficialismo califican la medida de asalto legislativo al Poder Judicial
Los partidos del oficialismo han calificado la medida como un asalto legislativo al Poder Judicial y una clara injerencia en las condenas ya dictadas. «Fue un ataque a la democracia», sentenció la diputada Talíria Petrone, reflejando la indignación de los grupos vinculados al Gobierno de Lula da Silva.
Del otro lado, aliados de Bolsonaro, como el diputado Marcel van Hattem, defendieron que el texto no es una amnistía, sino un alivio al sufrimiento de personas «que no hicieron nada».
El expresidente Bolsonaro, condenado y cumpliendo pena definitiva de 27 años, es la figura central de esta disputa. La ley también beneficiaría a los altos mandos militares condenados, cuya prisión ha marcado un hito histórico, y a los participantes considerados de «baja participación» en los actos masivos de enero. El proyecto pasa ahora al Senado, cuyo presidente, Davi Alcolumbre, prometió celeridad. El paso final será la mesa del presidente Lula da Silva, que decidirá si vetar la propuesta integral o parcialmente, definiendo así el futuro de Bolsonaro.
