Publicado: diciembre 27, 2025, 7:45 am
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/jose-m-de-areilza-ano-china-20251227132233-nt.html
Al final de 2025 es posible argumentar que en estos últimos doce meses la superpotencia asiática ha salido más que airosa del pulso geopolítico con Estados Unidos. De hecho, ha ganado la disparatada guerra comercial planteada por Donald Trump gracias a su casi monopolio … del comercio de tierras raras, sin las cuales no se pueden construir aviones de combate, automóviles o tecnología verde. Sobre todo, Xi Xinping ha aprendido a tratar con un presidente estadounidense más furioso y errático que nunca y a utilizar a su favor la enorme interdependencia económica entre sus países.
A diferencia del nuevo consenso de Washington, inspirado en el proteccionismo, Pekín defiende algunas normas de comercio internacional, que le permiten exportar bienes de cada vez más valor añadido. Es ya el primer socio comercial de 120 países y, por primera vez, considera que su modelo político y económico es exportable. A la hora de proyectarse hacia Asia, Latinoamérica o África no hace las preguntas incómodas de los europeos sobre buen gobierno, corrupción u ortodoxia económica.
El rearme militar chino también parece imparable -nuevos misiles nucleares, la mayor armada del mundo. Pekín invierte en ciencia con éxito y ocupa un digno segundo puesto en la carrera por la inteligencia artificial. Pero hay que recordar que China es un gigante con los pies de barro y que, a largo plazo, no tendrá las capacidades para sustituir la titubeante hegemonía global estadounidense.
La declinante demografía es su talón de Aquiles, pero también la represión en aumento desde el Partido Comunista para controlar y reprimir a una sociedad cambiante y a las minorías, e intervenir las empresas más exitosas. El crecimiento económico se ha frenado y las palancas del consumo interno, la regulación estatal creciente y el sector inmobiliario, que no sale de una profunda crisis, no funcionan. El ‘Chinese way of life’ no atrae y sin poder blando (admiración por la cultura, los principios y las políticas de un país) ningún imperio sostiene su ambición global. Cerramos 2025 no con una sino dos superpotencias disfuncionales y cada vez menos tiempo para que los europeos hagan sus deberes.
